Voz 16

La Paz (Bolivia), 20 de abril de 2010                  Año I                           No. 16

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Victoria  antiimperialista cubana en Playa Girón es de nuestros pueblos

De sábado a sábado (95)

¿Qué hacer desde el pueblo boliviano luego del 4 de abril?

Remberto Cárdenas Morales

49 años de la victoria antiimperialista de Cuba en Playa Girón

Intervención del Embajador de Cuba en Bolivia, c. Rafael Dausá Céspedes

Girón antes y después

Ángel Fernández Vila (Horacio)

Conmemora Venezuela el Bicentenario de la gesta independentista con jornada patriótica y solidaria

Jorge Martín Blandino (Enviado especial)

La historia común de dos siglos nos enseña que solo tenemos una alternativa: unirnos, luchar y vencer

Discurso pronunciado por Raúl Castro Ruz, Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, en la IX Cumbre del ALBA-TCP, efectuada en la República Bolivariana de Venezuela, el 19 de abril de 2010, "Año 52 de la Revolución".

La hermandad entre la República Bolivariana y Cuba

(Tomado de CubaDebate)

Fidel Castro Ruz


Abril 18 de 2010
7 y 24 p.m.

Hacia la Declaración Universal de los Derechos de la Naturaleza

Alberto Acosta

La Madre Tierra en la Diplomacia de los Pueblos

Palmiro Soria Saucedo

Nacho para Madrid

'El fantasma de Franco contra Garzón'

Tomado de elperiódico.com

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Victoria antiimperialista cubana en Playa Girón

es de nuestros pueblos

La semana anterior hemos celebrado, aquí en La Paz y en distintos lugares del planeta, 49 años de la victoria antiimperialista del pueblo cubano en Playa Girón (1961), ocasión en la que se derrotó a los invasores, en realidad mercenarios, organizados, financiados, armados y dirigidos por la Central de Inteligencia Americana (CIA), de acuerdo a testimonios orales y

escritos de los que se dispone y que se conocieron antes.

Esa victoria del pueblo cubano y esa derrota de los yanquis y mercenarios de distintos orígenes (incluidos contrarrevolucionarios cubanos), fue un hito fundamental para la Revolución Cubana y para nuestros pueblos, solidarios con aquélla los que, además, por diferentes vías luchaban en este tiempo, como ahora, por la segunda y definitiva independencia.

Por ello, aquella victoria cubana fue compartida, en ese tiempo, por los pueblos de nuestra América. Aquel triunfo de los cubanos, que aplastó a los mercenarios de Playa Girón, tuvo un evidente contenido antiimperialista el que, asimismo, siguió con la declaratoria del carácter socialista de la Revolución Cubana, una razón para festejar.

Esos dos hechos han sido recordados los últimos días y, por los bolivianos el pasado jueves 15, en La Paz, con un acto realizado en el Palacio de Comunicaciones, el que fue compartido por cooperantes, residentes y diplomáticos de aquella nación hermana, y por activistas de la solidaridad con Cuba.

El Movimiento Boliviano de Solidaridad con Cuba en aquel acto señaló que el rechazo a la invasión de Playa Girón fue uno de las batallas en defensa de la Revolución Cubana, es decir, el ejercicio de un derecho legítimo. Así se cumplió con lo que manda una ley, como se sostenía en otro tiempo: la defensa insoslayable del socialismo y, a la vez, una obligación revolucionaria.

Defensa de la Revolución Cubana que no acaba mientras el imperio mantenga el bloqueo a la Isla rebelde, entre tanto las acciones contrarrevolucionarias se sugieran, financien, organicen y dirijan desde ese “norte revuelto y brutal” que, ante los cambios que impulsan nuestros pueblos (además de Cuba, Venezuela, Bolivia, Ecuador, Nicaragua, especialmente), contraataca, con el golpe en Honduras o articulará la agresión desde las bases militares que instala en Colombia y desde otras de la región. Las bases militares que pretende montar en Brasil y Perú, según se informó, tendrán misiones similares a las existentes en la región.

La defensa de la patria socialista cubana, que tienen como tarea de primera importancia sus hijos, cuenta con la solidaridad invariable de nuestros pueblos, del boliviano, en particular.

Nuestro Movimiento tiene claro, sin embargo, que la solidaridad con Cuba será mucho más militante y múltiple cuanto contemos con una organización que nos agrupe a muchos más activistas, mientras nos unamos más con tantos otros sectores sociales y en la medida en que asumamos la educación política a mayor escala. Esas tareas (mejor organización, más unidad y mayor conciencia), en Bolivia que cambia, debemos ejecutarlas con prontitud porque seguimos

solidarios con la Revolución Cubana cuando nos enfrentarnos a los mismos enemigos de aquélla, cuando luchamos contra el imperialismo, especialmente.

Dirigentes de la Revolución Cubana, Fidel y Raúl entre ellos, han recordado que los días de la invasión mercenaria y contrarrevolucionaria a Playa Girón, las empresas transnacionales de la noticia difundieron mentiras con miras a desorganizar, desconcertar, desunir al pueblo cubano. Ese diseño subinformador y desinformador se utiliza estas últimas semanas respecto de Cuba con similares propósitos. La campaña anticubana a partir de la muerte de Zapata, un reo

común reclutado para las mermadas filas de la disidencia contrarrevolucionaria, muestra la técnica que los dueños de los grandes medios emplean contra los cambios latinoamericanos que tienen un contenido antiimperialista alentador.

Dos apuntes sobre esa sucia labor de los “mastodontes” de la información: la naturaleza de aquéllos los lleva a realizarla con esa forma y con ese contenido, y la práctica demuestra que esos medios de difusión no son todopoderosos de modo que consigan que las mentiras sean totalmente creídas. Es cierto que tienen audiencias y lectores acorralados (cautivos) en los que, sensiblemente, todavía la mentira se “transforma” en verdad, como querían los nazis.

Por eso, los activistas de la solidaridad con Cuba, junto con las tareas organizativas, unitarias y de formación política, tenemos que utilizar pequeños formatos, periódicos murales, medios alternativos y populares, Internet, páginas webs, blogs, impresos, radios, canales de televisión, es decir, los recursos y medios que legítimamente estén a nuestro alcance para desplegar la solidaridad con Cuba. De manera concreta y en ejercicio de los derechos individuales y colectivos, establecidos en la nueva Constitución Política, sobre la Revolución

Cubana y los otros procesos de cambio en Latinoamérica, en especial, así como sobre las transformaciones en Bolivia, con sus luces y sus sombras, tenemos que informar con veracidad, ayudar a que el pueblo se comunique, opinar con responsabilidad e interpretar con ética. Así derrotaremos también a los medios de los empresarios porque son vulnerables ante un nuevo periodismo con los rasgos señalados.