sábado, 1 de enero de 2011

Voz 50

Voz
La Paz (Bolivia), 1 de enero de 2011          Año I          No. 50

Libertad inmediata para los Cinco héroes cubanos, presos políticos del imperio

Índice
La Revolución Cubana, un ejemplo inagotable
Presidente de Bolivia a los cubanos
Gracias por enseñarnos lo que es una revolución y los principios
“Nuestro pecado ha sido decirle “no” al mandato imperial”
Discurso pronunciado por el compañero Rafael Dausá Céspedes, embajador de la República de Cuba en Bolivia en el acto central por el 50 aniversario de la Revolución Cubana
Reflexiones de Fidel Castro:
El principal estímulo a nuestros esfuerzos
Fidel Castro Ruz
Diciembre 29 de 2010
Reflexiones de Fidel Castro:
La batalla contra el cólera
Fidel Castro Ruz
Diciembre 27 de 2010
La solidaridad como primicia
Sobre el Comandante de Nuestra América: www.chebolivia.org
De la Redacción:
Las notas firmadas expresan los criterios de los autores.
Responsables de esta edición de Voz 50:
Yuri Aguilar Dávalos
y Remberto Cárdenas Morales


La Revolución Cubana, un ejemplo inagotable
Entre los militantes bolivianos de izquierda, la Revolución Cubana, desde la victoria e incluso antes, generó debates prolongados sobre la guerra de guerrillas, el refuerzo de esta última desde las ciudades, la organización de la dirección política y militar, la unidad amplísima de los revolucionarios y progresistas, la solidaridad externa que recibió aquella epopeya, la incorporación creciente de las capas medias urbanas y rurales a la segunda y definitiva independencia cubana, el rol de trabajadores del campo y de las ciudades… Y a pesar de las divergencias aquellos luchadores sociales y políticos de nuestro país coincidieron para organizar la solidaridad con la Revolución Cubana en nuestro suelo; la que es entendida por los dirigentes de aquel país hermano como un factor, también decisivo, para la victoria revolucionaria y en la construcción de la nueva sociedad democrática y socialista.
Además de las ideas liberadoras y socialistas que se aplicaban en Cuba y se asimilaban en países como el nuestro, el ejemplo de la guerra de guerrilla victoriosa, diversos revolucionarios de procedencias dispares, trataron de aplicar en sus realidades nacionales aquella forma de lucha, por lo que el imperialismo yanqui culpó a Cuba de exportar la revolución. Fidel y los revolucionarios cubanos se encargaron de difundir que la revolución no era ni es exportable. Cuando a los combatientes nicaragüenses, desde la derecha y el imperio, se les dijo que pretendían organizar otra Cuba en Nicaragua, Fidel respondió, cuando visitaba Managua, que en aquel país centroamericano se articulaba otra Nicaragua, esencialmente distinta a la de los tiranos Somoza.
Los latinoamericanos, con las acciones guerrilleras que impulsaban, apuntaban al enfrentamiento de los regímenes criollos y al imperio, así entendían que también se solidarizaban con Cuba y sus transformaciones.
En Bolivia, en particular en La Paz, los revolucionarios al mismo tiempo que organizaban la solidaridad con Cuba revolucionaria, aprendían que la solidaridad debía desarrollarse en dos direcciones: respaldo a la obra revolucionaria de la Isla caribeña y lucha en Bolivia contra los enemigos que desde hace 50 años resisten con buenos resultados el bloqueo yanqui en su contra, el que configura una guerra económica, financiera y comercial.
Los primeros años de la construcción revolucionaria en Cuba, años 60 del siglo XX, cuando la Isla necesitaba y recibía una solidaridad militante y que no fallaba, los revolucionarios bolivianos, los comunistas en especial, tenían que abrirse espacio en plazas y calles para desplegar las acciones de respaldo a Cuba y su Revolución. Los gobiernos de entonces en realidad no toleraban que aquella solidaridad cobre automovimiento y se convierta en una acción de masas. Con las limitaciones impuestas por esos regímenes desafectos a Cuba, aquí se emprendían, además, jornadas antiimperialistas que constituían apoyo a la Mayor de las Antillas. Ese apoyo a Cuba implicaba al mismo tiempo proclamas y acciones antiimperialistas.
Desde la izquierda boliviana se desplegaban las proclamas y esas acciones, comportamiento que no era unánime, pero con seguridad de que había consenso entre esa izquierda para materializar su conducta solidaria.
Los revolucionarios bolivianos en aquel tiempo tenían muy claro que debían estudiar la teoría y la práctica de la Revolución Cubana y obraban en consecuencia. El porqué del antiimperialismo militante a toda prueba de los cubanos y las etapas democrática y socialista de la Revolución los primeros años de aquélla y, luego, el internacionalismo cubano cuando voluntarios de aquel pueblo hermano luchaban en tierras africanas para aportar a la consolidación de la derrota del sistema colonial imperialista en aquel continente, así como por qué Cuba fue excluida de la Organización de Estados Americanos.
Se requería entender muy bien las peculiaridades de la Revolución Cubana que las tenía como otro proceso similar, así como las que eran regularidades, realidades comunes a otras revoluciones.
Entre los  ejemplos sobresalientes de la Revolución Cubana está la construcción de la unidad de todo el pueblo y de éste con los que gestaron movimientos de respaldo al proceso transformador del país caribeño, desde posiciones antiimperialistas y democráticas. En los 50 ó 52 años de la Revolución Cubana hubo gobiernos y personalidades que más allá de las diferencias con aquélla, fueron y son solidarios con tal proceso. Así se explica, por ejemplo, que 187 países afiliados a la ONU hayan votado hace poco en contra del bloqueo yanqui a Cuba. En Bolivia son innumerables los compatriotas que sin ser antiimperialistas y/o socialistas a toda prueba, sin embargo, apoyan la causa cubana.
Se conoce que empresarios cruceños que visitaron Cuba como parte de un programa turismo y salud (hace al menos dos décadas), cuando se les pidió apoyo económico para candidatos de izquierda al Parlamento en  elecciones en las que, con fraude o sin él, ganaba la derecha, dijeron: Si es para que hagan en Bolivia lo que hemos visto en Cuba, aportaremos como nos solicitan.
Ahora la cooperación cubana en salud y en educación mejora los alcances bolivianos, en desarrollo humano, lo que nos aproxima a las metas del milenio, en aquellos dos servicios, planteadas por Naciones Unidas. La solidaridad internacionalista cubana a nuestro pueblo es mucho más visible que antes. La reciprocidad boliviana no siempre es oportuna ni la que podemos entregar a los cubanos. Algunos despistados o derechistas, voces ciertamente aisladas, se animan a decir que primero se debe alimentar con arroz a los bolivianos y luego se debe mandar lo que sobre a Cuba (o a Venezuela).
El pueblo boliviano antes y actualmente tuvo y, creemos que tendrá, como parte de su accionar cotidiano, apoyar a Cuba y luchar en suelo boliviano contra los que bloquean a Cuba y que mantienen como presos políticos en Estados Unidos a los Cinco antiterroristas cubanos, para los que exigimos libertad inmediata, al tiempo de agitar nuestras banderas en homenaje a los 52 años de revolución democrática y socialista en Cuba de Martí y de Fidel. 
Presidente de Bolivia a los cubanos
Gracias por enseñarnos lo que es una revolución y los principios
Todo el mundo está con Cuba, la votación en la ONU de más de 180 países en contra del bloqueo de Estados Unidos a la Isla lo demuestra, dijo Evo Morales en un acto de homenaje a los 52 años de la Revolución Cubana, realizado en el Palacio de Comunicaciones (La Paz), el pasado 23 de diciembre pasado.
Cuba no se rinde
En aquel acto se recordó que durante 50 años, Estados Unidos mantiene una guerra económica, financiera y comercial contra de  Cuba, el que no consiguió que el país caribeño se rinda, afirmó el Presidente del Estado Plurinacional de Bolivia, el principal orador en aquel acto.
El Presidente, asimismo, reiteró que el capitalismo y el imperialismo son los principales responsables del calentamiento de la tierra; madre tierra cuyos derechos seguirá defendiendo.
En Bolivia, ni el Fondo Monetario Internacional ni el Banco Mundial, organismos al servicio del imperialismo, ya no pueden determinar ninguna política como antes, particularmente en Bolivia, recordó. Estamos mejor que antes y luego de habernos liberado de las imposiciones de aquellos organismos financieros. Incluso el imperialismo, aquí, no puede dominar como lo hizo largo tiempo, subrayó.
Aporte vital
Morales rememoró que los cooperantes cubanos y venezolanos entregaron un aporte vital al proceso de cambios en Bolivia, particularmente en 2007. Sin cubanos y sin venezolanos corríamos el riesgo de rendirnos y hundirnos, añadió.
En relación con aquella cooperación, Evo Morales, señaló que aprendió de Fidel Castro que cuando se trata del apoyo material entre nuestros pueblos, es decir de la solidaridad material, se debe compartir lo que se tiene y en ningún caso lo que nos sobra.
Asimismo, el Presidente de Bolivia expresó su convencimiento de que la revolución en América Latina y en mundo es imparable.
También afirmó que en Bolivia, el actual gobierno, construye un socialismo para vivir bien, sin saquear los recursos naturales, y en hermandad y solidaridad, en el camino de liberación de nuestros pueblos, afirmó.
Reconoció que en Bolivia carecemos de la disciplina de los cubanos.
Principios
No renunciaremos a nuestros principios, a nuestros valores. Esto también hemos aprendido de los compañeros cubanos, aseguró Morales.
El Presidente destacó la solidaridad en salud y educación recibida de cubanos y venezolanos y que nuestro país, por primera vez, presta esos servicios con apoyo de los cubanos. El año pasado 50 médicos bolivianos, formados en Cuba, integraron una brigada de solidaridad con Haití, cuya misión fue enfrentar las consecuencias del terremoto que afectó a ese país y pueblo caribeños
Médicos cubanos
La responsable en ejercicio de la jefatura de la Brigada Médica Cubana en Bolivia y Directora de la clínica El Colaborador en La Paz, dijo que hasta el 23 de diciembre fueron operados de la vista 578.020 compatriotas y pacientes de países vecinos.
Aquella médica informó, también, que 38 mil médicos cubanos colaboran en 70 países. En Bolivia aquella colaboración médica es de excelencia, según la profesional.
Profesores cubanos y venezolanos, ahora, desarrollan la campaña postalfabetización: Yo sí puedo seguir. Sobre esa actividad, la responsable cubana de ese programa en nuestro país, refirió que 25 mil participantes de ese programa han vencido un nivel equivalente al segundo curso de primaria.
Yana Fernández Hoyos, presidenta de la Asociación de Residentes Cubanos en Bolivia, dijo que defienden y defenderán la Revolución Cubana allí donde se encuentren y que los cubanos han demostrado ser invencibles frente al imperialismo.
Mario Salinas, presidente del Movimiento Boliviano de Solidaridad con Cuba, señaló que entre ésta y nuestro país la solidaridad es mutua y que en ambos Estados se construye el socialismo.
 Rafael Dausá, embajador de Cuba en Bolivia hizo un recuento de la construcción del socialismo en Cuba y de la conspiración imperialista en contra de la gesta cubana. Su discurso completo publicamos en esta edición de Voz 50.

“Nuestro pecado ha sido decirle “no” al mandato imperial”
Discurso pronunciado por el compañero Rafael Dausá Céspedes, embajador de la República de Cuba en Bolivia en el acto central por el 50 aniversario de la Revolución Cubana
La Paz, 23 de diciembre de 2010
Querido compañero Evo Morales Ayma, presidente constitucional de Bolivia.
Estimados compañeros Ministros, parlamentarios, viceministros.
Hermanas y hermanos bolivianos.
Compañeros colaboradores cubanos.
Compañeras y compañeros.
Sean mis primeras palabras para expresarle al compañero Presidente Evo Morales, a nombre del gobierno y el pueblo de Cuba, a nombre de nuestros colaboradores internacionalistas, nuestro profundo y eterno agradecimiento por su asistencia a este acto de homenaje a la Revolución Cubana en su 52 Aniversario y por su solidaridad militante y apoyo irrestricto a Cuba, a Fidel, a Raúl  y a todo el pueblo cubano.
Celebrar el triunfo de la Revolución Cubana fuera de Cuba, siempre tiene una connotación especial. Hacerlo en Bolivia, creo que nos da una posibilidad realmente única.  Esta sagrada tierra boliviana que acogió por más de 30 años los restos del Guerrillero Heroico, Ernesto Che Guevara, hoy nos recibe con un cariño, una solidaridad y una hermandad sin par.
Bastaría solo este argumento para que todos los cubanos y cubanas que hoy laboramos en esta heroica tierra  tengamos el deber y la obligación moral de dar nuestro mayor esfuerzo, incluso nuestra propia vida si fuera preciso, por defender la noble patria boliviana
52 años han pasado desde aquel glorioso primero de enero de 1959 en que las fuerzas revolucionarias encabezadas por el Comandante en Jefe, Fidel Castro, lograban expulsar al tirano Batista y barrer a una de las dictaduras más sangrientas y corruptas que gobernaban en América Latina.
Han sido 52 largos años de agresiones militares, bloqueo económico, de guerra radio electrónica, de múltiples campañas de infamias y mentiras. Pero sobre todo, han sido 52 años de heroica resistencia del pueblo cubano, 52 años de combate frontal y 52 años de victorias contra el imperialismo norteamericano.
¿Cuál ha sido el “pecado” de la Revolución Cubana para tener que enfrentar tanto odio y tantas agresiones?
¿Ser socialistas?, ¿intentar construir una nueva sociedad? No creo, estos han sido solo pretextos para llevar a cabo una política cruel y genocida contra el pueblo cubano.
Nuestro pecado ha sido precisamente no rendirnos nunca, aun en las condiciones más difíciles que ha enfrentado nuestro país.
Nuestro pecado ha sido ser dignos.
Nuestro pecado ha sido ser un ejemplo, un referente de libertad para los países de América Latina y del mundo.
Nuestro pecado ha sido decirle “no” al mandato imperial.
Nuestro pecado ha sido el ayudar a otros pueblos de manera solidaria.
Eso es, lo que 10 diferentes administraciones norteamericanas no le han perdonado al pueblo cubano.
La orfandad de ideas del imperialismo yanqui resulta algo asombroso. Cuando uno analiza la política que desarrolla el gobierno norteamericano contra la Revolución boliviana se da cuenta que son las mismas viejas, criminales y fracasadas recetas que se le aplicaron a Cuba desde el triunfo de la Revolución Cubana. 
A Cuba se le bloqueo económicamente, a Bolivia se le cancelan las preferencias del ATPDEA, se le reduce la colaboración económica.
A Cuba se le han hecho múltiples campañas políticas y diplomáticas, a Bolivia se le hace hoy lo mismo.
A Fidel lo intentaron demonizar, lo intentaron asesinar más de 637 veces. Al compañero Evo le intentan hacer lo mismo.
A Cuba la incluyeron vilmente en todas las listas negras del Departamento de Estado de los Estados Unidos: terrorismo, narcotráfico, violación de los derechos humanos, a Bolivia hoy le están creando los mismos expedientes.
Han pasado 52 años de la Revolución Cubana y la arrogancia y la prepotencia imperial es la misma. Pero más importante que eso es que 52 años después, los revolucionarios cubanos tampoco hemos cambiado nuestros principios, nuestra dignidad y no los cambiaremos nunca.
El imperialismo es incapaz de entender que hay hombres que no se venden, que hay hombres como  Fidel y Raúl, como el Che, como Chávez, como Evo que no se rinden, que no cambian sus principios, sus valores revolucionarios, que son capaces de luchar e incluso morir por una causa justa.
La relación histórica entre Cuba y Bolivia se selló hace 43 años con la sangre guerrillera del Che y de muchos de sus compañeros. Sangre de cubanos y de bolivianos que no cayó en vano y que hoy vemos como renace en la nueva Bolivia bajo la sabia conducción del compañero Evo Morales.
El 1 de enero de 1959 marcó un hito histórico en el continente latinoamericano. Por primera vez se rompieron las cadenas del imperialismo. Sin embargo, la historia de estos 52 años es bien conocida. El imperialismo norteamericano no ha cesado en sus agresiones de todo tipo contra Cuba. Pero, como decía José Martí: “la libertad cuesta muy cara, y es necesario, o resignarse a vivir sin ella, o decidirse a comprarla por su precio”.
La experiencia de la Revolución Cubana en estos 52 años, ha sido la de luchar contra un enemigo que no da tregua, contra un enemigo que no perdona el más mínimo error, contra un enemigo brutal que es capaz de emplear políticas de bloqueo genocidas que intentan rendir por hambre y enfermedades a todo un pueblo, que es capaz de emplear las armas más sofisticadas e inimaginables para tratar de destruir a la Revolución y a sus líderes, un enemigo que es capaz de mentir de la forma más descarada y prepotente con tal de lograr sus mezquinos intereses.
Los imperialistas no perdonan nuestra resistencia, no  perdonan que seamos un ejemplo de dignidad, no  perdonan que a pesar de todas sus campañas de mentiras, los pueblos del mundo siguen viendo en Cuba un referente moral y revolucionario. Siguen viendo una esperanza.
Compañero Evo,
Compañeras y compañeros,
La colaboración cubana en Bolivia llega hoy a los más intrincados rincones del país. Desde Yacuiba a Cobijas, desde Puerto Suárez hasta Copacabana, hombres y mujeres de la Cuba revolucionaria, de la Cuba de Fidel, brindan lo mejor de si en la construcción de una nueva Bolivia.
Bolivia nos recibe hoy con cariño y agradecimiento y con esos mismos sentimientos el pueblo cubano recibe a más de 5 mil hijos de la patria boliviana que estudian en Cuba. Con ese mismo cariño y amor, nuestros colaboradores han atendido ya a más de 43 millones de bolivianos y bolivianas, le han salvado la vida a más de 43 mil, han operado de la vista a 568320 personas, han enseñado a leer y a escribir a más de 827 mil. Bastarían estos datos para darnos cuenta de la profunda solidaridad y amistad verdadera que existe hoy entre Cuba y Bolivia.
Estas cifras, lejos de envanecernos nos reafirman cada día más, lo mucho que queda por hacer, y, en especial, que Cuba no hace otra cosa que pagar esa deuda de gratitud eterna con el noble pueblo boliviano.
Nuestra solidaridad con Bolivia es y será incondicional.  No pedimos ni pediremos nada a cambio.
Nuestros cooperantes internacionalistas no se alojan en hoteles de 5 estrellas, ni solicitan grandes sueldos. Vivimos junto con el pueblo boliviano, pasamos sus penurias y esto lejos de contrariarnos, nos enorgullece grandemente.
Estos hombres y mujeres que han curado, que han enseñado a leer y a escribir, que han ayudado de muchas maneras, son reflejo del hombre nuevo con el que soñó el Che Guevara. Ejemplos de solidaridad, de entrega total a una causa justa, de espíritu de sacrificio.
La Revolución Cubana seguirá apoyando en todo lo que esté a nuestro alcance al pueblo y gobierno bolivianos.
En estas tierras, hemos dado amor y hemos recibido también mucho amor y muchas enseñanzas.
Junto al pueblo boliviano hemos aprendido de su cultura ancestral.
Hemos aprendido de la cosmovisión andina.
Hemos conocido junto a ustedes el ama sua, ama llulla, ama quella. El sumaj qamaña
Hemos conocido de la coca y el apthapi.
Hemos transitado por sus ayllus, sus montañas y sus ríos.
Hemos reído y hemos llorado junto con el pueblo boliviano.
Pero por sobre todas las cosas hemos aprendido a querer a este pueblo mil veces heroico.
Compañeras y compañeros:
En una celebración como esta, resulta obligado evocar la gesta heroica del Che Guevara, como igualmente resulta obligado evocar la heroica resistencia de nuestros 5 hermanos que sufren injusta  e ilegal condena en cárceles norteamericanas por el solo delito de luchar contra el terrorismo que desde el sur de la florida, el gobierno norteamericano ha permitido, financiado y organizado durante más de 50 años.
A nuestros hermanos y hermanas del movimiento de solidaridad, al pueblo boliviano, nuestro agradecimiento por todo lo que han hecho en defensa de nuestros 5 héroes. Hoy más que nunca necesitamos de su labor a favor de nuestros compañeros; concientes de que todo lo que hagamos por Gerardo, Ramón, René, Antonio y Fernando, siempre será poco.
El imperialismo ha querido doblegar a nuestros hermanos utilizando diferentes artimañas. Han querido separarlos de sus familias, los han sometido a tratos crueles e inhumanos, los han tratado de intimidar. Pero todas las bajezas imperiales se han estrellado contra la valentía, la dignidad y sobre todo la confianza en la Revolución y en Fidel de 5 jóvenes que hoy representan el decoro de todo un pueblo.
A mis hermanos y hermanas de las diferentes brigadas y grupos de colaboración les digo una vez más que la patria espera de nosotros la firmeza de principios, el trabajo arduo, la entrega total.
La traición, la rendición y el cansancio no forman parte del accionar revolucionario de los cubanos dignos que hoy luchamos por un mundo mejor que si es posible.
Los revolucionarios cubanos que tenemos el privilegio histórico de trabajar y luchar en Bolivia por los mismos ideales por los que luchó y murió en esta noble tierra el Che Guevara, reafirmamos nuestro compromiso inalterable con la Revolución Cubana, con el Partido Comunista de Cuba, con Fidel y con Raúl.
Como también reafirmamos nuestro compromiso irrenunciable con la Revolución boliviana y con su líder Evo Morales y desde este “hondón americano” decimos como decía el Che: “Hasta la Victoria siempre”.
Jallalla Bolivia.
Jallalla Evo Morales.
Jallalla Cuba.
Jallalla Fidel.
Kausachun Cuba, wuañuchun yanquis.
Patria o muerte
Venceremos

Reflexiones de Fidel Castro:
El principal estímulo a nuestros esfuerzos
(El líder de la Revolución analiza un artículo de la periodista Nina Lakhani, publicado en el periódico británico The Independent, acerca del significado de la brigada médica cubana para el sufrido pueblo de Haití)
Fue tan impactante el reportaje gráfico de la periodista Gladys Rubio sobre la epidemia de cólera en Haití, publicado en la “Mesa Redonda” de ayer, que decidí posponer para hoy miércoles la Reflexión que anuncié el lunes. La misma se proponía analizar, desde otro ángulo, el dramático golpe que significó para el pueblo haitiano el terremoto del12 de enero de este año, al que siguió, en menos de 10 meses, una epidemia generalizada de cólera y un huracán.
Tales hechos tenían lugar en un país que había sido víctima de los conquistadores, del colonialismo y la esclavitud. Su población autóctona había sido eliminada por la conquista y la búsqueda forzosa de oro. La nación haitiana tiene como raíz los cientos de miles de seres humanos arrancados de África por los comerciantes europeos de esclavos, y vendidos a los agricultores esclavistas de Haití para producir café, azúcar y otras mercancías tropicales con las cuales suministrar los emergentes mercados capitalistas.
El pueblo de Haití protagonizó, en los primeros años del siglo XIX, la primera revolución social en la historia de este hemisferio; fue fuente de inspiración y punto de apoyo en armas para los que llevaron a cabo la proeza de liberar Suramérica del dominio español.
Nuestra solidaridad con el pueblo de Haití tiene doble raíz: nace de nuestras ideas, pero también de nuestra historia.
Después de la revolución social que allí tuvo lugar, el colonialismo español convirtió a Cuba, donde también incontables africanos habían sido arrancados del África y vendidos como esclavos, en la principal suministradora de café, azúcar y otros productos tropicales.
Como consecuencia de ese proceso, cuando las colonias españolas de Sur y Centroamérica se independizaron en cruenta y heroica lucha, la colonia cubana aportaba a la metrópoli española más ingresos netos que el conjunto de aquellos países antes de que los mismos se independizaran, un hecho que influyó decisivamente en el destino de nuestra Patria a lo largo de casi dos siglos que transcurrieron posteriormente.
Hace dos días explicaba cómo surgió la cooperación médica con Haití, la cual nos llevó a la formación de cientos de jóvenes médicos de ese hermano país y al envío de una fuerza de profesionales cubanos de la salud. No se trata de algo que surgiera por azar.
Tampoco nos sorprenden los esfuerzos de Estados Unidos y Europa por desinformar, ocultar y mentir sobre los móviles de la conducta de Cuba.
Un conocido periódico británico, The Independent, con incuestionable prestigio en los medios liberales de Gran Bretaña, “aunque no disfruta el privilegio que Wikileak, concedió a The Guardian y otros cuatro conocidos órganos de prensa”, que consultaron con Washington los puntos más sensibles de la información recibida publicó, hace tres días, un atrevido artículo de la periodista Nina Lakhani, titulado “Médicos cubanos en Haití ponen al mundo avergonzado”. Es el asunto que deseaba analizar, por la osadía con que llama a las cosas por su nombre en ese tema, aunque ello no implica que comparta cada una de sus apreciaciones sobre las motivaciones que determinaron nuestra conducta. Lo explicaré usando el texto de la traducción y de forma tan sintética como sea posible.
“Son los verdaderos héroes ¿dice? del desastre del terremoto de Haití, la catástrofe humana a las puertas de Estados Unidos frente a la cual Barack Obama prometió  una monumental misión humanitaria de los EE.UU. para aliviarla. Sin embargo, los héroes de los que hablamos son ciudadanos del archi-enemigo de los Estados Unidos, Cuba, cuyos médicos y enfermeras han hecho que los esfuerzos de Estados Unidos sean motivo de sonrojo.
“Una brigada médica de 1.200 cubanos está funcionando en todo Haití, devastado por el terremoto e infectado por el cólera, como parte de la misión médica internacional de Fidel Castro, que ha ganado al Estado socialista muchos amigos, pero poco reconocimiento internacional.”
“…los organismos de ayuda internacional estaban solos en la lucha contra la devastación que mató a 250.000 personas y había dejado sin hogar a cerca de 1,5 millones. […] profesionales de la salud cubanos han estado en Haití desde 1998, […] en medio de la fanfarria y la publicidad en torno a la llegada de la ayuda de los Estados Unidos y el Reino Unido, centenares de nuevos  médicos, enfermeras y terapeutas cubanos llegaron sin que nadie los mencionara apenas…”
“Estadísticas publicadas la semana pasada muestran que los médicos cubanos, trabajando en 40 centros a través de Haití, han tratado más de 30.000 pacientes de cólera desde octubre. Son el mayor contingente extranjero, tratando alrededor del 40 por ciento de todos los pacientes de cólera. Otro lote de médicos de la Brigada cubana ‘Henry Reeve’, un equipo de especialistas para desastres y emergencias, llegó recientemente cuando se hizo evidente que Haití estaba luchando por hacer frente a la epidemia que ya ha matado a cientos.”
“…Cuba ha formado a 550 médicos haitianos gratuitamente en la Escuela Latinoamericana de Medicina (ELAM), una de las más radicales iniciativas médicas del país. Otros 400 actualmente están siendo preparados en la escuela, que ofrece educación gratuita “incluyendo libros gratis y un poco de dinero de gasto” a cualquiera lo suficientemente calificado, que no pueda permitirse estudiar medicina en su propio país.
“John Kirk es un profesor de estudios de América Latina en la Universidad de Dalhousie, en Canadá, que investiga sobre los equipos médicos internacionales de Cuba. Él dijo: ‘la contribución de Cuba en Haití es como el secreto más grande del mundo. Son apenas mencionados, a pesar de que están haciendo mucho del trabajo pesado’.
“Esta tradición se remonta a 1960, cuando Cuba envió a un puñado de médicos a Chile, golpeado por un fuerte terremoto, seguido por un equipo de 50 a Argelia en 1963. Esto fue cuatro años después de la revolución, que vio a casi la mitad de los 7.000 médicos del país […]partir para los Estados Unidos.”
“…El programa más conocido es la Operación Milagro, que comenzó con oftalmólogos  tratando a enfermos de cataratas en empobrecidos pueblos venezolanos a cambio de petróleo. Esta iniciativa ha restaurado la visión de 1,8 millones de personas en 35 países, incluido la de Mario Terán, el sargento boliviano que mató a Che Guevara en 1967.
La Brigada ‘Henry Reeve’, rechazada por los estadounidenses después del huracán Katrina, fue el primer equipo en llegar a Pakistán tras el terremoto de 2005 y el último en salir seis meses más tarde.”
“…de acuerdo con el profesor Kirk. ‘…También es una obsesión de Fidel y le gana votos en las Naciones Unidas’.
“Una tercera parte de los 75.000 médicos de Cuba, junto con  otros 10.000  trabajadores de la salud, están trabajando actualmente en 77países pobres, incluyendo El Salvador, Malí y Timor Oriental. Esto deja aún en Cuba  un médico por cada 220 personas, una de las tasas más elevadas del mundo, […] uno para cada 370 en Inglaterra.
“Dondequiera que se les invita, los  cubanos aplican su modelo integral centrado  en la prevención, visitando familias en sus casas, monitoreando proactivamente la salud infantil y materna. Esto ha producido ‘resultados sorprendentes’ en partes del Salvador, Honduras y Guatemala, bajando las  tasas de mortalidad infantil y materna, reduciendo las enfermedades infecciosas y dejando detrás a los trabajadores locales de salud mejor capacitados, de acuerdo con la investigación del profesor Kirk.
“La formación médica en Cuba dura seis años “un año más que en el Reino Unido” […] cada graduado trabaja como un médico de familia durante tres años como mínimo.”
“Este modelo ha ayudado a Cuba para lograr algunas de las mejoras de salud más envidiables de todo el mundo, a pesar de gastar sólo 400dólares por persona el año pasado en comparación con 3.000 en el Reino Unido y 7.500 dólares en los Estados Unidos, de acuerdo con las cifras de la Organización para la Cooperación Económica y el Desarrollo.
“La tasa de mortalidad infantil, una de las medidas más confiables de la salud de la nación, es 4,8 por 1.000 nacidos vivos, comparable con el Reino Unido y menor que los Estados Unidos. Sólo el 5 por ciento de los bebés nacen con bajo peso, un factor crucial para la salud a largo plazo…”
“Imti Choonara, un pediatra de Derby […] que participa en talleres anuales en la tercera ciudad de Cuba, Camagüey, afirma: ‘La Salud en Cuba es fenomenal y la clave es el médico de familia, […] se enfoca en la prevención... La ironía es que los cubanos llegaron al Reino Unido después de la Revolución para ver cómo funcionaba el NHS (Sistema Nacional de Salud). Ellos tomaron lo que vieron, lo refinaron y desarrollaron; mientras tanto, nosotros nos movemos hacia el modelo estadounidense’.
“…el embargo norteamericano […] impide a muchas de las compañías estadounidenses comerciar con Cuba y persuade a otros países a seguir su ejemplo. El informe de 2009/10 incluye fármacos para el cáncer infantil, VIH y artritis, algunos anestésicos, así como los productos químicos necesarios para diagnosticar infecciones y preservar órganos.”“...los cubanos están inmensamente orgullosos y apoyan su contribución en Haití y otros países pobres, encantados de estar golpeando por encima de su peso en la escena internacional…”
“La  formación médica es otro ejemplo. Actualmente hay 8.281estudiantes de más de 30 países enrolados en la ELAM, que el mes pasado celebró su aniversario 11. El Gobierno pretende inculcar un sentido de responsabilidad en los estudiantes con la esperanza de que trabajarán dentro de sus propias comunidades pobres durante al menos cinco años.
“Damien Joel Suárez, 27 años, un  estudiante de segundo año de Nueva Jersey, es uno de los 171 estudiantes norteamericanos; ya se han graduado 47. Él rechaza las acusaciones de que la ELAM es parte de la maquinaria de propaganda cubana. ‘Por supuesto, el Che es un héroe aquí, pero no estás obligado a reverenciarlo’.”
No todas las cosas que se afirman sobre Cuba son favorables. El artículo contiene igualmente críticas, varias de las cuales compartimos, y en ocasiones somos, incluso, más severos que The Independent. Se habla en él de bajos salarios y escaseces. Con independencia de nuestros errores, no se menciona el hecho de que a lo largo de más de 50 años de bloqueo, agresiones y amenazas, nuestro país ha sido obligado a invertir enormes energías, tiempo y recursos para resistir los embates del imperio más poderoso que ha existido en la historia.
No obstante, es admirable la sinceridad y claridad con que Nina Lakhani expone, y The Independent publica, ese valiente artículo sobre lo que significa para el sufrido pueblo de Haití una tragedia que en su primera etapa ha costado ya la vida de casi 3.000 víctimas, entre niños, jóvenes y adultos, muchos de los cuales sufren desnutrición y otros azotes de salud, sin que a veces dispongan de leña para hervir el agua que consumen.
Las noticias llegadas de ese hermano país informan que hasta hoy miércoles 29 otras 717 personas habían sido atendidas por la Misión Médica Cubana. No se reportan fallecidos en cinco días consecutivos. La tasa de letalidad entre los asistidos por Cuba, que ascienden ya a 48.931, se redujo a 0.55%. La cifra oficial de ciudadanos afectados por la enfermedad ascendía a 130.534, y la de fallecidos a 2.761 para una tasa de 2.1%. Se lucha para que métodos más eficientes se apliquen en todos los centros que combaten la epidemia. Los Grupos de Penetración de la Brigada “Henry Reeve” “cubanos, latinoamericanos y haitianos graduados de la ELAM” se elevan ya a 42, y pueden penetraren cualquiera de las sub comunas más aisladas de Haití. Cuentan además con 61 unidades de atención al cólera.
El esfuerzo de nuestro país en favor de la salud humana, que comenzó desde el triunfo mismo de la Revolución, como expresa el artículo publicado por The Independent, se puede apreciar en el hecho de que el próximo año se graduarán en la República Bolivariana de Venezuela 8.000 médicos que fueron capacitados en la teoría y en la práctica con la cooperación de los especialistas cubanos de la salud. Venezuela también alcanzará niveles de salud que la ubicarán entre las primeras del mundo. Tan alentadores resultados constituyen el principal estímulo a nuestros esfuerzos.
Fidel Castro Ruz
Diciembre 29 de 2010

Reflexiones de Fidel Castro:
La batalla contra el cólera
(El líder de la Revolución Cubana sintetiza una entrevista que concediera al diario Le Temps el intelectual brasileño Ricardo Seitenfus luego de su abrupto despido como representante especial de la OEA en Haití y, a propósito, Fidel ofrece elementos sobre la colaboración médica cubana con la hermana nación, y la formación de galenos haitianos en nuestro país)
Hago un alto, entre varios análisis importantes que ocupan mi tiempo en estos días, para referirme a dos temas que deben ser conocidos por nuestro pueblo.
La ONU, instigada por Estados Unidos, creador de la pobreza y el caos en la República haitiana, había decidido enviar al territorio de Haití a sus fuerzas de ocupación, la MINUSTAH (Misión de Estabilización de las Naciones Unidas en Haití) que, de paso, introdujo la epidemia de cólera en ese hermano país.
El Secretario General de la OEA, por su parte, decidió nombrar a principios de 2009, como representante personal suyo en Haití a un intelectual brasileño, Ricardo Seitenfus, que entonces laboraba en el Ministerio de Relaciones Exteriores de su país.
Seitenfus gozaba de merecido prestigio en los círculos diplomáticos y gubernamentales de la capital de Haití por la seriedad y franqueza conque abordaba los problemas. En 1993 había escrito un libro titulado:“Haití: la soberanía de los dictadores”. Ese año visitó por primera vez Haití.
Hace dos días, el pasado 25 de diciembre, las agencias de información divulgaron la noticia de que el representante especial de la OEA había sido abruptamente despedido de su cargo.
¿Qué originó la drástica medida?
Entrevistado hace varios días por el diario Le Temps, en Suiza,Seitenfus respondió a varias preguntas de ese órgano de prensa, exponiendo con sinceridad sus puntos de vista.
En apretada síntesis explicaré con palabras textuales lo ocurrido de acuerdo a la información ofrecida a través de Internet y traducido del francés.
La primera pregunta de Le Temps fue:
“Diez mil cascos azules en Haití, ¿a su juicio, es una presencia contraproducente?”
Respuesta de Ricardo Seitenfus:
“El sistema de prevención de los litigios en el marco del sistema de la ONU no se adapta al contexto haitiano. Haití no es una amenaza internacional. No estamos en situación de guerra civil. [...] el Consejo de Seguridad [...] impuso los cascos azules en 2004, después de la salida del Presidente Aristide. [...] Para la ONU era cuestión de congelar el poder y de transformar a los haitianos en presos de su propia isla.”
Pregunta 2.
“¿Qué es lo que impide la normalización del caso haitiano?“Ricardo Seitenfus: Durante doscientos años, la presencia de tropas extranjeras ha alternado con la de dictadores. La fuerza es la que define las relaciones internacionales con Haití y nunca el diálogo. El pecado original de Haití, en la escena mundial, es su liberación. Los haitianos cometieron lo inaceptable en 1804: un crimen de lesa majestad para un mundo impaciente. El Occidente era entonces un mundo colonialista, esclavista y racista que basaba su riqueza en la explotación de las tierras conquistadas. Por consiguiente, el modelo revolucionario haitiano daba miedo a las grandes potencias. Los Estados Unidos no reconocieron la independencia de Haití hasta 1865, y Francia exigió el pago de un rescate para aceptar esa liberación. Desde el principio, la independencia estaba comprometida y el desarrollo del país obstaculizado. [...] Nada se soluciona, se empeora. Quieren hacer de Haití un país capitalista, una plataforma de exportación para el mercado americano, es absurdo. [...] Existen elementos en esta sociedad que han logrado impedir que la violencia se extienda sin medida.”
Pregunta 3.
“¿No es una dejación ver en Haití una nación inasimilable, cuyo único futuro es el retorno a valores tradicionales?
“Ricardo Seitenfus: Una parte de Haití es moderna, urbana y tornada hacia el extranjero. El número de haitianos que viven fuera de su frontera se estima en cuatro millones. Es un país abierto al mundo. [...] Más del 90% del sistema educativo y la salud están en manos privadas. El país no dispone de recursos públicos para hacer funcionar de una manera mínima un sistema oficial. [...] El problema es socioeconómico. Cuando la tasa de desempleo alcanza un 80%, desplegar una misión de estabilización es insoportable. No hay nada que estabilizar…”
Pregunta 4.
“Haití es uno de los países que recibe más ayuda del mundo, sin embargo la situación no hace más que deteriorarse desde hace veinticinco años. ¿Por qué?
“Ricardo Seitenfus: La ayuda de urgencia es eficaz; pero cuando se vuelve estructural, cuando esta sustituye al Estado en todas sus misiones, se consigue una falta de responsabilidad colectiva. [...] El sismo del 12 de enero y posteriormente la epidemia de cólera no han hecho más que acentuar este fenómeno. La comunidad internacional tiene el sentimiento de que cada día tiene que rehacer lo que terminó la víspera. [...] Tenía la esperanza que, ante la desdicha del 12 de enero, el mundo iba a comprender que se había equivocado con Haití.[...] En vez de hacer un balance, se enviaron aún más soldados. Hay que construir carreteras, elevar presas, participar en la organización del Estado, en el sistema judicial. La ONU dice que no tiene mandato para ello. Su mandato en Haití es mantener la paz del cementerio.”
Pregunta 5.
“¿Qué papel juegan las ONGs en este fracaso?
“Ricardo Seitenfus: A partir del sismo, Haití se ha convertido en una encrucijada inevitable. Para las ONGs transnacionales, Haití se ha transformado en un lugar de paso forzado. Diría incluso algo peor que eso: de formación profesional. [...] Existe una relación maléfica o perversa entre la fuerza de las ONGs y la debilidad del Estado haitiano. Algunas ONGs sólo existen debido a la desdicha haitiana.”
Pregunta 6.
“¿Qué errores se han cometido después del sismo?
“Ricardo Seitenfus: Ante la importación masiva de bienes de consumo para alimentar a las personas sin hogar, la situación de la agricultura haitiana ha empeorado. El país ofrece un campo libre a odas las experiencias humanitarias. Es inaceptable desde el punto de vista moral considerar a Haití como un laboratorio. La reconstrucción de Haití y la promesa que destacamos de los 11 mil millones de dólares despiertan codicia. [...] Los médicos haitianos que Cuba forma, [...]cerca de la mitad [...] que deberían estar en Haití [...] están trabajando hoy en los Estados Unidos, en Canadá o en Francia.”
Pregunta 7.
“Se describe sin cesar a Haití como el margen del mundo, ¿ve usted el país como un concentrado de nuestro mundo contemporáneo…?
“Ricardo Seitenfus: Es el concentrado de nuestros dramas y de los fracasos de la solidaridad internacional. No estamos a la altura del reto. La prensa mundial viene a Haití y describe el caos. [...] Para ella, Haití es uno de los peores países del mundo. Es necesario ir ala cultura haitiana, es necesario ir al terruño. [...] Nadie se toma el tiempo ni tiene el deseo de intentar comprender lo que yo llamaría el alma haitiana.”
Pregunta 8.
“¿Además del reconocimiento del fracaso, qué soluciones propone?
“Ricardo Seitenfus: En dos meses, habré terminado una misión de dos años en Haití. Para permanecer aquí, y no ser agobiado por lo que veo, tuve que crearme una serie de defensas psicológicas. Quería seguir siendo una voz independiente a pesar del peso de la organización que represento. [...] El 12 de enero aprendí que existe un potencial de solidaridad extraordinario en el mundo. Y es necesario no olvidar que, en los primeros días, fueron los haitianos los que completamente solos, con las manos vacías, intentaron salvar a sus prójimos. [...]
Debemos pensar simultáneamente en ofrecer oportunidades de exportación para Haití y también proteger esta agricultura familiar que es esencial para el país. Haití es el último paraíso del Caribe aún inexplotado por el turismo, con 1.700 kilómetros de costas vírgenes [...] Hace 200 años, Haití iluminó la historia de la humanidad y la de los derechos humanos. Es necesario ahora dar una oportunidad a los haitianos de confirmar su visión.”
Se puede estar o no de acuerdo con cada una de las palabras del brasileño Ricardo Seitenfus, pero es incuestionable que dijo verdades lapidarias en sus respuestas.
Considero conveniente añadir, y también esclarecer:
Nuestro país no solo envió cientos de médicos al vecino pueblo hermano de Haití, sino también miles de ellos a otros pueblos del Tercer Mundo, particularmente en situaciones de desastres naturales, y contribuyó a la formación de decenas de miles de médicos en nuestra Patria y en el exterior.
La colaboración médica con Haití comenzó hace 12 años, el 4 de diciembre de 1998.
Cuando a finales de la década de los 90 dejó de existir la tiranía de Duvalier y los Tonton Macoutes —impuesta durante décadas por Estados Unidos— y un gobierno de elección popular asumió la dirección de Haití, Cuba envió 100 médicos para prestar servicios en ese país, y el primer contingente de jóvenes haitianos graduados de bachiller se trasladaron a Cuba para iniciar sus estudios de Medicina en 1999.
A su vez, en el año 2001, iniciamos una colaboración con la Universidad de Medicina creada por el presidente Jean Bertrand Aristide, a la que enviamos profesores que laboraban también como médicos al servicio del pueblo haitiano. Cuando los yankis promovieron un golpe de Estado, y la escuela de medicina fue convertida en cuartel por los golpistas, alrededor de 270 estudiantes de la misma se trasladaron a Cuba con los profesores y prosiguieron sus estudios en nuestra Patria.
La Misión Médica Cubana continuó, sin embargo, prestando sus servicios humanitarios en Haití, que nada tenían que ver con los problemas de carácter político internos del país, bajo la ocupación de los soldados golpistas, las tropas yankis o las fuerzas de la MINUSTAH.
En agosto de 2005, los 128 primeros alumnos haitianos de sexto año de Medicina regresaron a su país para la práctica docente de su carrera, junto a los médicos cubanos que prestaron sus servicios en Haití.
Desde el segundo semestre de 2006 hasta el segundo semestre de 2010 se han ido graduando 625 jóvenes médicos haitianos, sobre los cuales tenemos un altísimo concepto. De ellos, 213 laboran en las instituciones médicas del Gobierno de Haití; 125 en los Centros de Control Médico del Cólera o en las brigadas de penetración en las sub comunas, junto a los médicos cubanos y latinoamericanos graduados de la ELAM que combaten la epidemia del cólera; 72 trabajan en centros médicos de las ONGs y privados; 20 en los llamados “Centros Mixtos”;41 continúan estudiando una segunda especialidad en Cuba; 27 recién graduados que ya están en Haití, pendientes de ubicación; 14 sin vínculo laboral por problemas personales como gestación y maternidad; otros cuatro cuya ubicación se desconoce, y un fallecido.
Por último, 104 laboran en el exterior, fundamentalmente en España, Estados Unidos, Canadá y Francia; uno en Suiza, y cuatro en países de América Latina. No sería correcto emitir juicio sobre cualquiera de ellos ya que su país es sumamente pobre, ha carecido de recursos y empleos, y no consta en absoluto que alguno se haya negado a servir a su país. Son valores médicos muy demandados, cuyas cunas fueron Haití y Cuba.
La cifra oficial de fallecidos por el cólera se eleva a 2.707 para una tasa de 2,1%.
Durante tres días consecutivos no ha muerto un solo enfermo de cólera entre los atendidos por la Misión Médica Cubana. La tasa de letalidad ha descendido ya a 0,57 entre los 47.537 pacientes tratados por ellos.  La epidemia puede ser erradicada evitando que se convierta en endémica.
En la Mesa Redonda de mañana, a las seis de la tarde, escucharemos  noticias frescas e interesantes sobre la batalla contra el cólera en Haití, y a voces con importantes noticias y autoridad sobre el tema.
Proseguiré el martes 28 con el segundo punto.
Fidel Castro Ruz
Diciembre 27 de 2010

La solidaridad como primicia
(El presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular, Ricardo Alarcón, destacó que la política internacionalista de Cuba forma parte de la historia misma de la Isla, en el acto por el aniversario 50 del Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos)
Medio siglo de solidaridad
Compañeras y compañeros:
Cuando el 30 de diciembre de 1960 el Gobierno Revolucionario creó el Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos, sobre Cuba se ceñía la amenaza inminente de la agresión militar. Entonces millones de cubanas y cubanos estaban vigilantes, preparándose para el ataque que podía ocurrir en cualquier momento.
Culminaban dos años de creación infatigable, habíamos sido capaces de desmantelar las estructuras podridas del viejo régimen, librábamos una pelea ardorosa contra la explotación, la ignorancia y los vicios del pasado, habíamos eliminado completamente el desempleo, eran nuestras las fábricas y los servicios públicos, avanzaba la Reforma Agraria y la Campaña de Alfabetización, vivíamos con la alegría de la libertad conquistada tras grandes sacrificios y nos empeñábamos por hacer reinar la justicia en nuestra tierra finalmente emancipada.
Eran días luminosos pero también llenos de peligros. Desde el Primero de enero de 1959, el Imperio que siempre trata a Cuba como si la Isla fuera suya, desató contra nuestro pueblo la guerra económica, presionó a otros países para tratar de aislarnos totalmente, dio cobijo a los torturadores y asesinos batistianos y a sus secuaces y los organizó, armó, entrenó y dirigió para invadir el país y obligarnos a regresar ala ignominia y la miseria. Enfrentábamos a un Imperio que entonces estaba en el cenit de su poderío, dominaba completamente el Hemisferio Occidental e imponía su hegemonía en todo el planeta.
Comenzaba el verdadero descubrimiento de la isla de Cuba. Nuestra heroica resistencia asombraba al mundo. Su Revolución se convirtió en “una permanente incitación a la noble curiosidad humana desde todos los rincones de la tierra y muy especialmente en América Latina” como expresó la Ley 901 fundadora del ICAP a iniciativa de Fidel Castro.
Han sido cincuenta años de incesante faena. Vaya nuestro reconocimiento a todas y todos los trabajadores de esta institución por su contribución, muchas veces anónima, a la solidaridad y la amistad entre el pueblo cubano y los otros pueblos. Los que iniciaron este noble trabajo y sus continuadores hasta hoy merecen nuestra gratitud.
Hagamos un homenaje especial, sobre todo, a quienes fuera de aquí, durante estos largos años, nos han ofrecido permanente apoyo. A los que fueron capaces de resistir la persecución y la hostilidad, a quienes no se doblegaron ante las presiones o las amenazas, a los que no sucumbieron ante las calumnias y el engaño, a quienes supieron confiar en Cuba y amarla.
Porque contra Cuba y su Revolución el Imperio no ha empleado solamente la fuerza militar, el terrorismo, los sabotajes y la más feroz y dilatada agresión económica, su bloqueo genocida que comenzó antes que naciera el ICAP, antes que naciera la mayor parte de la población cubana actual. Contra Cuba y su Revolución el Imperio ha empleado también y especialmente, la mentira y el ocultamiento de la verdad.
En ese terreno, el de la manipulación de la información y la falsificación de la realidad, el Imperio ha creado una maquinaria gigantesca a la que dedica incontables recursos de todo tipo.
Ya no es el automóvil el símbolo de la sociedad norteamericana. Hace ya mucho tiempo que fue relegado a un plano secundario por la industria del embuste, que a gran escala y masivamente adultera los hechos, pervierte las conciencias y promueve el embrutecimiento de los seres humanos. Sus instrumentos son las grandes corporaciones que dominan a los llamados medios de comunicación y son dueñas de las más poderosas empresas de cine, radio y televisión.
Mercantilizan la cultura y la reducen a entretenimiento banal; esconden o justifican los peores crímenes; distorsionan los sucesos y mienten; fomentan el egoísmo y la codicia, el materialismo y la vulgaridad; despojan al ser humano de sus ideales, de su capacidad para pensar y amar. Llevan a cabo una implacable ofensiva antihumanista de la que el pueblo norteamericano es la primera y principal víctima.
Estados Unidos es, desde su origen, un país imperialista y racista como lo recuerda Noam Chomsky en un texto reciente. Su poderío se concentra hoy, sin embargo, en una descomunal, aberrante, industria bélica capaz de destruir al planeta muchas veces y en su arsenal propagandístico que le permite adormecer y embaucar.
Pero el pueblo norteamericano no es imperialista ni racista. Es un pueblo que necesita vivir en paz con los demás y que tiene el derecho a construir dentro de sus fronteras una sociedad justa y verdaderamente libre, algo que no podrá lograr mientras no se libere del control que sobre él ejerce una plutocracia ignorante y perversa.
Con ese poder los imperialistas han podido practicar contra el pueblo cubano el genocidio más prolongado de la historia, por eso pueden seguir amparando en su propio territorio a los peores asesinos —como el que acaba de publicar en Miami un libro infame en el que se ufana de sus fechorías—, por eso mantienen en injusta y cruel prisión a Cinco jóvenes que sacrificaron sus vidas por salvar a su pueblo y al mundo del terrorismo que Washington tolera impunemente.
Ahora, cuando se acerca el día en que Estados Unidos debe responder ala petición de habeas corpus a favor de Gerardo Hernández Nordelo, su último recurso legal, algunos medios norteamericanos lo calumnian miserable y cobardemente y tratan de engañar y desviar la atención para confundir al movimiento solidario. Independientemente del derecho irrenunciable de Cuba a defender su soberanía, en el juicio seguido contra Gerardo y sus compañeros en Miami no fue presentada evidencia alguna que lo vinculase con el lamentable incidente del 24 de febrero de 1996. En esta hora decisiva quieren hacernos olvidar que en mayo de 2001 en una dramática y urgente demanda ante la Corte de Apelaciones la propia Fiscalía reconoció que carecía totalmente de pruebas y solicitó modificar la acusación originalmente presentada contra nuestro compañero. Pese a ello fue sentenciado con brutal desmesura por un supuesto crimen que no existió y con el cual, en cualquier caso, Gerardo no tenía absolutamente nada que ver. Es imposible encontrar ejemplo parecido de injusticia.
Exhortemos al movimiento de solidaridad y a toda la gente honesta a levantar sus voces en defensa de Gerardo. El Gobierno de Estados Unidos sabe que él es inocente y que nunca hubo pruebas para acusarlo. Hay que exigirle que lo ponga en libertad ya. A él y a Ramón, Antonio, Fernando y René, cinco Héroes de la República de Cuba. El Presidente Obama puede y debe liberarlos ahora mismo, sin condiciones, inmediatamente. A todos y cada uno de ellos, a los Cinco, sin excepción.
Que exigirlo sin descanso sea nuestra promesa de Año Nuevo. Que el mundo entero se lo pida al Presidente Obama. El sabe que sí se puede y que él debe hacerlo.
Compañeras y compañeros:
La solidaridad es el baluarte y la savia de la Revolución. Lo ha sido siempre para nosotros desde 1868 cuando, en nuestro Octubre glorioso, iniciamos una brega inseparable por la independencia nacional y por la abolición de la esclavitud, la servidumbre y la discriminación  de los seres humanos.
Desde la Guerra Grande hijos de otras tierras vinieron a pelear con nosotros por nuestra libertad. El Partido de José Martí fue un partido internacionalista creado también para alcanzar la independencia de Puerto Rico y la unidad de Nuestra América. Fueron muchos los compatriotas nuestros que marcharon desde aquí y desde la emigración a dar sus vidas por la República española.
En el último medio siglo ha sido amplia y generosa la solidaridad que Cuba ha recibido y también lo ha sido la que ha entregado nuestro pueblo. ¿Cómo olvidar, un día como hoy, a los hermanos que fueron a combatir hasta el último aliento a otras tierras? ¿Cómo olvidar al Che y a los muchos que supieron ser como él?
Saludemos también a las decenas de miles de colaboradores que han ido a los más apartados rincones a ayudar a otros, a llevarles salud y educación, reproduciendo un espíritu internacionalista y solidario del que nació la Patria y que siempre vivirá con ella.
El mundo ha sido solidario con Cuba porque Cuba ha significado mucho para el mundo. Porque su revolución fue un ejemplo que inspiró a otros a perseverar en el combate hasta conquistar la verdadera independencia y la justicia, esas que iluminan ya con su Alba el futuro americano.
Las cubanas y los cubanos nos empeñamos ahora en un amplio ejercicio democrático para discutir y acordar, con todas y todos, sin excluir a nadie, las acciones que debemos emprender para corregir errores, eliminar defectos e introducir los cambios que sean necesarios para que nuestro proyecto sea más eficiente, racional y justo. Lo hacemos en un país que sigue siendo víctima del bloqueo, el acoso y la agresión de quien es aún la más fuerte potencia económica y que no secansa de alquilar mercenarios dispuestos a traicionar a la Patria, mequetrefes en los que no cree ni quien les paga la mesada como confirman sus propios informes confidenciales revelados por Wikileaks.
Algo bien diferente es el pueblo de Cuba. Un pueblo, que nadie lo olvide nunca, que se forjó, precisamente, en la lucha contra dos Imperios y sus adocenados servidores criollos y se fraguó en una batalla muy larga en la que siempre tuvo como metas la independencia absoluta y la justicia plena para crear una sociedad que tendría como fundamento la solidaridad entre los cubanos.
Entre todos cambiaremos todo lo que debe ser cambiado. Juntos haremos lo que sea necesario, y lo haremos por nosotros mismos, sin copiar a nadie, sin hacer concesión alguna a quienes nos odian y desprecian y seremos capaces de hacer realidad un socialismo mejor, nuestro, cubano.
Cumpliremos así también nuestro deber hacia quienes en cualquier lugar luchan por un mundo mejor.
El movimiento internacional de solidaridad con esta Isla nació hace medio siglo cuando enfrentábamos un desafío que parecía insuperable.                                                                                                               
Fuimos capaces de vencer y llegar hasta aquí.
Son grandes los retos que tenemos por delante. Sabremos superar los. Seremos fieles a nuestros mártires, seremos leales a quienes en todo el mundo nos han acompañado en esta larga, dura y hermosa pelea.
Cuba prevalecerá. Nuestro socialismo triunfará. Seremos capaces de continuar luchando, todos unidos, Hasta la Victoria Siempre.
La Habana, diciembre 28, 2010

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