lunes, 28 de marzo de 2011

Voz 60

Voz
La Paz (Bolivia), 28 de marzo de 2011          Año II          No. 60


Libertad inmediata para los Cinco héroes cubanos, presos políticos del imperio

Índice
La solidaridad de Cuba con Bolivia es política y económica
Reflexiones del Compañero FIDEL:
Entre la emigración y el crimen
Fidel Castro Ruz
Reflexiones del Compañero FIDEL:
Los zapaticos me aprietan
Fidel Castro Ruz
Reflexiones del Compañero FIDEL:
La alianza igualitaria
Fidel Castro Ruz
Por Lenny
Ricardo Alarcón de Quesada
Premio literario Casa de las Américas (Cuba)

Sobre el Comandante de Nuestra América: www.chebolivia.org
De la Redacción:
Las notas firmadas expresan los criterios de los autores.
Responsables de esta edición de Voz 60: 
Yuri Aguilar Dávalos
y Remberto Cárdenas Morales

La solidaridad de Cuba con Bolivia es política y económica
La solidaridad entre los pueblos boliviano y cubano tiene más de 50 años. A pesar de dudas iniciales, de algunos, sobre el carácter socialista o no de la Revolución Cubana, los pueblos de Nuestra América y el nuestro (incluidas los dirigentes políticos de partidos avanzados y de izquierda) desde la victoria e incluso desde que los barbudos luchaban en la Sierra Maestra, organizan el apoyo político que se mantiene hasta ahora y con certeza seguirá incontenible. Y Fidel y los otros dirigentes cubanos han dicho en distintos escenarios que sin aquella solidaridad de nuestros pueblos la victoria, la construcción de la nueva sociedad y la defensa del socialismo en Cuba hubieran sido y fueran imposibles.
Asimismo, la victoria, la construcción del socialismo y la defensa de la una y del otro en la Isla liberada son un aporte fundamental al accionar liberador de esta parte del mundo. También, en Nuestra América y, específicamente, en Bolivia somos solidarios con Cuba y su Revolución al enfrentar a los enemigos suyos, especialmente cuando luchamos contra el imperio, enemigo fundamental de nuestros pueblos.
Fidel, en su alegato jurídico y político, y a la vez programa del Moncada, según la denominación de los cubanos, afirma que Cuba, por cuya liberación se luchaba entonces, sería el refugio seguro para los combatientes contra las tiranías de la región que difícilmente encontraban asilo en ese tiempo.
En su visista a Chile, el Comandante en Jefe, prometió estudiar el envío de médicos para que ayuden a construir, con aportes desde la salud, la nueva sociedad chilena en las condiciones de un proceso revolucionario o revolución pacífica (o no armada). Los cubanos, de acuerdo a lo que se informó, ya habían mandado médicos a la Argelia que se sacudía del colonialismo.
Hace poco más de cinco años, la Revolución y el pueblo cubano nos apoyan para que la salud en Bolivia se extienda a los más empobrecidos (aunque no se excluye a nadie de ese servicio) ayuda que, junto con los venezolanos, en Bolivia acabó con los analfabetos en diciembre de 2009. Esa ayuda, cuyos beneficios los conocen los que la recibieron y la reciben directamente, comprende también 23 hospitales, incluidos los especializados en la atención oftalmológica.
Merece una mención especial el trabajo de la Brigada Médica Moto Méndez que consiguió, en poco tiempo, estudiar a 80 mil compatriotas nuestros que padecen alguna discapacidad. Brigada que estuvo integrada por médicos cubanos, venezolanos y bolivianos. Los instrumentos ortopédicos, entre éstos sillas de ruedas, fueron donados por el pueblo venezolano para aquella población de discapacitados.
Esa solidaridad material nunca estuvo separada de la solidaridad política. El Embajador cubano en Bolivia acaba de manifestar el apoyo de su pueblo a la reivindicación marítima de Bolivia. Con frecuencia, además, los diplomáticos de la Mayor de las Antillas aseguran que aquel respaldo es a la revolución democrática y cultural en Bolivia como denomina, especialmente el Presidente, a los cambios bolivianos.
La solidaridad con Cuba en Bolivia, durante los años 50 y 60 del siglo XX, tuvo que abrirse paso porque los mítines, de ese tiempo, de los activistas de aquella solidaridad, en plazas de las principales ciudades bolivianas, eran reprimidos con dureza.
Aquella meritoria solidaridad, sin duda alguna, aportó como la que más en el hermanamiento de nuestros pueblos. También contribuyó en la defensa del socialismo cubano y contra el bloqueo yanqui: una costosa guerra económica, financiera y comercial.
Ahora sigue la solidaridad de los bolivianos con el pueblo cubano, con el mismo programa, aunque ahora, al rechazo al bloqueo, se suma la exigencia de libertad con los Cinco antiterroristas cubanos, presos políticos del imperio.
Asimismo, los bolivianos seguimos y seguiremos solidarios cuando respaldamos la actualización económica y social, es decir, las medidas económicas y sociales discutidas por el pueblo cubano en miles de asambleas, las que serán estudiadas y aprobadas en el VI Congreso del Partido Comunista de Cuba que se realizará entre el 16 y 19 de abril próximo.
Esos días, además, serán celebrados los 50 años de la victoria de los cubanos en Playa Girón, oportunidad en la que, en defensa de la Revolución, los combatientes de la Isla rechazaron la invasión yanqui, bajo la dirección de Fidel.
Nosotros, emprenderemos el oficio que aprendimos: En este espacio difundiremos los materiales cubanos y los que elaboremos en suelo boliviano sobre aquel acontecimiento. Así trataremos de aportar, desde esta trinchera y con lo que sabemos hacer, para un mejor conocimiento de la victoria cubana en Playa de Girón, lugar en el que se derrotó a los yanquis y, acto posterior, se declaró el carácter socialista de la Revolución Cubana.

Reflexiones del Compañero FIDEL:
Entre la emigración y el crimen
(Tomado de CubaDebate)
Los latinoamericanos no son criminales natos ni inventaron las drogas.
Los aztecas, los mayas, y otros grupos humanos precolombinos de México y Centroamérica, por ejemplo, eran excelentes agricultores y ni siquiera conocían el cultivo de la coca.
Los quechuas y aymaras fueron capaces de producir nutritivos alimentos en perfectas terrazas que seguían las curvas de nivel de las montañas. En altiplanos que sobrepasaban a veces los tres y cuatro mil metros de altura, cultivaban la quinua, un cereal rico en proteínas, y la papa.
Conocían y cultivaban también la planta de coca, cuyas hojas masticaban desde tiempos inmemorables para mitigar el rigor de las alturas. Se trataba de una costumbre milenaria que los pueblos practican con productos como el café, el tabaco, el licor u otros.
La coca era originaria de las abruptas laderas de los Andes amazónicos. Sus pobladores la conocían desde mucho antes del Imperio Inca, cuyo territorio, en su máximo esplendor, se extendía en el espacio actual del Sur de Colombia, todo Ecuador, Perú, Bolivia, el Este de Chile, y el Noroeste de Argentina; que sumaba cerca de dos millones de kilómetros cuadrados.
El consumo de la hoja de coca se convirtió en privilegio de los emperadores Incas y de la nobleza en las ceremonias religiosas.
Al desaparecer el Imperio tras la invasión española, los nuevos amos estimularon el hábito tradicional de masticar la hoja para extender las horas de trabajo de la mano de obra indígena, un derecho que perduró hasta que la Convención Única sobre Estupefacientes de Naciones Unidas prohibió el uso de la hoja de coca, excepto con fines médicos o científicos.
Casi todos los países la firmaron. Apenas se discutía cualquier tema relacionado con la salud. El tráfico de cocaína no alcanzaba entonces su enorme magnitud actual. En los años transcurridos se han creado gravísimos problemas que exigen análisis profundos.
Sobre el espinoso tema de la relación entre la droga y el crimen organizado la propia ONU afirma delicadamente que “Latinoamérica es ineficiente en el combate al crimen.”
La información que publican distintas instituciones varía debido a que el asunto es sensible. Los datos a veces son tan complejos y variados que pueden inducir a confusión. De lo que no cabe la menor duda es que el problema se agrava aceleradamente.
Hace casi un mes y medio, el 11 de febrero de 2011 un informe publicado en la Ciudad de México por el Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y la Justicia de ese país, ofrece interesantes datos sobre las 50 ciudades más violentas del mundo, por el número de homicidios ocurridos en el año 2010. En él se afirma que México reúne el 25% de ellas. Por tercer año consecutivo la número uno corresponde a  Ciudad Juárez, en la frontera con Estados Unidos.
A continuación expone que “…ese año la tasa de homicidios dolosos de Juárez fue 35% superior a la de Kandahar, Afganistán —la número dos en el ranking— y 941% superior a la de Bagdad…”, es decir, casi diez veces superior a la capital de Irak, ciudad que ocupa el número 50 de la lista.
Casi de inmediato añade que la ciudad de San Pedro Sula, en Honduras, ocupa el tercer lugar con 125 homicidios por cada 100.000 habitantes; siendo solo superada por Ciudad Juárez, en México, con 229; y Kandahar, Afganistán, con 169.
Tegucigalpa, Honduras, ocupa el sexto con 109 homicidios, por cada 100.000 habitantes.
De este modo se puede apreciar que Honduras, la de la base aérea yanki de Palmerola, donde se produjo un Golpe de Estado ya bajo la presidencia de Obama, tiene dos ciudades entre las seis en que se producen más homicidios en el mundo. Ciudad de Guatemala alcanza 106.
De acuerdo a dicho informe, la ciudad colombiana de Medellín, con 87.42 figura también entre las más violentas de América y el mundo.
El discurso del Presidente norteamericano Barack Obama en El Salvador, y su posterior conferencia de prensa, me condujeron al deber de publicar estas líneas sobre el tema.
En la Reflexión de marzo 21 le critiqué su falta de ética al no mencionar en Chile siquiera el nombre de Salvador Allende, un símbolo de dignidad y valentía para el mundo, quien murió como consecuencia del golpe de Estado promovido por un Presidente de Estados Unidos.
Como conocía que al día siguiente visitaría El Salvador, un país centroamericano símbolo de las luchas de los pueblos de nuestra América que más ha sufrido como consecuencia de la política de Estados Unidos en nuestro hemisferio, dije: “Allí tendrá que inventar bastante, porque en esa hermana nación centroamericana, las armas y los entrenadores que recibió de los gobiernos de su país, derramaron mucha sangre.”
Le deseaba buen viaje y “un poco más de sensatez.” Debo admitir que en su largo periplo, fue un poco más cuidadoso en el último tramo.
Monseñor Oscar Arnulfo Romero era un hombre admirado por todos los latinoamericanos, creyentes o no creyentes, así como los sacerdotes jesuitas cobardemente asesinados por los esbirros que Estados Unidos entrenó, apoyó y armó hasta los dientes. En El Salvador, el FMLN, organización militante de izquierda, libró una de las luchas más heroicas de nuestro continente.
El pueblo salvadoreño le concedió la victoria al Partido que emergió del seno de esos gloriosos combatientes, cuya historia profunda no es hora de  construir todavía.
Lo que urge es enfrentar el dramático dilema que vive El Salvador, del mismo modo que México, el resto de Centroamérica y Suramérica.
El propio Obama expresó que alrededor de 2 millones de salvadoreños viven en Estados Unidos, lo cual equivale al 30% de la población de ese país. La brutal represión desatada contra los patriotas, y el saqueo sistemático de El Salvador impuesto por Estados Unidos, obligó a cientos de miles de salvadoreños a emigrar a aquel territorio.
Lo nuevo es que, a la desesperada situación de los centroamericanos, se une el fabuloso poder de las bandas terroristas, las sofisticadas armas y la demanda de drogas, originadas por el mercado de Estados Unidos.
El Presidente de El Salvador en el breve discurso que   precedió al del visitante, expresó textualmente: “Le insistí que el tema del crimen organizado, la narcoactividad, la inseguridad ciudadana no es un tema que ocupe sólo a El Salvador, Guatemala, Honduras o Nicaragua y ni siquiera México o a Colombia; es un tema que nos ocupa como región, y en ese sentido estamos trabajando en la construcción de una estrategia regional, a través de la Iniciativa CARFI.”
“…le insistí, en que este es un tema que no sólo debe ser abordado desde la perspectiva de la persecución del delito, a través del fortalecimiento de nuestras policías y nuestros ejércitos, sino que también enfatizando en las políticas de prevención del delito y por lo tanto, la mejor arma para combatir en sí la delincuencia, en la región, es invirtiendo en políticas sociales.”
En su respuesta el mandatario norteamericano dijo: “El Presidente Funes se ha comprometido a crear más oportunidades económicas aquí en El Salvador para que la gente no sienta que debe enrumbarse al norte para mantener a su familia.”
“Sé que esto es especialmente importante para los aproximadamente 2 millones de salvadoreños que están viviendo y trabajando en Estados Unidos.”
“…puse al día al Presidente sobre las nuevas medidas de protección al consumidor que promulgué, que les dan a las personas más información y aseguran que sus remesas en efecto les lleguen a sus seres queridos en casa.
“Hoy, también estamos lanzando un nuevo esfuerzo para hacerles frente a los narcotraficantes y pandillas que han causado tanta violencia en todos los países, especialmente aquí en Centroamérica.”
“…dedicaremos $200 millones a apoyar los esfuerzos aquí en la región, lo que incluye hacerles frente […] a las fuerzas sociales y económicas que impulsan a los jóvenes hacia la criminalidad. Ayudaremos a reforzar los tribunales, los grupos de la sociedad civil y las instituciones que defienden el estado de derecho.”
No necesito una palabra más para expresar la esencia de una situación dolorosamente triste.
La realidad es que muchos jóvenes centroamericanos han sido conducidos por el imperialismo a cruzar una rígida y cada vez más infranqueable frontera, o prestar servicios en las bandas millonarias de los narcotraficantes.
¿No sería más justo —me pregunto— una Ley de Ajuste para todos los latinoamericanos, como la que se inventó para castigar a Cuba hace ya casi medio siglo? ¿Seguirá creciendo hasta el infinito el número de personas que mueren cruzando la frontera de Estados Unidos y las decenas de miles que ya están muriendo cada año en los pueblos a los que usted ofrece una “Alianza Igualitaria”?
Fidel Castro Ruz
Marzo 25 de 2011

8 y 46 p.m.

Reflexiones del Compañero FIDEL:
Los zapaticos me aprietan
Mientras los reactores siniestrados despiden humo radiactivo en Japón, y aviones de monstruosa estampa y submarinos nucleares lanzan mortíferas cargas teledirigidas sobre Libia, un país norteafricano del Tercer Mundo con apenas seis millones de habitantes, Barack Obama le hacía a los chilenos un cuento parecido a los que yo escuchaba cuando tenía 4 años: “Los zapaticos me aprietan, las medias me dan calor; y el besito que me diste, lo llevo en el corazón”.
Algunos de sus oyentes quedaron pasmados en aquel “Centro Cultural” en Santiago de Chile.
Cuando el Presidente miró ansioso al público tras mencionar a la pérfida Cuba, esperando una explosión de aplausos, hubo un glacial silencio. A sus espaldas, ¡ah, dichosa casualidad!, entre las demás banderas latinoamericanas, estaba exactamente la de Cuba.
Si se volteaba un segundo sobre su hombro derecho habría visto, como una sombra, el símbolo de la Revolución en la Isla rebelde que su poderoso país quiso, pero no pudo destruir.
Cualquier persona sería, sin duda, extraordinariamente optimista si espera que los pueblos de Nuestra América aplaudan el 50 aniversario de la invasión mercenaria de Girón, 50 años de cruel bloqueo económico de un país hermano, 50 años de amenazas y atentados terroristas que costaron miles de vidas, 50 años de proyectos de asesinato de los líderes del histórico proceso.
Me sentí aludido en sus palabras.
Presté, efectivamente, mis servicios a la Revolución durante mucho tiempo, pero nunca eludí riesgos ni violé principios constitucionales, ideológicos o éticos; lamento no haber dispuesto de más salud para seguir sirviéndola.
Renuncié sin vacilación a todos mis cargos estatales y políticos, incluso al de Primer Secretario del Partido, cuando enfermé y nunca intenté ejercerlos después de la Proclama del 31 de julio de 2006, ni cuando recuperé parcialmente mi salud más de un año después, aunque todos continuaban titulándome afectuosamente de esa forma.
Pero sigo y seguiré siendo como prometí: un soldado de las ideas, mientras pueda pensar o respirar.
Cuando a Obama lo interrogaron sobre el golpe de Estado contra el heroico presidente Salvador Allende, promovido como otros muchos por Estados Unidos, y la misteriosa muerte de Eduardo Frei Montalva, asesinado por agentes de la DINA, una creación del Gobierno norteamericano, perdió su presencia de ánimo y comenzó a tartamudear.
Fue certero, sin duda, el comentario de la televisión de Chile al final de su discurso, cuando expresó que Obama ya no tenía nada que ofrecer al hemisferio.
Yo, por mi parte, no quiero dar la impresión de que experimento odio a su persona, y mucho menos hacia el pueblo de Estados Unidos, al que reconozco el aporte de muchos de sus hijos a la cultura y a la ciencia.
Obama tiene ahora por delante un viaje a El Salvador mañana martes. Allí tendrá que inventar bastante, porque en esa hermana nación centroamericana, las armas y los entrenadores que recibió de los gobiernos de su país, derramaron mucha sangre.
Le deseo buen viaje y un poco más de sensatez.
Fidel Castro Ruz
Marzo 21 de 2011
9 y 32 p.m.


Reflexiones del Compañero FIDEL:
La alianza igualitaria
(Tomado de CubaDebate)
Al anochecer del sábado 19, después de opíparo banquete, los líderes de la OTAN ordenaron el ataque contra Libia.
Desde luego, nada podía ocurrir sin que Estados Unidos reclamara su papel irrenunciable de máximo jefe. Desde el puesto de mando de esa institución en Europa, un oficial superior proclamó que se iniciaba la "Odisea del Amanecer".
La opinión pública mundial estaba conmovida por la tragedia de Japón. El número de víctimas del terremoto, el tsunami, y el accidente nuclear, no ha cesado de crecer. Son ya decenas de miles las personas muertas, desaparecidas e irradiadas. Crecerá considerablemente también la resistencia al uso de la energía nuclear.
El mundo está sufriendo a la vez las consecuencias del cambio climático; la escasez y el precio de los alimentos, los gastos militares y el derroche de los recursos naturales y humanos, crecen. Una guerra era lo más inoportuno que podía ocurrir en estos momentos.
El recorrido de Obama por América Latina ha pasado a un segundo plano, nadie apenas se ocupa del tema. En Brasil, se han hecho evidentes las contradicciones de intereses entre Estados Unidos y ese hermano país.
No puede olvidarse que Río de Janeiro compitió con Chicago por la sede de los Juegos Olímpicos del 2016.
Obama quiso congraciarse con el gigante suramericano. Habló del "extraordinario ascenso de Brasil" que ha llamado la atención internacional y elogió su economía como una de las que más rápido crece en el mundo, pero no se comprometió en lo más mínimo con apoyar a Brasil como miembro permanente del privilegiado Consejo de Seguridad.
La Presidenta brasileña no vaciló en expresar su inconformidad con las medidas proteccionistas que Estados Unidos aplica a Brasil, a través de tarifas y subsidios que han constituido un fuerte obstáculo a la economía de ese país.
El escritor argentino Atilio Boron afirma que a Obama "... lo que [...] más le interesa en su calidad de administrador del imperio es avanzar en el control de la Amazonia. Requisito principal de este proyecto es entorpecer, ya que no puede detener, la creciente coordinación e integración política y económica en curso en la región y que tan importante han sido para hacer naufragar el ALCA en 2005 y frustrar la conspiración secesionista y golpista en Bolivia (2008) y Ecuador (2010). También debe tratar de sembrar la discordia entre los gobiernos más radicales de la región (Cuba, Venezuela, Bolivia y Ecuador) y los gobiernos ‘progresistas’ —principalmente Brasil, Argentina y Uruguay..."
"Para los más osados estrategas estadounidenses la cuenca amazónica, al igual que la Antártida, es un área de libre acceso en donde no se reconocen soberanías nacionales..."
Mañana Obama se traslada a Chile. Llegará precedido de una entrevista que concedió al diario El Mercurio, publicada hoy domingo, en la que confiesa que el "Discurso para las Américas" —así lo califica— se funda en una "alianza igualitaria" con Latinoamérica, que casi nos deja sin aliento al rememorar "La Alianza para el Progreso" que precedió la expedición mercenaria de Playa Girón.
Confiesa textualmente: "nuestra visión para el hemisferio [...] se funda en el concepto de alianza igualitaria que he perseguido desde que asumí la Presidencia de Estados Unidos".
"‘También me enfocaré en áreas específicas en las que podemos trabajar juntos, como el crecimiento económico, la energía, la seguridad ciudadana y los derechos humanos’..."
"Esa visión, puntualizó, tiene por objetivo ‘mejorar la seguridad común, expandir las oportunidades económicas, asegurar un futuro energético limpio y apoyar los valores democráticos que compartimos’."
"... promover un hemisferio seguro, estable y próspero en el que Estados Unidos y nuestros aliados comparten responsabilidades en asuntos claves tanto a nivel regional como global."
Todo como puede apreciarse maravillosamente bello, digno de enterrarse como los secretos de Reagan, para publicarlo dentro de 200 años. El problema es que como informa la agencia DPA, según sondeo realizado por el diario La Tercera "... en 2006 el 43 por ciento de la población chilena rechazaba las centrales nucleares".
"Dos años después el rechazo subió a 52 por ciento y en 2010 llegó a 74 por ciento." Hoy, después de lo ocurrido en Japón alcanza al "... 86 por ciento de los chilenos..."
Faltaría sólo hacerle una pregunta a Obama. Tomando en cuenta que uno de sus ilustres predecesores, Richard Nixon, promovió el golpe de Estado y la muerte heroica de Salvador Allende, las torturas y el asesinato de miles de personas, ¿pedirá el señor Obama excusas al pueblo de Chile?
Fidel Castro Ruz
Marzo 20 de 2011
8 y 14 p.m.

Por Lenny
Ricardo Alarcón de Quesada
En la tarde del 23 de marzo, el mismo día que cumplía 78 años de una vida ejemplar, dejó de latir el corazón de Leonard Weinglass.
Padecía una terrible enfermedad que desde enero había entrado en una fase crítica y especialmente penosa que, sin embargo, no lo apartó un instante del trabajo. Durante sus últimos meses, arrostrando heroicamente la enfermedad y los dolores físicos, se dedicó en cuerpo y alma a la preparación y presentación del habeas Corpus a favor de Gerardo Hernández Nordelo y el de Antonio Guerrero, sin dejar de ocuparse de los otros compañeros.
Poco antes de ingresar al hospital donde debía ser operado con suma urgencia, dio los últimos pasos para la apelación de Gerardo y de Antonio y encomendó a otros colegas lo que debían hacer mientras él estuviera recluido. Sólo entonces aceptó ocuparse de sí mismo.
Así fue siempre. Siendo muy joven se incorporó al bufete que, bajo la dirección de Victor Rabinowitz y Leonard Boudin, libró incontables batallas legales por los sindicatos, las libertades civiles y la justicia en Estados Unidos. Con su brillante defensa en 1968 de los Ocho de Chicago, Lenny inició una ininterrumpida y admirable carrera que incluyó los casos de Jane Fonda, Daniel Ellsberg y los papeles del Pentágono, Angela Davis, Mumia Abu Jamal, Amy Carter, Kathy Boudin y muchos otros hasta los Cinco antiterroristas cubanos y su más reciente colaboración con los defensores de Julian Assange, el fundador de Wikileaks. No se puede escribir la historia de las luchas del pueblo norteamericano sin destacar, en cada página, el nombre de Leonard Weinglass.
Vaya para él, ahora y siempre, nuestro homenaje y nuestra gratitud.
La pérdida de Lenny es un duro golpe para Gerardo, Ramón, Antonio, Fernando y René. Él fue su mejor y más incansable defensor, a su causa dedicó toda su energía y su talento, por ellos luchó hasta el final, en medio del sufrimiento y la agonía, hasta el último aliento.
La lucha por la liberación de nuestros compañeros debe continuar, ahora en condiciones aún más difíciles, sin Lenny. Renovemos nuestro compromiso de seguir adelante hasta lograr que todos ellos recuperen la libertad. Hagámoslo sin tregua ni descanso. Es lo menos que debemos prometerle al luchador infatigable, al combatiente abnegado y lúcido que fue siempre el querido compañero Leonard Weinglass. 

Premio literario Casa de las Américas (Cuba)
La Casa de las Américas convoca para el año 2012 a la LIII edición de su Premio Literario. En esta ocasión podrán concursar obras inéditas en el género teatro y en la categoría de literatura para niños y jóvenes. Además, se convoca un Premio de estudios sobre latinos en los Estados Unidos, por el que podrán optar libros escritos en español, inglés o ambas lenguas y publicados entre los años 2009-2011.
Podrán concursar también autores de Brasil con libros de no ficción escritos en portugués y publicados en esa lengua durante el bienio 2010-2011, así como escritores del Caribe de expresión francesa con una obra publicada en esa lengua o en creol durante el período 2008-2011.
www.escritores.org Los autores concursantes en teatro, literatura para niños y jóvenes y en el Premio de estudios sobre latinos en los Estados Unidos deberán regirse por las siguientes Bases:
1. Podrán enviarse obras inéditas en español en el género teatro y en la categoría de literatura para niños y jóvenes. Se considerarán inéditas aun aquellas obras que hayan sido impresas en no más de la mitad.
2. Podrán participar autores latinoamericanos, naturales o naturalizados.
3. Por el Premio de estudios sobre latinos en los Estados Unidos podrán concursar autores de cualquier otra procedencia, con un libro de ensayo publicado entre los años 2009-2011 sobre cualquier tema relacionado con la presencia latina en aquel país. 
En este caso los libros pueden haber sido escritos en español, inglés o en ambas lenguas.
4. Los autores deberán enviar dos (2) ejemplares mecanografiados, a dos espacios y foliados. Las obras no excederán de 500 páginas.
5. Ningún autor podrá enviar más de un libro por género, ni participar con una obra en proceso de impresión, aunque esté inédita, o que haya obtenido algún premio nacional o internacional u opte por él mientras no se haya dado el fallo del Premio Casa de las Américas. Tampoco podrá participar en un género en el que hubiera obtenido ya este Premio, en alguno de los cuatro años anteriores.
6. Se otorgará un premio único e indivisible por cada género o categoría, que consistirá en 3.000 dólares o su equivalente en la moneda nacional que corresponda, y la publicación de la obra por la Casa de las Américas. Se otorgarán menciones si el  jurado las estima necesarias, sin que ello implique retribución ni compromiso editorial por parte de la Casa de las Américas.
7. Las obras serán firmadas por sus autores, quienes especificarán en qué género desean participar. Es admisible el seudónimo literario, pero en este caso será indispensable que lo acompañe de su identificación. Los autores enviarán sus respectivas  fichas biobibliográficas.
8. La Casa de las Américas se reserva el derecho de publicación de la que será considerada primera edición de las obras premiadas, hasta un máximo de 10.000 ejemplares, aunque se trate de una coedición o de reimpresiones coeditadas. Tal derecho  incluye no sólo evidentes aspectos económicos sino todas las características gráficas y otras de la mencionada primera edición.
9. Las obras deberán ser remitidas a la Casa de las Américas (3ra y G, El Vedado, La Habana 10400, Cuba), o a cualquiera de las embajadas de Cuba, antes del 31 de octubre del año 2011.
10. Los jurados se reunirán en La Habana en enero del año 2012.
11. La Casa de las Américas no devolverá los originales concursantes.
12. El incumplimiento de alguna de estas bases conduciría a la invalidación del Premio otorgado.
La Casa de las Américas anuncia que una vez más entregará tres premios de carácter honorífico. Dichos premios (José Lezama Lima, de poesía; José María Arguedas, de narrativa, y Ezequiel Martínez Estrada, de ensayo) se otorgarán a obras relevantes  escritas por un autor de nuestra América, cuya primera edición en español sea de los años 2009 o 2010. En el caso de los libros de ensayo se tendrán en cuenta también aquéllos sobre tema latinoamericano y caribeño, publicados asimismo en español,  sea cual fuere la nacionalidad de sus autores. Las obras concursantes, en lugar de ser enviadas por los autores, serán nominadas exclusivamente por un Comité creado al efecto.

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