La Paz (Bolivia), 26 de enero de 2010 Año I No. 4
======================================================
Enseñanzas en Bolivia de Martí, el cubano universal
...el que no cambia todo, no cambia nada
Yuri Aguilar Dávalos
De sábado a sábado (81)
El “horizonte” de Bolivia es socialista: bravo
Remberto Cárdenas Morales
Fidel: El mérito fundamental de Martí fue unir y dirigir
a los generales de su tiempo
Ignacio Ramonet. Cien horas con Fidel
Reflexiones del compañero Fidel
La lección de Haití
En Haití
No sólo el terremoto huele a azufre
Juan Carlos Camaño
---------- o ----------
Enseñanzas en Bolivia de Martí, el cubano universal
José Martí Pérez, poeta, escritor, periodista, dirigente, revolucionario: el cubano universal del que en Bolivia recogemos sus enseñanzas, tan vigentes ahora que nuestro país cambia, a pesar de la resistencia interna y externa.
Aunque su obra es poco conocida, porque aún opera la conspiración del silencio, recordamos aquellos poemas con los que le canta a la naturaleza, a la vida, a los niños.
Sus trabajos literarios se conocen sobre todo en las universidades. En ninguna antología de la literatura latinoamericana y universal, elaborada con aliño, jamás faltará un estudio sobre la obra martiana. Es cierto que las obras completas de Martí sólo se las encuentra en algunas bibliotecas públicas y privadas, empero, es imposible que aquellas permanezcan encerradas entre muros.
Lo más difundido entre nosotros, sin embargo, son sus notas periodísticas, entre ellas, las que se difundieron en el diario La Nación de Buenos Aires. Aquéllas contienen opiniones, interpretaciones, también información (y en ese tiempo sirvieron muchísimo a la comunicación, entendida como diálogo y participación). En esos escritos se encuentran varios géneros periodísticos: artículos, crónicas, análisis, semblanzas, ensayos.
Especialmente son notas periodísticas las que conservan el pensamiento de Martí sobre el “monstruo”, figura con la que denominó al imperialismo o, ese “norte revuelto y brutal” que todavía nos explota y oprime, aunque a los bolivianos ahora menos, lo que no debe llevarnos a bajar la guardia; al revés, tenemos que redoblarla, como lo hacen los revolucionarios cubanos, para que nunca nos llegue de sorpresa la contraofensiva del imperio.
Martí aportó a evidenciar los rasgos del imperialismo, estudiados luego por Lenin, el líder fundamental de la Revolución Bolchevique de 1917.
Del imperialismo en ciernes que conoció el maestro tomamos dos citas que lo tipifican:
(…) Tienen soluciones dispuestas para todo: periódicos, telégrafos, damas sociales, personajes floridos y rotundos, polemistas ardientes que defienden sus intereses en el Congreso con palabra de plata y magnífico acento. Todo lo tienen: se les vende todo: cuando hallan algo que no se les vende, se coligan con todos los vendidos, y lo arrollan”. Cuánta razón martiana leemos en esta cita. Todo lo dicho por el apóstol cubano sobre el imperio tiene ahora dimensiones siderales.
Sobre el ajusticiamiento de los mártires de Chicago que lucharon por las 8 horas como jornada laboral (huellas físicas que hicieron desaparecer), Martí escribió:
“Júzganse como bestias acorraladas. Todo lo que va creciendo les parece que crece contra ellos. ´Mi hija trabaja quince horas para ganar quince centavos. No he tenido trabajo este invierno porque pertenezco a una junta de obreros’.
El juez los sentencia.
La policía, con el orgullo de la levita y la autoridad, temible en el hombre inculto, los aporrea y asesina.
Tienen frío y hambre, viven en casas hediondas.
!América es, pues, lo mismo que Europa!
No comprenden que ellos son mera rueda del engrane social, y hay que cambiar, para que ellas cambien, todo el engranaje”.
Para Fidel, el mayor mérito de Martí “es que… logra unir y dirigir políticamente a generales famosísimos. Tenía mucho carácter, sabía discutir, y en cierto momento hasta rompe con alguno de ellos. Pero reúne a la emigración cubana, la organiza en un partido revolucionario, predica, recoge fondos, lleva a cabo un colosal trabajo concreto y multifacético. Desarrolla, además, una concepción integradora para América Latina (…)”. Esa la actividad revolucionaria de Martí en la guerra por la primera independencia de Cuba.
El Movimiento Boliviano de Solidaridad con Cuba, el día del natalicio del prócer cubano y nuestro, reasume el compromiso de aprender de la obra, inagotable y fecunda, de Martí, para este tiempo que, tenemos la esperanza, nos llevará a la segunda y definitiva independencia de Bolivia.
La Paz, 28 de enero de 2010
Por el Movimiento Boliviano de Solidaridad con Cuba
Remberto Cárdenas M. Elvira Quispe R. Teresa Quiroga M. Presidente Vicepresidenta Resp. de la C. Médica
No hay comentarios:
Publicar un comentario