miércoles, 24 de agosto de 2011

Voz 80


Voz
La Paz (Bolivia), 24 de agosto de 2011          Año II          No. 80

Libertad inmediata para los Cinco héroes cubanos, presos políticos del imperio

Índice
Cuba: contra el terrorismo y refugio de los combatientes del pueblo
Declaración del Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba
La nueva vieja mentira de Estados Unidos: Cuba, país terrorista
por Rodolfo Romero Reyes


Cuba: contra el terrorismo y refugio de los combatientes del pueblo
El líder máximo de la Revolución cubana, desde el 11 de septiembre de 2001 hasta el 6 de octubre de ese año, en discursos, declaraciones y otros documentos suyos y del gobierno de ese país hermano, desarrolló una línea de acción de Cuba “Contra el terrorismo y contra la guerra”, materiales que fueron publicados en un folleto, tanto en la Mayor de las Antillas como en nuestro país. Citamos al líder cubano:
“El terror fue siempre instrumento de los peores enemigos de la humanidad para aplastar y reprimir la lucha de los pueblos por su liberación. No puede ser nunca instrumento de una causa verdaderamente noble y justa”.
“Cuba —sigue el líder cubano— fue el primer país que habló de la necesidad de una lucha internacional contra el terrorismo. Lo hizo a pocas horas de la tragedia sufrida por el pueblo norteamericano el 11 de septiembre (2001), expresando textualmente: ‘Ninguno de los actuales problemas del mundo se puede resolver por la fuerza (…). La comunidad internacional debe crear una conciencia mundial contra el terrorismo (…). Sólo la política inteligente de buscar la fuerza del consenso y la opinión pública internacional puede arrancar de raíz el problema (…). Este hecho tan insólito pudiera servir para crear la lucha internacional contra el terrorismo. (…) El mundo no tiene salvación si no sigue una línea de paz y de cooperación internacional’”.
Y aquella proclama contra el terrorismo guía el comportamiento de Cuba respecto de ese flagelo. A pesar de eso, desde hace 30 años, sin excepción, Estados Unidos incorpora a Cuba en la lista de países que, supuestamente, propician y/o que apoyan al terrorismo.
Política yanqui la que, como en otras materias, evidencia dos puntas hacia el terrorismo: condena y acaba con la vida de presuntos o reales terroristas y con frecuencia sin juicio y, al mismo tiempo, protege a conocidos terroristas como Luis Posada Carriles. Sobre lo último, un comunicado del gobierno de Cuba referido al Informe del Departamento de Estado de los Estados Unidos sobre el terrorismo (2010), dice: 
"El gobierno de Estados Unidos actúa como si no hubiera amparado, de manera permanente, al criminal confeso Luis Posada Carriles, a quien no ha querido juzgar por cargos de terrorismo, a pesar de contar con abundantes pruebas. Posada Carriles, junto con Orlando Bosch Ávila, quien fue beneficiado por un perdón presidencial de George Bush padre, es autor del horrendo atentado contra un avión civil cubano en pleno vuelo, que costó la vida a 73 personas inocentes. También es responsable directo de la muerte del turista italiano, Fabio Di Celmo, durante los atentados con bombas en instalaciones turísticas cubanas en 1997. Hoy Posada Carriles se pasea libre e impunemente por las calles de Miami, tras haber sido absuelto en una farsa judicial en El Paso, Texas. ”
Por lo que dice y por lo que hace la Revolución cubana sobre el terrorismo, comportamiento que es a la vez del pueblo del país hermano, con legitimidad, exige que a Cuba se lo excluya de aquella lista oprobiosa de países que, según aquella oficina estadounidense, es la de los que no combaten al terrorismo y que al contrario lo propician y/o le apoyan.
Una de las fundadas razones de Cuba para combatir al terrorismo es que éste, a la Isla emancipada, injustamente le hizo pagar miles de vidas humanas y pérdidas económicas cuantiosas; acciones que en casi todos los casos recibieron apoyo material y político de los imperialistas yanquis.
Es que son principios los que aplica la Revolución cubana respecto del terrorismo el que, incluida su crueldad inhumana, ejecuta acciones que no son las del pueblo porque aquéllas no representa sus intereses, al revés, les afectan. Esa es una constatación, de hace mucho tiempo, así como otra es que el terrorismo casi siempre es perpetrado por organizaciones de extrema derecha, fascistas o neofascistas, como se las denomina ahora.
Más aún, los revolucionarios cubanos afirman que no hay terrorismo malo y terrorismo bueno, punto de vista que compartimos y es verificable por los resultados que genera ese flagelo. Es decir, no hay terrorismo que arroje buenos resultados para el pueblo y malos resultados, también, en favor del pueblo.
Cuando se aplican los principios de manera consecuente se evita un comportamiento concesivo hacia el terrorismo presuntamente bueno y a la vez otro de rechazo respecto del terrorismo malo.
Y a propósito de principios, la solidaridad con los pueblos y sus dirigentes en lucha contra sus verdaderos enemigos es un discurso y una práctica consecuente de Cuba desde que triunfó la Revolución en 1959.
Fidel Castro, en su defensa política y jurídica ante el tribunal que lo “condenó”, es decir, en La historia me absolverá, como parte del programa del Moncada, afirmó que Cuba liberada sería solidaria con los pueblos en lucha y refugio de los perseguidos por las tiranías de ese tiempo. Citamos:
“Se declaraba, además (en el programa del Moncada, reiteramos), que la política cubana en América sería de estrecha solidaridad con los pueblos democráticos del continente y que los perseguidos políticos de las sangrientas tiranías que oprimen a naciones hermanas, encontrarían en la patria de Martí, no como hoy, persecución, hambre y traición, sino asilo generoso, hermandad y pan. Cuba debía ser baluarte de libertad y no eslabón vergonzoso de despotismo”. Este célebre discurso fue pronunciado por Fidel en 1953.
Según los dirigentes de la Revolución cubana, y en especial Fidel Castro, la solidaridad de nuestros pueblos con la lucha guerrillera del pueblo cubano, desde la Sierra Maestra, fue uno de los factores que contribuyó, también decisivamente, a la victoria revolucionaria de 1959, durante la construcción de la nueva sociedad y en la defensa de ésta. Solidaridad de nuestros pueblos que se desarrolla en múltiples formas contra el bloqueo yanqui a Cuba y, también, en las acciones que buscan la libertad inmediata de los presos políticos del imperio: los Cinco héroes, antiterroristas cubanos, que también son nuestros. Solidaridad que nuestros pueblos impulsan por dos vías: cuando respaldan a Cuba y su Revolución (que también es nuestra) y cuando luchan contra los mismos enemigos de aquella gesta heroica.
Sobre el asilo o el refugio de revolucionarios en Cuba, es imprescindible decir que aquel derecho —ahora es un derecho, según la Convención sobre el Estatuto de Refugiados—  lo ejercen innumerables latinoamericanos, tercermundistas y europeos (éstos pocos, al parecer) que el gobierno revolucionario cubano, hasta donde sabemos, jamás negó a perseguido alguno. Se afirma, por ejemplo, que miembros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) viven asilados en Cuba. Viven asilados allí, no obstante de que Fidel Castro en un libro suyo deja constancia de su discrepancia con los compañeros de las FARC respecto de los secuestrados. Éstos, dice Fidel en aquella publicación, dificultan el movimiento de una guerrilla. Este criterio es de alguien que sí sabe de guerrillas porque dirigió una victoriosa.
Es la palabra y la acción de Fidel Castro y de los revolucionarios cubanos las que nos llevan a reafirmar que aquéllos son ajenos al terrorismo y que esa patria liberada acoge a perseguidos políticos de izquierda y a otros socialdemócratas con alguna decencia. Unos y otros son bienvenidos en Cuba donde ejercen la libertad que les niegan en sus países de origen.
 En suma: Cuba está contra el terrorismo y es asilo de los combatientes de nuestros pueblos.

Declaración del Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba
El 18 de agosto, el Departamento de Estado incluyó a Cuba, por trigésima ocasión, en la espuria lista de "Estados patrocinadores del terrorismo internacional", con el único propósito de desacreditar a nuestro país y continuar justificando la política cruel y repudiada de bloqueo contra Cuba.
El gobierno de Estados Unidos, que ha practicado históricamente el terrorismo de Estado, las ejecuciones extrajudiciales, los secuestros de personas, los asesinatos con aviones no tripulados, la tortura y las detenciones ilegales, que ha establecido cárceles secretas, que es responsable de la muerte de cientos de miles de civiles inocentes como resultado de sus guerras de ocupación y conquista en Iraq y Afganistán, que bombardea sistemáticamente a Estados soberanos como Libia, no tiene la más mínima moral ni derecho alguno de juzgar a Cuba, que tiene una trayectoria intachable en la lucha contra el terrorismo y que ha sido, además, sistemáticamente víctima de ese flagelo.
El gobierno de Estados Unidos actúa como si no hubiera amparado, de manera permanente, al criminal confeso Luis Posada Carriles, a quien no ha querido juzgar por cargos de terrorismo, a pesar de contar con abundantes pruebas. Posada Carriles, junto con Orlando Bosch Ávila, quien fue beneficiado por un perdón presidencial de George Bush padre, es autor del horrendo atentado contra un avión civil cubano en pleno vuelo, que costó la vida a 73 personas inocentes. También es responsable directo de la muerte del turista italiano, Fabio Di Celmo, durante los atentados con bombas en instalaciones turísticas cubanas en 1997. Hoy Posada Carriles se pasea libre e impunemente por las calles de Miami, tras haber sido absuelto en una farsa judicial en El Paso, Texas.
Al propio tiempo, como prueba irrefutable de su doble rasero, el gobierno norteamericano mantiene en injusta prisión y castiga a nuestros cinco luchadores antiterroristas, por preservar la vida de ciudadanos cubanos, norteamericanos y de otros países.
3.478 cubanos han muerto y otros 2.099 han quedado mutilados, como resultado de acciones terroristas, organizadas, financiadas y perpetradas desde territorio norteamericano, en muchos casos, con la propia complicidad del gobierno de Estados Unidos.
La manipulación política de un tema tan sensible como la lucha contra el terrorismo ofende también la memoria de las víctimas de los criminales actos del 11 de septiembre de 2001, hecho que suscitó la solidaridad y el ofrecimiento de ayuda incondicional de nuestro gobierno y pueblo.
Cuba exige al gobierno de Estados Unidos que castigue a los verdaderos terroristas que hoy residen en territorio norteamericano, libere a los Cinco Héroes y ponga fin a la política de bloqueo y hostilidad contra nuestro país, que atenta contra los intereses legítimos de ambos pueblos.
La Habana, 19 de agosto del 2011
(tomado de Cubadebate:

La nueva vieja mentira de Estados Unidos: Cuba, país terrorista
por Rodolfo Romero Reyes
Los Estados Unidos hicieron público este jueves 18 de agosto los llamados “informes por países sobre terrorismo del año 2010?, el cual ubica a Cuba como “Estado patrocinador” de estas actividades junto a Irán, Siria y Sudán.
La noticia es vieja: desde 1982 el Departamento de Estado norteamericano incluye a la Isla en su lista negra anual, y cada año que pasa lo único que aumentan son las incoherencias de su argumentación. El informe recurre por enésima vez a los viejos e indemostrables lugares comunes de que Cuba apoya a las FARC y a ETA, que se caen por su propio peso y, acto seguido,  reseña una serie de hechos que lo único que prueban es la seriedad con que la Isla enfrenta este flagelo.
Veámoslo por puntos:
1. Dice el informe que no existen pruebas de que haya roto la relación con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). Sin embargo,  reconoce que fue un “contacto limitado con los miembros de las FARC, pero no hubo evidencia de apoyo financiero material directo o en curso”.
2. Sin citar fuentes ni encomendarse a nadie, asegura que “recientes informes de prensa indican que algunos miembros actuales y anteriores de Patria Vasca y Libertad (ETA) siguen viviendo en Cuba”. Sin embargo, reconoce que durante el mes de marzo del año pasado las autoridades cubanas “permitieron a la Policía Española viajar a Cuba para confirmar la presencia de presuntos miembros de ETA”.
Estos son los supuestos “pecados” de Cuba, que ya quisieran por un día de fiesta muchos de los países que no están en la lista de terroristas, empezando por el  que redacta el informe. A partir de ese primer párrafo y sin nada “malo” que agregar, los hechos se despojan de toda retórica y van al grano:
1. Reconoce el esfuerzo del gobierno cubano para evitar que emigrantes de países terceros lleguen ilegalmente a Estados Unidos y atenten contra la integridad de sus fronteras y la seguridad transnacional.
2. Cuba investigó el contrabando de inmigrantes y otras actividades relacionadas a través de un tercer país.
3. En el mes de noviembre, “permitió a representantes de la Administración de Seguridad en el Transporte (TSA) conducir una serie de inspecciones de seguridad a través de aeropuertos de la isla”.
4. “El gobierno cubano continúa persiguiendo agresivamente a las personas sospechosas de actos terroristas en Cuba”.
Y, ¡oh sorpresa!, pone como ejemplo la extradición desde Venezuela del terrorista confeso salvadoreño Francisco Antonio Chávez Abarca por su “presunta participación en una serie de atentados con bombas contra hoteles e instalaciones turísticas a mediados de la década de 1990?.  Participación demostrada en el juicio celebrado en La Habana. El informe reconoce que fue hallado culpable y condenado a “30 años de prisión por cargos de terrorismo… El Tribunal Supremo cubano conmutó las condenas a muerte de dos salvadoreños, René Cruz León y Otto René Rodríguez Llerena, quienes habían sido condenados por terrorismo”.
Lo extraordinario es que esta percepción del gobierno de EEUU respecto a Cuba coincide con un cable fechado en septiembre de 2009, divulgado por Wikileaks y emitido por el jefe de la Sección de Intereses de EEUU en La Habana. Jonathan D. Farrar da cuenta a sus superiores del encuentro celebrado en la capital cubana entre Bisa Williams, subsecretaria del Departamento de Estado, y el viceministro de Relaciones Exteriores, Dagoberto Rodríguez. Según el documento, Williams explicó que Cuba podría ser eliminada de la lista si se seguían procedimientos específicos y se efectuaba una revisión del proceso entre ambas partes.
Ni Farrar, ni Bisa Williams, ni nadie en su sano juicio podría incluir a Cuba, con informe o sin él, en la lista de países que patrocinan el terrorismo. A lo que podría añadirse que aquellos que cada año están obligados a redactarlo no solo no se creen la mentira, sino que pasan las de Caín para enhebrar un párrafo con otro.
La pregunta, entonces, es: ¿a quién quiere engañar Estados Unidos?

De la Redacción:
Las notas firmadas expresan los criterios de los autores.
Responsables de esta edición de Voz 80: 
Yuri Aguilar Dávalos
y Remberto Cárdenas Morales

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