domingo, 10 de octubre de 2010

Voz 20

La Paz (Bolivia), 19 de mayo de 2010             Año I              No. 20

La Habana: más de un año sin Embajador de Bolivia

De sábado a sábado (101)
Autocrítico es el que corrige sus errores a tiempo
Remberto Cárdenas Morales

De sábado a sábado (102) Extra
Mentiras gubernamentales durante los hechos luctuosos de Caranavi
Remberto Cárdenas Morales

Retomar el camino original para evitar un desgaste mayor del gobierno
Pilar E. Antezana Apu

Las ideas de Fidel y la Reforma Agraria
Ángel Fernández Vila (Horacio)

Es vital el trabajo político ideológico con el campesinado

“Viví en el monstruo y le conozco las entrañas”
(Carta inconclusa de Martí a su amigo Manuel Mercado)

Reflexiones de Fidel Castro:
La trascendencia histórica de la muerte de José Martí
Fidel Castro Ruz
Mayo 18 de 2010

Dos Ríos y el ascenso a la inmortalidad
Armando Hart Dávalos

Fernando Pérez: Yo pienso que hay muchos Martí en Cuba
Tomado de Juventud Rebelde

USAID invierte más de $2.3 millones en propaganda contra Cuba por Internet
Eva Golinger

Hábeas corpus en favor de antiterrorista cubano preso en EE.UU.

Solidaridad con estudiantes que defienden la educación pública en Puerto Rico*
(Declaración de la Presidencia de la Asamblea Nacional del Poder Popular)

Esquerra Unida Paiporta
IZQUIERDA, más que una palabra, es un VALOR
Pablo Torres contra el linchamiento de Garzón

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La Habana: más de un año sin Embajador de Bolivia

En Cuba socialista hace más de un año que se espera al nuevo Embajador de Bolivia el que, aunque fue nominado hace meses y el país caribeño hizo conocer su beneplácito —según las normas y la práctica diplomática— simplemente no se le autoriza el viaje para que asuma sus funciones en La Habana.

En anterior Embajador concluyó su labor en aquel país hace similar tiempo y a pesar de que el nuevo concluyó todo el trámite de rigor, continúa en Bolivia.

Según la información de la que disponemos ni el gobierno boliviano ni el cubano tienen observación alguna, es decir, ninguna que se conozca oficialmente, que es la que tendría que tomarse en cuenta.

La ausencia del Embajador boliviano, nominado de acuerdo a normas y a prácticas vigentes, para decir lo menos, revela falta de reciprocidad por cuanto durante el anterior y el nuevo mandato de Evo Morales nunca faltó el Embajador de Cuba en Bolivia, aunque hubo cambio de funcionarios, lo que es del todo normal.

Lo anormal es que nuestro país mantenga su Embajador, nominado para Cuba, sin desplegar sus tareas y que se desconozca las razones por las que aquel viaje no sólo se ha postergado sino que no se tiene fecha para que se realice.

Desde el llano es posible considerar que Bolivia debe tener a su Embajador en Cuba por la reciprocidad que corresponde en estos casos. Pero hay otros fundamentos por los que es una necesidad boliviana contar con aquel representante diplomático en la sede de las funciones para las que fue nominado.

Se sabe que Cuba tiene entre sus prioridades las relaciones diplomáticas con Bolivia. La muestra de esa valoración es la ayuda, a Bolivia, de la Isla del Caribe en salud, educación, ahorro de energía eléctrica, becas de estudio para más de 5.000 compatriotas jóvenes, entre otros programas.

Valga el recordatorio de las 38.000.000 de consultas de médicos cubanos a compatriotas y a pacientes de países vecinos, las 514.000 operaciones de la vista (a una población similar a la anterior), las 33.000 vidas salvadas, precisamente, por la atención médica oportuna de galenos internacionalistas de aquel país hermano. Brigada Médica Cubana que accede a lugares a los que, sensiblemente, no llegan los médicos bolivianos y la que lleva más de cuatro años de atenciones incesantes entre nosotros. (Aquellos datos son de 10 días atrás).

Asimismo, otro resultado de la cooperación cubana a nuestro país (la que incluye el aporte venezolano) es la alfabetización de 824.000 bolivianos y bolivianas con el método cubano: “Yo sí puedo”. Programa que sigue en su segunda fase: “Yo sí puedo seguir”.

Sólo esos datos, que son los más representativos sin ser los únicos, bastan para que sin más demora, el embajador de Bolivia en Cuba, Palmiro León Soria Saucedo, se constituye en la oficina de la Embajada boliviana en La Habana. Así, a la reciprocidad, que practican y deben hacerlo Bolivia y Cuba, bolivianos y cubanos, tendría que sumarse nuestra gratitud porque aquella cooperación es el ejemplo de solidaridad internacionalista de Cuba con los bolivianos sin que nada material nos cueste a nosotros.

Desde este espacio manifestamos nuestra esperanza de que el Embajador boliviano en La Habana, luego de que concluyó el trámite respectivo, desempeñe su actividad diplomática sin más atraso que el registrado hasta ahora.

La amistad y la fraternidad de los bolivianos con Cuba, su Revolución y su pueblo serán mejor expresadas con la llegada, a La Habana, de nuestro representante diplomático.

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