jueves, 30 de junio de 2011

Voz 73


Voz
La Paz (Bolivia), 30 de junio de 2011          Año II          No. 73

Libertad inmediata para los Cinco héroes cubanos, presos políticos del imperio


Índice
Acrecentemos nuestras acciones por la libertad inmediata de los Cinco antiterroristas
Piden en países de Europa liberación de Los Cinco
Humanismo y solidaridad cubana ejemplo para el mundo
Por: Argelio Pérez Fabra    
“Poesía trunca” del Guerrillero Heroico*
Ernesto Che Guevara**
Sobre la prensa cubana, una opinión
Felipe de J. Pérez Cruz

Acrecentemos nuestras acciones por la libertad inmediata de los Cinco antiterroristas
En una reunión de jóvenes del mundo, realizada recién en La Habana, se ha resuelto hacer mucho más de lo que hacemos, por ejemplo en Bolivia, para conseguir la libertad inmediata de los Cinco antiterroristas cubanos.
Nuestras razones de los que demandamos aquella libertad, sin más dilaciones tramposas, tienen como fundamento las pruebas que demuestran, básicamente, que ninguno de nuestros Cinco hermanos atentó contra la seguridad de Estados Unidos y que su acción estuvo dirigida a evitar más muertos (y heridos) y más pérdidas materiales de las que pagó sin fundamento alguno el pueblo cubano. En otras palabras, los Cinco, en cumplimiento estricto de sus deberes patrióticos y revolucionarios tuvieron que luchar “a solas con el enemigo” fundamental de los cubanos y de la Revolución: los contrarrevolucionarios concentrados en Miami.
Existen pruebas demostrativas de que los Cinco no cometieron los delitos por los que se los juzgó en procesos indebidos y se los condenó en contra la las leyes y los principios universales del derecho. Más aún, en respaldo de aquel accionar monstruoso se han fabricado pruebas, como lo hicieron los dictadores, contra los revolucionarios de nuestra América alzados contra las dictaduras y por la libertad política de la que nuestros pueblos fueron despojados a sangre y fuego.
Ahora son en primer lugar nuestros pueblos los que se informan, con mayor regularidad, de que a los Cinco héroes cubanos y latinoamericanos se les niega recursos legítimos y legales para su defensa. Por ejemplo, demandas de hábeas corpus para demostrar que aquellos procesos en los que se los condenó a las penas que resisten fueron manipulados. En los países en los que tienen incorporados el hábeas corpus en sus legislaciones y cuando se recurre a esa institución jurídica para la defensa de los indebidamente procesados e injustamente condenados se les debe escuchar y conceder la petición respectiva.
Los Cinco héroes debieron ser escuchados por los tribunales, sobre todo luego de que aquéllos admitieron que nuestros hermanos no cometieron los delitos que se les atribuye, creemos, por consideraciones políticas y no jurídicas, como se denunció, lo que debemos difundir de manera sostenida y amplificada.
Además es pertinente recordar que “El Grupo de Trabajo de la ONU sobre Detenciones Arbitrarias declaró en el año 2005 como ilegal la detención de estos hermanos cubanos”.
En Bolivia debemos admitir (los que editamos este boletín buscamos ser autocríticos) que los activistas de la solidaridad con Cuba hemos desplegado acciones insuficientes todavía para ayudar a la articulación de un movimiento para que en este suelo, todos los días y desde diversos lugares de nuestra patria (por cuya liberación murió el Che y los combatientes guerrilleros en 1967), con las más diversas acciones posibles, exijamos la libertad inmediata de aquellos Cinco hermanos.
Particularmente los jóvenes bolivianos, así como se comprometieron sus contemporáneos en Cuba, confiamos en que realicen los plantones los días cinco de cada mes delante de la Embajada de Estados Unidos en La Paz y en otras oficinas diplomáticas de aquel país del norte “revuelto y brutal” que nos desprecia; comportamiento estatal que no compromete al pueblo estadounidense, del que también esperamos apoyo para conseguir la libertad de los Cinco.
Desde Argentina, asimismo, se plantea reunir un millón de firmas con el mismo propósito: la libertad ¡ya! de los Cinco antiterroristas.
Además de las acciones impulsadas desde Bolivia, como el envío de tarjetas postales al Presidente de los Estados Unidos con la demanda de libertad inmediata de los Cinco, debemos impulsar otras que tienen que ser consideradas y aprobadas por los movimientos de solidaridad con el pueblo cubano y la Revolución de manera que aseguremos la participación cada vez de más y más compañeros de la solidaridad con Cuba y de otros que no encuentran la organización para sumarse a las acciones en demanda de la libertad de los Cinco presos políticos del imperio.
Como dijo el Embajador de Cuba en Bolivia, en el homenaje al Guerrillero Heroico, a los 83 años de su natalicio, exijamos que el Presidente de los EE.UU., en ejercicio de una licencia constitucional de su país, ordene la libertad de los Cinco héroes antiterroristas sin más trámite y quizá como una medida decorosa, así sea la única.
De lo que se trata es de que acrecentemos nuestras acciones para conseguir la libertad de los Cinco antiterroristas cubanos, nuestros hermanos, a los que los necesitamos libres, seguro, para que continúen la lucha incontenible con su pueblo y la de nuestros pueblos de Latinoamérica y el Caribe.
Esa libertad, a la que se opone el imperio mediante sus jueces obedientes, debemos conquistarla para lo que nuestras acciones tienen que agigantarse y desplegarse de manera sostenida y a una escala incontenible.

Piden en países de Europa liberación de Los Cinco
Amigos de Cuba en varios países europeos, coincidieron en el reclamo de libertad para los Cinco Héroes antiterroristas de la Isla, prisioneros políticos en Estados Unidos desde 1998.
La Campaña de Solidaridad con la Patria de Martí en el Reino Unido y el Sindicato RMT, de trabajadores ferroviarios, marítimos y transporte de esa nación, exigieron a Washington la liberación de esos luchadores, reporta la agencia noticiosa Prensa Latina.
Bob Crow y Len McCluskey, secretarios generales de los sindicatos RMT y UNITE, respectivamente; John McDonnell, miembro del Parlamento, y Gerry Kelly, de la Asamblea de Irlanda del Norte por el Partido Sinn Fein, ratificaron su apoyo a la causa de Los Cinco.
Manifestaron que redoblarán las acciones por la liberación de Antonio Guerrero, Gerardo Hernández, Fernando González, Ramón Labañino y René González sentenciados en 2001 en Miami, a penas que van desde 15 años de prisión hasta doble cadena perpetua más 15 años, por monitorear a grupos anticubanos terroristas asentados en la Florida.
En la ciudad de Cacak, Serbia, fue dedicado a la causa de Los Cinco el concierto de clausura de los Días de Cuba, que se realizó en la plaza central de esa urbe, ante más de mil 500 personas, refiere el sitio digital www.cubaminrex.cu.
También sobre el tema, Madrid acoge una exposición de artes plásticas titulada "Mensaje", con la cual varias artistas cubanas rinden tributo a sus compatriotas prisioneros injustamente en EE.UU.
Auspiciada por la embajada de Cuba en España y la Asociación Cultural Yemayá, la muestra la forman 36 obras, 11 de las cuales se inspiran en algunos de los poemas de Tony, publicados en su libro Desde mi altura.
Las creadoras interpretan la poesía de este Héroe y la trasladan a tapices mediante la técnica del patchwork (parches).
La exposición permanecerá abierta al público hasta fines de este mes, en la sede de la Asociación Cultural Yemayá, considerada un punto de encuentro de los intelectuales de la mayor de las Antillas que pasan por Madrid, agrega el sitio digital www.cubaminrex.cu

Humanismo y solidaridad cubana ejemplo para el mundo
Junio 16 de 2011 | 08:06 AM. |
Por: Argelio Pérez Fabra    
Caracas (especial VEA).- Uno de los grandes logros de la Revolución cubana está en su humanismo y solidaridad, ejemplos para el mundo. Los gobernantes cubanos se preocupan por el bienestar de su pueblo, sin importar la edad del ciudadano. Desde sus primeros años, al niño se le cuida y se le prepara con una formación socialista en la cual está primero el amor por la patria, por sus símbolos, el reconocimiento de sus próceres, la solidaridad con el interés general en vez del individual, como enseña tradicionalmente el capitalismo. Una muestra de ello es la alta calidad de la educación primaria en Cuba, la cual permite que niños de primer grado lean y escriban perfectamente, además de presentar un gran adelanto en el desarrollo sicomotor, que les permite entablar cualquier tipo de conversación sin temores ni de cohibiciones.
Estos niños son muy participativos y despiertos, con un gran desarrollo de su autoestima, lo cual les facilita la comunicación y el conocimiento de su entorno. Una educación muy distante de la formación castradora capitalista, que desde un comienzo reprime y atemoriza a los niños con falsos mitos. 
Por ejemplo, en las escuelas a los niños se les enseña el respeto por la naturaleza, de ahí que en todas existan pequeños huertos donde los niños aprenden a cultivar y amar la tierra. Pero, además, practican varios deportes; es común la lectura de poesía; y bailan corrientemente ritmos autóctonos cubanos y de otras latitudes. 
Una casa para la integración de los abuelos
Uno de los grandes proyectos que adelanta la Revolución cubana y que no es difundido por los medios internacionales, es la Casa del Adulto Mayor, donde los abuelos cubanos se integran y realizan actividades recreativas con el fin de mantener una vida sana, libre de toda presión, para que puedan desarrollar actividades acordes con su experiencia. Este proyecto difiere mucho del trato que les dan a los adultos mayores en los países capitalistas, donde son considerados casi un mueble viejo que se puede dejar olvidado en cualquier rincón; o, lo que es peor, son abandonados en las calles para que mueran en medio de la indigencia total. 
En La Habana Vieja, en el antiguo convento de Belén, existe un centro que hace las funciones de club de los abuelos, donde adultos mayores se dan cita diariamente para adelantar varias actividades como el canto, el baile, labor artesanal y manualidades, y permanecen integrados en medio del respeto mutuo y el calor humano.
Según manifestó el director de este centro, Nelson Águila Machado, en el mismo se atiende a cerca de 1.500 adultos mayores, divididos en 19 grupos, a través de los cuales pueden desarrollar y poner en práctica toda su experiencia para transmitirla a otros compañeros.
Este proyecto se desarrolló en una barriada humilde gracias al apoyo de la Revolución y de la Casa del Historiador, la cual además de restaurar el inmueble, está fortaleciendo y restaurando el espíritu de estos ciudadanos que entregaron gran parte de su vida para el desarrollo y la defensa de este proyecto revolucionario.
ELAM: 12 años formando médicos para el mundo 
Otro gran logro de la solidaridad cubana es la Escuela Latinoamericana de Medicina (ELAM), que nace en 1998 como una necesidad para formar gratuitamente a jóvenes de todas partes del mundo. En la ELAM se preparan para ayudar y combatir las enfermedades y aliviar el sufrimiento que padecen los pueblos por falta de médicos y de políticas sanitarias adecuadas. Estos estudiantes se educan en el marco de la ética, la solidaridad y el humanismo para que apliquen una medicina preventiva en vez de la curativa del modelo capitalista. 
Esta formación rompe con el viejo criterio capitalista según el cual el médico se forma para hacer dinero sin importarle el dolor ajeno ni el sufrimiento ni mucho menos la muerte de un ser humano, porque lo único que les interesa es el mercantilismo de la salud. Que haya más enfermos para lucrarse al máximo.
Según manifestó el director de esta escuela, Juan Carrizo Estévez, durante estos 12 años la ELAM ha graduado aproximadamente 8.600 médicos de unos 58 países. Han recibido grados, por ejemplo, 47 médicos estadounidenses y 543 venezolanos. Actualmente cursan estudios en esta escuela cerca de 21 mil estudiantes pertenecientes a 73 países.


“Poesía trunca” del Guerrillero Heroico*
Ernesto Che Guevara**
Ernesto Che Guevara nació el 14 de junio de 1928, en Rosario, Argentina, en el seno de una familia de clase media. Su infancia y su adolescencia transcurrieron en Buenos Aires y Córdoba. Se graduó como médico y ejerció su profesión en un leprosorio. Con el propósito de conocer directamente la realidad latinoamericana, emprendió con un amigo un largo recorrido (en motocicleta, en balsa, etc.) que abarcó desde Argentina a Venezuela. En 1954 estuvo en Guatemala: eran los últimos tramos del gobierno progresista de Jacobo Arbenz. Tras el levantamiento del mercenario Castillo Armas, hombre de los yanquis que frustra esa posibilidad revolucionaria, el Che cruza la frontera con México. Allí trabaja como fotógrafo ambulante y hace investigaciones sobre alergia; asimismo escribe la mayor parte de los poemas que se incluyen en este volumen. Conoce a Fidel Castro y de inmediato se integra a su grupo de revolucionarios cubanos. Es uno de los ochenta y dos hombres que, a fines de 1956, embarcan en el Granma; también es uno de los doce sobrevivientes del desembarco. A partir de ese episodio, y la lucha revolucionaria en la Sierra Maestra, el Che empieza a convertirse en una de las figuras más importantes de la Revolución Cubana, en la que descolló por su capacidad política y su talento militar. En los meses previos al triunfo de la Revolución, comandó la columna invasora que llegó al Escambray. Luego de la victoria, presidió el Banco Nacional de Cuba y fue Ministro de Industria. En cumplimiento de distintas misiones de la Revolución, recorrió numerosos países de Asia y Africa, así como de la comunidad socialista. Son notables sus intervenciones en varias reuniones internacionales: Punta del Este, Ginebra, Naciones Unidas, Argel. En 1960 publicó La guerra de guerrillas; en 1963, Pasajes de la guerra revolucionaria, obra en la que se revela, además, como un extraordinario narrador; en 1965 dirige a Carlos Quijano, director del semanario uruguayo Marcha, su carta “El socialismo y el hombre en Cuba”, texto básico en el desarrollo y la expresión de su pensamiento político. E1 3 de octubre de ese año, Fidel Castro da a conocer la carta de despedida del Che. En diciembre de 1964 había respondido así a una pregunta que le formularan en la ONU: «He nacido en la Argentina; no es un secreto para nadie. Soy cubano y también soy argentino, y, si no se oponen las ilustrísimas señorías de Latinoamérica, me siento tan patriota de Latinoamérica, de cualquier país de Latinoamérica, como el que más, y en el momento en que fuera necesario estaría dispuesto a entregar mi vida por la liberación de cualquiera de los países de Latinoamérica.»
Fiel, como siempre, a esa profunda convicción, comienza a organizar en 1966 las guerrillas bolivianas. En la primavera de 1967 envía su «Mensaje a la Tricontinental» con la célebre consigna: «Crear dos, tres, muchos Vietnam”. En octubre de ese mismo año, es herido y apresado en la Quebrada del Yuro (Churo), Bolivia, y luego vilmente asesinado. En 1968 se publica en Cuba y, simultáneamente, en otros siete países, el Diario en Bolivia. En 1970, la Casa de las Américas publica sus Obras 1957-1967 en dos volúmenes.
E1 19 de octubre de 1967, ante una imponente y silenciosa multitud reunida en la Plaza de la Revolución de La Habana, Fidel Castro había evocado la figura y la trayectoria ejemplares del guerrillero heroico: Che se ha convertido en un modelo de hombre no sólo para nuestro pueblo sino para cualquier pueblo de América Latina.
El mar me llama con su amistosa mano
El mar me llama con su amistosa mano.
Mi prado —un continente—
se desenrosca suave e indeleble
como una campanada en el crepúsculo.
De pie el recuerdo caído en el camino
De pie el recuerdo caído en el camino,
cansado de seguirme sin historia,
olvidado en un árbol del camino.
Iré tan lejos que el recuerdo muera
destrozado en las piedras del camino,
seguiré siendo el mismo peregrino
de pena adentro y la sonrisa fuera.
Esa mirada circular y fuerte
en un mágico pase de muleta
esquivó en mi ansia toda meta
convirtiéndome en vector de la tangente.
Y no quise mirar para no verte,
sonrosado torero de mi dicha,
invitarme con gesto displicente.
Autorretrato oscuro
De una joven nación de raíces de hierba
(raíces que niegan la rabia de América)
vengo a ustedes, hermanos norteños.
Cargado de gritos de desaliento y de fe,
Vengo a ustedes, hermanos norteños,
Vengo de donde venimos los «homo sapiens»
Devoré kilómetros en ritos trashumantes;
Con mi materia asmática que cargo como una cruz
Y en la entraña extraña de metáfora inconexa.
La ruta fue larga y muy grande la carga,
persiste en mí el aroma de pasos vagabundos
y aún en el naufragio de mi ser subterráneo
—a pesar de que se anuncian orillas salvadoras—
nado displicente contra la resaca,
conservando intacta la condición de náufrago.
Estoy solo frente a la noche inexorable
y a cierto dejo dulzón de los billetes.
Europa me llama con voz de vino añejo,
aliento de carne rubia, objetos de museo.
Y en la clarinada alegre de países nuevos
yo recibo de frente el impacto difuso
de la canción, de Marx y Engels,
que Lenin ejecuta y entonan los pueblos.
Y aquí
“Soy mestizo», grita un pintor de paleta encendida,
«soy mestizo», me gritan los animales perseguidos,
«soy mestizo», claman los poetas peregrinos,
soy mestizo», resume el hombre que me encuentra
en el diario dolor de cada esquina,
y hasta el enigma pétreo de la raza muerta
acariciando una virgen de madera dorada:
«es mestizo este grotesco hijo de mis entrañas».
Yo también soy mestizo en otro aspecto:
en la lucha en que se unen y repelen
las dos fuerzas que disputan mi intelecto,
las fuerzas que me llaman sintiendo de mis vísceras
el sabor extraño de fruto encajonado
antes de lograr su madurez del árbol.
Me vuelvo en el límite de la América hispana
a saborear un pasado que engloba el continente.
El recuerdo se desliza con suavidad indeleble
como el lejano tañir de una campana.
Despedida a Tomás
A ti, encallado amigo,
hacia las aguas quietas
del arrecife blanco
donde te amarra tu sueño de náufrago,
va mi canción de despedida.
Hoy he despertado
con afán de alas en las jarcias
y tiendo velas inalámbricas
navegando hacia el puerto de la hora
marcado por la brújula indolente.
Hoy estiro mi lenguaje al viento
para estrechar tus palabras
y llevarme algo de tu lamento tierno
a compartir asombros
que ya estoy viviendo.
Se fue ya la primavera
que fertiliza tu almohada;
no es por mi partida
sino por tu nave que ya no navega.
Te comprendo, golondrina truncada.
Quisiera llevarte a la fuente Castalia
o darte elíxir de iguales poderes;
y aunque soy un médico asomado a las cosas
que no las transforma y apenas comprende.
Tengo no obstante una fórmula mágica
—creo que la aprendí en una mina de Bolivia,
o tal vez chilena, peruana o mexicana,
o en el destroncado imperio del Sonora,
o en un puerto negro del Brasil africano,
o tal vez en cada punto una palabra—.
La fórmula es sencilla:
No te ocupes del cerco, ataca el arrecife,
une tus manos jóvenes a la piedra anciana
y dale en tu pulso a los rojos corales palpitantes
en diminutas ondas cotidianas.
Un día, aunque mi recuerdo sea una vela
más allá del horizonte
y tu recuerdo sea una nave
encallada en mi memoria,
se asomará la aurora a gritar con asombro
viendo a los rojos hermanos del horizonte
marchando alegres hacia el porvenir.
Ellos los males quietos terribles y blancos
como la noche sorprendida al revés.
Y entonces, poeta blancuzco de cuatro paredes,
será el cantor del universo;
entonces, poeta trágico, delicado, enfermo,
serás un robusto poeta del pueblo.
Canto al Nilo
Enorme es tu pasado
insumiso mar de dos mareas.
Tu sinfonía de inquietos cocodrilos
dio marco al monolítico arquitecto;
las plegarias del hombre labraron su futuro
a partir del concepto que aprendiste de la vida,
tu sangre legamosa
llenó las tierras de blancos trinos vegetales;
tu mecanismo de cósmico impulso
llevó al África a través de las eras
desde antes que a los toros venerara.
Pero cuánto dormiste;
cuarenta siglos fueron hasta el grito del coraje
que sólo estremeciera tu músculo atrevido.
Si hoy le canto al ayer de muerta piedra
y convoco los recuerdos de Tebas,
es que el presente aflora en tu pasado,
es que vive en la presa de Asuán
y en Suez reconquistado.
Canto al nuevo grito de tu garganta sonora,
al hondo retumbar de las pisadas solemnes
uniendo su destino en el polvo del desierto.
Canto a la mano sobria que estrecha su certeza
con la certeza inculta del último beduino.
Va el canto hacia los hijos que defienden tu suelo
con los firmes morteros de los rifles del pueblo.
(¿Alguien puede afirmar sin sonrojarse
el triunfo de la fuerza sobre la fe del hombre?)
Te admiro y te presiento en mis almas sustanciales
con toda tu justicia de arteria nutritiva,
te quiero porque hermano mi aurora con tu aurora
y en mis carnes se adentra la feroz mordedura
de coloniales fauces
(decadentes mandíbulas celadoras de Israel)
y retumba en mis sienes, en el clásico son,
el eco de las bombas que caen sobre tu hermano
rectilíneo y sosegado hermano artificial,

lunes, 20 de junio de 2011

Voz 72


Voz
La Paz (Bolivia), 20 de junio de 2011          Año II          No. 72

Libertad inmediata para los Cinco héroes cubanos, presos políticos del imperio


Índice
“El carácter continental de la lucha” revolucionaria de acuerdo al Che
Fidel en 1960
La Revolución es una gran maestra
Fragmentos del discurso pronunciado por el Comandante en Jefe Fidel Castro en la CTC-R al recibir las actas con los compromisos obreros de aportar el 4% para la industrialización, en el teatro Blanquita (hoy Karl Marx), el 24 de febrero de 1960.
¿Lo hecho sirve para agujerear el muro de silencio contra los Cinco?
Palabras de Ricardo Alarcón, presidente del parlamento cubano, en el Tercer Encuentro Juvenil de Solidaridad con los Cinco. La Habana, junio 12, 2011
Compromiso con la justicia y la verdad
Con un discurso propio y desde espacios como las redes sociales y las nuevas tecnologías, los participantes en el III Encuentro Juvenil Internacional de Solidaridad con los antiterroristas cubanos, se comprometieron a liderar la lucha por la justicia
Declaración Final del Tercer Encuentro Juvenil Internacional de Solidaridad con los Cinco Héroes cubanos prisioneros injustamente en cárceles de los Estados Unidos
ONU reconoce lucha de Cuba contra el racismo
Joel Michel Varona
Cuba reitera en la ONU solidaridad con independencia de Puerto Rico
Cuba: ¿Excepción histórica o vanguardia en la lucha anticolonialista?
Ernesto Che Guevara
“El carácter continental de la lucha” revolucionaria de acuerdo al Che
(Editorial de Voz del 20 de junio de 2011).
Maestro Guevara
Cuba develó estatura revolucionaria del Che, afirma Harry Villegas
En el mundo se recuerda al Che en su natalicio
Por Nuria Barboza
Comandante: contigo nuestra lucha es y será
Discurso pronunciado por el Embajador Rafael Dausá Céspedes en el acto conmemorativo del 83 aniversario del natalicio de Ernesto Che Guevara.


“El carácter continental de la lucha” revolucionaria de acuerdo al Che
En su trabajo teórico y político: “Táctica y estrategia de la Revolución Latinoamericana”, el Che refiere “El carácter continental de la lucha”. Y a renglón seguido dice: “¿Podría concebirse esta nueva etapa de la emancipación de América como el cotejo de dos fuerzas locales luchando por el poder en un territorio dado? Evidentemente no, la lucha será a muerte entre todas las fuerzas populares y todas las fuerzas represivas”.
Para él  los imperialistas intervendrán en aquella lucha, en contra de los revolucionarios, con todas sus fuerzas. Además:
—castigarán a las fuerzas populares con todas las armas de destrucción a su alcance
—no dejarán consolidarse al poder revolucionario y,
—si alguno llegara a hacerlo, volverán a atacar, no lo reconocerán, tratarán de dividir las fuerzas revolucionarias, introducirán saboteadores de todo tipo, intentarán ahogar económicamente al nuevo Estado, aniquilarlo, en una palabra.
“(…) consideramos difícil que la victoria se logre en un país aislado”, también así explica el carácter continental de la lucha, de acuerdo a su ideario sobre el tema que comentamos y frente al comportamiento del imperio cuando se cumplían casi tres años del triunfo de la Revolución cubana (Oct.-Nov. de 1962).
El Che, en aquel momento en el que escribe su ensayo “Táctica y estrategia…” advertía que la guerrilla debía ser la forma de lucha fundamental a desencadenarse en casi todos los países latinoamericanos y caribeños por la segunda y definitiva independencia. Para esas guerrillas liberadoras, según él, debía organizarse un ejército del pueblo, en el que la participación campesina sería mayoritarioa; habla incluso de un ejército campesino.
En otro de los trabajos teóricos y políticos de su autoría: “Cuba: ¿excepción histórica o vanguardia en la lucha anticolonialista”, que se publica en este número de Voz (72),  el Che hace un recuento de las particularidades de la gesta cubana (el liderazgo excepcional de Fidel Castro, la “desorientación” del imperialismo respecto de la estrategia de la guerrilla, la actitud favorable de la mayoría de la burguesía hacia la lucha revolucionaria), pero agrega que ese movimiento “heterodoxo” siguió “(…) las líneas generales de todos los grandes acontecimientos históricos del siglo, caracterizados por las luchas anticoloniales y el tránsito al socialismo”. Apunta, asimismo, que el ejército para la liberación, de campesinos por su composición, se “proletariza” antes del triunfo.
Y añade que en 1962 del siglo XX “Faltan en América condiciones subjetivas de las cuales la más importante es la conciencia de la posibilidad de la victoria por la vía violenta frente a los poderes imperiales y sus aliados internos. Esas condiciones se crean mediante la lucha armada que va haciendo más clara la necesidad del cambio (y permite preverlo) y de la derrota del ejército por las fuerzas populares y su posterior aniquilamiento (como condiciones imprescindibles a toda revolución verdadera)”. (En: Cuba: ¿excepción…)
La unidad del pueblo, de todos los explotados y oprimidos, es una propuesta guevarista; en verdad un componente insoslayable de todo proceso liberador en la América nuestra; enseñanza recogida por el Che, especialmente, de la Sierra Maestra y, en particular, de Fidel.
No es posible decir cuándo la lucha conseguirá alcances continentales y cuánto tiempo durará pero “podemos predecir su advenimiento porque es hija de circunstancias históricas, económicas, políticas, y su rumbo no se puede torcer”, añade el Comandante de América, en “Táctica y estrategia…”
El jefe guerrillero y teórico de la revolución continental deja constancia de las limitaciones de la lucha legal, que emprendieron nuestros pueblos en aquel tiempo, en los siguientes términos:
“Frente a esta táctica y estrategia continentales —cuyos fragmentos reproducimos en esta nota—, se lanzan fórmulas limitadas; luchas electorales de menor cuantía, algún avance electoral, por aquí; dos diputados, un senador, cuatro alcandías; una gran manifestación popular que es disuelta a tiros; una elección que se pierde por menos votos que la anterior; una huelga que se gana, diez que se pierden; un paso que se avanza, diez que se retroceden; una victoria sectorial por aquí, diez derrotas por allá. Y, en el momento preciso, se cambian las reglas del juego y hay que volver a empezar”.
“La toma del poder” es el objetivo estratégico por el que las fuerzas revolucionarios luchan en todo el mundo por lo que aquella estrategia es compartida internacionalmente, destaca.
A pesar de que el Comandante guerrillero apuesta por la lucha armada, como la forma fundamental y únicamente victoriosa, sostiene que “Es lógico que todas las fuerzas progresistas no tengan que iniciar el camino de la revolución armada, sino utilizar hasta el último minuto la posibilidad de la lucha legal dentro de las condiciones burguesas”.
Aquellos fragmentos del pensamiento del Che han sido reproducidos en este editorial porque consideramos que la difusión de esas ideas es el mejor homenaje al Comandante de América, además de los que se le rinde merecidamente en ocasión de su natalicio (Rosario, Argentina, 14 de junio de 1928).
Ideas que en mucho están vigentes y, por tanto, son aplicables, aunque no perdemos de vista que aquéllas generan debate, sobre todo porque en estos últimos 50 años nuestra América ha cambiado, así como son varios los gobiernos, democráticos y populares, que han sido constituidos mediante elecciones.
Sin embargo, a los que consideren que aquellas ideas guevaristas son inaplicables, nosotros les respondemos que, si las conocemos, nos ayudarían a leer mejor la realidad de Latinoamérica y el Caribe contemporáneos, para que nuestros pueblos definan una táctica y una estrategia adecuadas para la segunda y definitiva independencia que nos toca protagonizar.

Fidel en 1960
La Revolución es una gran maestra
Fragmentos del discurso pronunciado por el Comandante en Jefe Fidel Castro en la CTC-R al recibir las actas con los compromisos obreros de aportar el 4% para la industrialización, en el teatro Blanquita (hoy Karl Marx), el 24 de febrero de 1960.
[...] Es posible que muchos empiecen ahora a comprender la Revolución en toda su significación y en toda su grandeza, porque, incluso, era una palabra muy en boga, muy repetida y que para muchas personas no tenía sino una significación sonora, una idea confusa, porque, incluso, se llamaba revolución a cualquier cosa y cualquiera se llamaba revolucionario. Y fácil parecía una revolución y, sin embargo, una revolución no es tarea fácil. Una revolución no es un acontecimiento sencillo en la historia de un pueblo. Una revolución es un hecho complejo y difícil, y que tiene, además, la virtud de ser una gran maestra, porque nos va enseñando sobre la marcha, y sobre la marcha va fortaleciendo, la conciencia del pueblo, y sobre la marcha nos va enseñando qué es una revolución.
Y para comenzar a darse cuenta de esto, es preciso que haya transcurrido un tiempo [...] Y lo más satisfactorio es tener la seguridad y la convicción de que la Revolución marcha bien; marcha bien, por encima de todos los obstáculos, de todas las zancadillas, de todas las trampas y de todas las maniobras contra ella [...].
[...] Para nosotros, es decir, para el pueblo, la tarea que tenía delante el día 1 de Enero de 1959, era una tarea grande y una tarea dura. En aquellos momentos era la alegría, la alegría de ver romperse aquellas cadenas, cadenas de oprobio y de sangre, cadenas de injusticias y de crimen, cadenas que ahogaban a un pueblo en la humillación y en la miseria y, sobre todo, en la falta de esperanza.
Era, en aquellos días primeros, la alegría general, aunque con una idea vaga de todo lo que teníamos por delante. La Revolución no había cobrado forma todavía; la Revolución era algo así como una silueta que no se definía claramente en la mente del pueblo. La Revolución era algo así como una esperanza, y aquella alegría posiblemente nos impedía pensar en todo lo que teníamos que hacer todavía; que el romper aquellas cadenas no significaba sino la oportunidad de empezar; de empezar a hacer esa obra compleja y difícil, cuando teníamos por primera vez la oportunidad, después que nuestro pueblo había estado luchando por ella más de un siglo, sin poder alcanzarla, tuvimos los de la generación presente la fortuna de alcanzar esa oportunidad por primera vez en la historia de nuestra Patria, porque, en otras ocasiones, factores más poderosos que los deseos y las aspiraciones y la fuerza de nuestro pueblo, lo habían impedido. Y en manos nuestras, es decir, de nuestro pueblo, cayó esa oportunidad. [...]
Por qué tenemos los gobernantes revolucionarios moral para pararnos ante el pueblo... (APLAUSOS), moral para responder a los enemigos de nuestro pueblo, sino porque venimos con la verdad en la mano, porque no le ocultamos nada a la nación y porque vamos a las raíces de los problemas y podemos probar hasta la saciedad, frente al coro de los enemigos, que la Revolución ha actuado correctamente, que la Revolución actúa correctamente, porque hay razones que son irrebatibles, hay hechos que son irrefutables, hay números que no se pueden contradecir. Y cuando se va a la verdad de esos números, cuando se va a esas realidades, es cuando tienen que callarse la boca los enemigos de la Revolución (APLAUSOS), porque ellos ni le dijeron nunca la verdad al pueblo, ni buscaron jamás remedios a nuestros males y frente a cuestiones trascendentales venían con fórmulas ridículas e inoperantes, que no servían más que para ir prorrogando nuestros males y para ir produciendo ese cúmulo de problemas y esa herencia negativa que, después de 50 años de república, le han dejado a nuestro pueblo.

¿Lo hecho sirve para agujerear el muro de silencio contra los Cinco?*
Palabras de Ricardo Alarcón, presidente del parlamento cubano, en el Tercer Encuentro Juvenil de Solidaridad con los Cinco. La Habana, junio 12, 2011
Los niños preguntan Gerardo, Ramón, Antonio, Fernando y René son cinco inocentes que sufren trece años de injusta y cruel prisión. Han pasado buena parte  de su juventud bajo un régimen carcelario especialmente duro para ellos, lejos de su tierra, de sus familias, de sus amigos, y sometidos frecuentemente a largos períodos de confinamiento solitario.
Sobre ellos cae también un castigo adicional que a todos debería avergonzarnos. Es el castigo del silencio. Nuestros Cinco compañeros no existen para las grandes corporaciones que controlan los llamados medios de información. Esos medios han levantado una muralla que rodea el caso y hace prácticamente imposible conocer la verdad que ellos encarnan. No basta con denunciar ese muro de silencio. Limitarse a eso sólo puede contentar a quienes vean esta lucha simplemente como un acto rutinario que suele cumplirse con la repetición de consignas.
De lo que se trata es de derribar ese muro de silencio. Nada más y nada menos. Y esa tarea sólo pueden realizarla los jóvenes. Porque es una lucha que requiere energía y creatividad, que debe despojarse de superficialidad y esquematismo, que exige amor y compromiso.
En alguna ocasión Gerardo afirmó que la justicia sólo vendrá cuando sea el veredicto de un jurado de millones ¿Cómo alcanzarlo?
Ante todo reconociendo sinceramente que estamos aún muy lejos de esa meta, que es mucho lo que nos falta por hacer y que es mucho más lo que podemos hacer.
Debemos insistir directamente sobre las grandes corporaciones mediáticas denunciando constantemente su cómplice censura y aprovechando los escasos resquicios que ofrecen incluyendo, por ejemplo, la publicación de anuncios pagados. Hay que reclamar igualmente a todos los medios alternativos que, en general, no dan a este tema una atención prioritaria. Y, por supuesto, tenemos que exigirles a nuestras publicaciones, las revolucionarias o progresistas, que cumplan no sólo con su deber de solidaridad, sino que hagan un periodismo auténtico y creador, capaz de vencer la modorra burocrática y sobre todo que se salga de los moldes de la dictadura mediática global.
Es preciso usar con inteligencia y audacia las nuevas tecnologías de la comunicación sin dejar de emplear los métodos insustituibles del trabajo político directo, persona a persona, que nuestras organizaciones aplican en su trabajo regularmente.
Los Cinco no cometieron otra falta que luchar contra el terrorismo. El gobierno que los encarcela nunca pudo presentar prueba alguna de que fuesen culpables de los principales cargos formulados contra ellos.
Lo reconoció por escrito la Fiscalía en este documento oficial del 25 de mayo de 2001 en el que admitió su fracaso respecto a la peor acusación contra Gerardo. Este escrito tiene ya diez años pero sigue siendo ignorado. Como se olvida este documento ratificado el 2 de septiembre de 2008 por el pleno de la Corte de Apelaciones de Atlanta que afirma, por unanimidad y varias veces, que en este caso no existía evidencia alguna de nada que hubiese afectado la seguridad nacional de Estados Unidos, o sea, que no había nada de espionaje, y en consecuencia declaró nulas dos sentencias relacionadas con ese tema. Desde entonces han transcurrido tres años y a muchos se les obliga todavía a creer que los Cinco fueron acusados de espionaje desconociendo por completo la determinación unánime del tribunal.
Ahora la batalla legal se centra en la apelación extraordinaria o habeas corpus a favor de Gerardo Hernández, Antonio Guerrero y René González. El gobierno ha pedido al tribunal que rechace estas peticiones de manera sumaria, sin recibir nuevas evidencias, sin discutir, sin escuchar a Gerardo.
Además de este documento por el que el Gobierno admitió que era imposible probar su culpabilidad, la defensa de Gerardo se fundamenta en dos argumentos decisivos que demuestran la naturaleza profundamente injusta de este caso y el éxito de Washington en ocultarlo.
La farsa judicial seguida contra los Cinco en Miami giró alrededor de una infame calumnia respecto al incidente del 24 de febrero de 1996, cuando fueron derribadas en aguas cubanas dos avionetas de un grupo terrorista que durante años realizó numerosas provocaciones sobre nuestro territorio. Gerardo no tuvo absolutamente nada que ver con ese incidente y el propio gobierno reconoció en este documento que no podía sostener su falsa acusación.
Pero además el gobierno de Estados Unidos tenía que probar que el hecho sucedió en el espacio internacional para tener jurisdicción sobre él. Los radares cubanos mostraban que ocurrió en Cuba, mientras los radares norteamericanos daban informaciones contradictorias o confusas. Con ese motivo la misión de la Organización de Aviación Civil Internacional que investigó el incidente solicitó a Washington que entregase las imágenes tomadas por los satélites de Estados Unidos. Washington se negó a suministrarlas hace quince años, se negó a hacerlo cuando lo pidió la defensa de Gerardo y se sigue negando ahora.
El otro argumento surgió en el 2006 cuando se descubrió que el gobierno norteamericano entregó cuantiosos recursos del presupuesto federal para pagar a los llamados “periodistas” que desataron una feroz campaña contra los Cinco y que amenazaron a los miembros del jurado ante las reiteradas protestas, entonces, de la Jueza. Pese a los numerosos esfuerzos del Comité Nacional por la Libertad de los Cinco y otros solidarios norteamericanos hasta ahora Washington se resiste a revelar todo lo que esconde sobre su conspiración con los medios locales de Miami para condenar a nuestros compañeros.
Son pruebas irrefutables suficientes para convencer a cualquiera de la total inocencia de Gerardo y sus hermanos, son más que suficientes para que el Presidente Obama ordene su liberación inmediata e incondicional. Por eso los medios controlados por Washington impiden a la gente conocerlas.
Preguntémonos valientemente si lo que hemos hecho es suficiente siquiera para horadar el muro de silencio. Respondamos la pregunta que nos hacen los niños de La Colmenita: ¿Qué más podemos hacer?
Fuente:
n/18817.html
*Este título es de la redacción de Voz.

Compromiso con la justicia y la verdad
Con un discurso propio y desde espacios como las redes sociales y las nuevas tecnologías, los participantes en el III Encuentro Juvenil Internacional de Solidaridad con los antiterroristas cubanos, se comprometieron a liderar la lucha por la justicia
14 de Junio del 2011 0:55:20 CDT
Gerardo Hernández, René González, Antonio Guerrero, Fernando González y Ramón Labañino siguen presos. Esa vergonzosa verdad movilizó a los jóvenes del mundo, reunidos en La Habana durante tres días, en una búsqueda creativa y urgente de nuevas vías para romper definitivamente el silencio sobre casi 13 años de injusto encarcelamiento.
«La batalla por su liberación no es solo una tarea para los jóvenes cubanos: es hoy un compromiso que asumimos los jóvenes a nivel mundial con la justicia, con la verdad». Esa fue una de las certezas de la Declaración Final del III Encuentro Juvenil Internacional de Solidaridad con los Cinco, un evento que abogó porque los más nuevos asuman el protagonismo en la lucha por la libertad inmediata de los antiterroristas cubanos pues, como expresó Ricardo Alarcón, presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular, en su intervención inaugural, «es una lucha que requiere energía y creatividad, que debe despojarse de superficialidad y esquematismo, que exige amor y compromiso».
Desde la frescura de sus espacios, con discursos que se les parezcan y especialmente a partir del aprovechamiento del uso de las nuevas tecnologías, los más de 180 participantes de 33 países, incluida Cuba con 40 delegados, se comprometieron a difundir la verdad sobre cinco hombres que no debieron estar ni un solo día en prisión.
En la Declaración Final, leída por Liudmila Álamo Dueñas, Primera Secretaria de la UJC, quedó constancia de las tres jornadas de intenso trabajo. Luego de conferencias, encuentros con los familiares y de los debates en talleres, surgió un nuevo mapa para la acción.
Las propuestas incluyen dar continuidad a las experiencias compartidas y las acciones exitosas en el mundo, seguir con más fuerza la exigencia para que sean liberados.
Incrementar los pronunciamientos de jóvenes parlamentarios, abogados, artistas; realizar actividades los días 5 de cada mes, incluyendo la jornada del 12 de septiembre hasta el 6 de octubre; y, sobre todo, «convertir en una tribuna en defensa de los Cinco, cada espacio internacional en el que los jóvenes del mundo estemos presentes», son algunos de los compromisos plasmados en la Declaración.
Por la unidad de acción
Durante las sesiones del taller que profundizó en las experiencias regionales, los jóvenes protagonizaron un rico debate que partió de la autocrítica en torno a lo que falta por hacer, y compartieron los éxitos de las campañas solidarias en distintos países.
Estuvieron acompañados por Kenia Serrano, presidenta del Instituto de Amistad con los Pueblos (ICAP); Leira Sánchez, miembro del Buró Nacional de la UJC; Rosa Aurora Freijanes, esposa de Fernando; así como el escritor Raúl Capote y el médico José Manuel Collera, recientemente declarados como agentes de la Seguridad del Estado cubano.
Las intervenciones coincidieron en la necesidad de buscar la unidad entre los solidarios así como hacer más visibles las acciones realizadas; en el caso de los jóvenes, desde un discurso propio, como apuntó la delegada cubana Yaniska Lugo, del Centro Martin Luther King.
La pregunta que se hacen los niños de La Colmenita en su obra Abracadabra: «¿qué más podemos hacer?», motivó reflexiones de los delegados que los llevaron a profundizar también en cómo materializar las acciones.
Representando a Palestina, Mohamed Abu Srour propuso crear un círculo de solidaridad para la interconexión y llamó a reiterar el tema en Naciones Unidas.
Un tema reiterado en las intervenciones fue la necesidad de difundir toda la información disponible y todas las iniciativas. Oscar García, de México, llamó a convertirse en reproductores de los contenidos relacionados con el caso, a potenciar las manifestaciones artísticas, y el uso de las nuevas tecnologías como herramienta para publicar, y hacerlo en tiempo real.
«La información y el conocimiento es fuente de revoluciones. Hagámoslo desde abajo», exhortó.
Para la delegada del Centro Martin Luther King, es importante identificar los diferentes escenarios de trabajo, conectar el tema con las agendas de los diferentes foros y eventos internacionales, así como dar seguimiento a los contactos que sumemos a la causa. «Es necesario que los Cinco sean parte de la vida cotidiana», dijo.
Extender la red solidaria «al amigo del amigo» fue la propuesta de la colombiana Yohana Valdés, quien aseguró que falta mucho por sensibilizar. «Hay que tocar las fibras humanas de todos y no usar palabras frías para abordar el tema», explicó la joven.
Luckson Kandemiiri, de Zimbabwe, pidió seguir en la recopilación de firmas e intensificar el trabajo en África. «Tenemos muchas cosas en común con las que podemos trabajar para destruir la manipulación», indicó.
«Nadie se suma a una causa que no conoce», expresó Rosa Aurora Freijanes, esposa de Fernando, quien recordó a Nelson Mandela como paradigma del tipo de lucha que se debe librar para sacar a los patriotas cubanos de prisión.
Otra propuesta, hecha por Sandra Bakutz, de Austria, fue la realización de una manifestación para exigir la libertad de los Cinco, el mismo día, a la misma hora y frente a las embajadas del EE.UU. en los distintos países.
La Presidenta del ICAP explicó algunas de las razones por las que esta lucha debe ser liderada por los jóvenes. En ustedes está la clave, dijo, y «son quienes ahora mismo protagonizan los principales cambios en el mundo».
A partir de los contextos y las complejas realidades nacionales, destacó la importancia de moverse en espacios comunitarios para ser más efectivos. «En los Cinco están todas las razones», concluyó.
Tecnologías en pos de los Cinco
Desde que la causa de Antonio, Fernando, Gerardo, Ramón y René comenzó a difundirse y multiplicarse vía Internet, muchas han sido las alternativas y formatos creados, nacidos en diversas latitudes, para divulgar las campañas de solidaridad.
Páginas web, blogs personales, redes sociales y comunidades virtuales llevan la temática a todo el mundo, aunque todavía no se logra llegar al número de personas suficientes, especialmente entre los estadounidenses, de modo que el Gobierno norteamericano sienta la presión de millones que se proclaman por un principio justo.
Sobre estas realidades se debatió en las sesiones del Taller sobre las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) en la batalla por la liberación de los Cinco, en el cual se realizó un foro digital interactivo que tuvo lugar en el Palacio Central de Computación, en la capital, con la presencia de familiares de los cinco héroes.
Ante el panorama en que se mueven los grandes medios internacionales, la mayoría de ellos haciendo caso omiso a la historia de los cinco luchadores antiterroristas, los jóvenes cubanos apuestan por llevar la verdad de Cuba y de sus héroes de todas las formas posibles.
José Luis Bencomo, de la Universidad de Ciencias Informáticas (UCI), explicó que actualmente existen 82 sitios en Internet sobre los Cinco, los cuales están llamados a tratar de manera más profunda los pormenores del caso y las esencias más humanas del asunto.
Para ampliar este impacto, en Cuba se han creado espacios que pueden tener gran alcance, como la Red Universitaria de Solidaridad con los Cinco, que ya cuenta con 3.360 miembros, y tiene como propósito difundir el caso con suficientes elementos históricos, informativos, y humanos.
Este gran conector incita a estrechar los puentes de solidaridad para divulgar la verdad y conseguir concienciar al mayor número de personas.
Según refirió Julián Gutiérrez, coordinador general, en este proyecto las universidades son herramientas potenciales difusoras del caso, especialmente en los centros de enseñanza norteamericanos.
Para ello se concibió el sitio http://5heroes.cujae.edu.cu, con materiales que incluyen cartas personales, videos, más de 4.000 imágenes, y mensajes puestos a disposición de todo aquel que se conecte.
Además se cuenta con los portales www.antiterroristas.cu y www.freethefive.org, que figuran entre los más completos.
No obstante, señaló Héctor Rodríguez, vicerrector de la UCI, hay que tener en cuenta el posicionamiento que van teniendo los diferentes portales en el ciberespacio, y trazar estrategias muy inteligentes, pues los grandes buscadores como Google están cerrando los canales a Cuba, y muchas veces ocultan informaciones.
Voces decisivas de amor
A pesar de las negativas y los obstáculos comunicativos que debe afrontar la campaña de solidaridad en todo el mundo, los ejemplos de jóvenes que se aventuran a defender sus criterios no faltan. Así llegó a Cuba Antoinette Márquez, una estadounidense que compartió sus experiencias de cómo se desarrollan, desde esa nación, los mensajes, y exhortó a todos a unir fuerzas para seguir llevando la voz de la verdad.
Con ello coincidió Jorge Jerez, de la UCI, quien subrayó la idea de buscar vías alternativas de información, más personalizadas, que logren entrar en los más diversos públicos.
Antonio Guerrero Cabrera y María Eugenia Guerrero, hijo y hermana de Tony, respectivamente, destacaron la necesidad de que el pueblo norteamericano sea informado con la verdad del caso, pues muchos de ellos desconocen esta causa, debido a que los grandes monopolios informativos la mantienen fuera de su agenda temática.
También Ailín Labañino, hija de Ramón, insistió en el uso de estas herramientas de Internet como camino para llegar a todos los amigos, compartir y conversar con ellos las experiencias y recientes acontecimientos.
Cultura y juventud
«Las generaciones futuras serán, al fin y al cabo, las encargadas de decir la última palabra». En torno a esa frase de Fidel, que aunque proclamada hace casi 50 años tiene hoy más vigencia que nunca, versaron los debates del taller Cultura y Nación, una mirada desde los jóvenes.
Luis Morlote, presidente de la Asociación Hermanos Saíz, destacó el papel de la cultura para Cuba y su Revolución, no vista como ornamento o atributo, sino como la sustancia a defender porque nos conforma como nación.
Sobre la vida y obra de los hermanos Sergio y Luis Saíz, cuyos nombres honran a esa organización que agrupa a los jóvenes creadores cubanos, habló Jaime Gómez Triana, teatrólogo y profesor del Instituto Superior de Arte.
La estirpe del Apóstol hizo despertar y ofrendar sus vidas a esos adolescentes, tal como lo han hecho Antonio, Gerardo, Fernando, Ramón y René, afirmó el joven artista.
Víctor Álvarez, integrante de la dirección de la AHS, recordó cómo José Martí, desde los inicios, avizoró que la lucha —ya fuera con armas o ideas— debía dirigirse a frenar los intereses del Imperio.
Del lado de los participantes se escuchó también la voz de jóvenes indígenas del pueblo Kuna de Panamá, quienes ratificaron su solidaridad con los Cinco y se comprometieron a redoblar sus acciones.
Potenciar festivales artísticos, ir más allá de la red de redes e inundar las calles a través del grafiti y el arte urbano en sentido general, de modo que esta lucha llegue a las comunidades en todo el mundo y se hagan eco de ella también los que no tienen acceso a las TIC, fueron propuestas que salieron de los jóvenes.
Humor Rebelde
Humor Rebelde fue otro de los talleres que sesionaron durante el evento. Moderadores y participantes coincidieron en que no existe freno a la hora de utilizar medios para denunciar la injusticia contra los antiterroristas cubanos.
La galería online Dedeté con Gerardo, adjunta a la página web del diario Juventud Rebelde y espacio abierto para que dibujantes del mundo publiquen sus obras en torno al tema de los Cinco, fue presentada durante la jornada.
Las obras de más de 30 caricaturistas, especialmente cubanos, abordaron momentos y sucesos relacionados con esta causa.  Entre ellas estaban las creaciones del propio Gerardo.
El reconocido artista Arístides Hernández, Ares, expuso en una conferencia los antecedentes de la caricatura y remarcó el carácter antiimperialista de esa expresión en Cuba.
Adriana Pérez destacó cómo el humor gráfico ha ayudado a su esposo Gerardo, al igual que otras expresiones de la cultura y el arte lo han hecho con Ramón, René, Fernando y Antonio, a vencer tantos años de encierro e injusticia.
Representantes de México, Ecuador y Chile agradecieron la posibilidad de conocer más sobre Gerardo, a quien calificaron de buen exponente del humor por la claridad de sus dibujos que hacen reír y reflexionar a la vez.

Declaración Final del Tercer Encuentro Juvenil Internacional de Solidaridad con los Cinco Héroes cubanos prisioneros injustamente en cárceles de los Estados Unidos
Los jóvenes participantes en el Tercer Encuentro Internacional Juvenil de Solidaridad con los Cinco Héroes, reunidos del 11 al 13 de junio 2011, en la tierra de Martí y Fidel, convocados por la Unión de Jóvenes Comunistas de Cuba en representación de sus organizaciones estudiantiles y juveniles, junto a representantes de la Federación Mundial de Juventudes Democráticas, la Organización Continental Latinoamericana y Caribeña de Estudiantes y la Organización Iberoamericana de Juventud, estamos conscientes de la urgencia que nos impone la presente etapa para romper el muro de silencio mantenido por el gobierno de los Estados Unidos al caso de los Cinco luchadores antiterroristas cubanos, que cumplen largas e injustas condenas en las cárceles del imperio.
El caso es político, el hecho más reciente que lo valida es la solicitud realizada por el gobierno de los EUA a la Corte de que rechazara el Habeas Corpus de Gerardo, como hicieran en relación con las mociones presentadas por Antonio y René; igualmente es muestra de ello la negativa al otorgamiento de las visas a Adriana y Olga. Estas realidades confirman el carácter arbitrario  del proceso judicial realizado contra ellos, que castiga a inocentes, como a nuestros Cinco, y libera a connotados terroristas como Posada Carriles.
Nos convoca la conducta digna y heroica mantenida por ellos, que lucharon por defender a su pueblo de las acciones terroristas que han causado muerte y mutilaciones a miles de compatriotas, defendiendo el derecho a la vida en nuestro país. Su heroísmo  es ejemplo a seguir por los jóvenes que en el mundo luchamos en contra del terrorismo y el imperialismo.
La batalla por su liberación no es sólo una tarea para los jóvenes cubanos, sino es hoy un compromiso que asumimos con la justicia, con la verdad, los jóvenes a nivel mundial.
Dando continuidad a las experiencias compartidas y las acciones asumidas en cada foro de discusión en el marco del Tercer Encuentro Juvenil Internacional de Solidaridad con los Cinco convocamos a:
•Exigir al presidente de los EUA Barack Obama, hacer uso de sus facultades para que ponga fin a las injustas condenas de los Cinco, utilizando todas las posibilidades y recursos que estén a nuestro alcance.
•Incrementar en todos los espacios posibles el reclamo universal para el cese de esta injusticia, sumando desde todas las partes del mundo, a todos los jóvenes de buena voluntad a intensificar la batalla política por su liberación, utilizando los materiales de actualización del caso, resoluciones, mociones y el documento de Amnistía Internacional que cuestiona la injusticia que contra ellos se comete.
•Fortalecer y dar a conocer las acciones que vienen realizando  los comités de solidaridad que existen en el mundo.
•Incrementar los pronunciamientos de personas jóvenes parlamentarias, representantes de gobiernos, personalidades del arte y la cultura, de la intelectualidad joven, a favor de su libertad inmediata.
•Divulgar los videos, imágenes, materiales, publicaciones y obras artísticas que constituyen argumentos e ideas esenciales en la batalla por la liberación de los Cinco.
•Realizar actividades a favor de su liberación los días 5 de cada mes y persistir en las que se llevan a cabo el 12 de septiembre, fecha de sus arrestos, extendiéndolas hasta el 6 de octubre,  que  está declarado por Cuba «Día de las víctimas del terrorismo».
•Divulgar los argumentos que prueban las arbitrariedades e injusticias de un proceso que ha sido manipulado y la necesidad  que obliga al pueblo cubano a defenderse de sus enemigos que lo asedian y agreden constantemente, empleando todos los medios de comunicación tradicional y alternativa. Dar una gran batalla en las redes sociales.
•Exigir el desmantelamiento de las organizaciones terroristas con sede en Miami, que existen bajo el amparo del gobierno norteamericano, reclamando justicia y condena para los que asesinan a nuestros pueblos.
•Multiplicar el reclamo  del Comité Internacional de Solidaridad con los Cinco por el otorgamiento de las visas para Adriana Pérez y Olga Salanueva como reclama la Comisión Internacional por el Derecho a Visitas Familiares a la señora Michelle Obama en su doble condición de mujer y madre.
•Convertir en una tribuna en defensa de los Cinco, cada espacio internacional en el que los jóvenes del mundo estemos presentes.
Mientras nuestros Cinco permanezcan injustamente encarcelados en las prisiones de los Estados Unidos, mantendremos nuestra batalla en Cuba y en cualquier parte del mundo, inspirados por el indoblegable ejemplo de hombres como ellos, que nos convocan a luchar  por su liberación. Convencidos de la fuerza del movimiento internacional de solidaridad con los Cinco, proclamemos:
¡Fin a la injusticia, libertad ahora!

ONU reconoce lucha de Cuba contra el racismo
Joel Michel Varona
La Habana.— Organismos de Naciones Unidas reconocieron hoy aquí los avances en la lucha contra la discriminación racial en Cuba, gracias a una política estatal dirigida a beneficiar todos los sectores de la sociedad.
El representante auxiliar del Fondo de Población de las Naciones Unidas, Rolando García subrayó que los logros del país constituyen un ejemplo para el mundo y actualmente marcha a la cabeza en América Latina en igualdad de oportunidades a sus ciudadanos.
Estos avances se corresponden con las políticas de participación ciudadana e incluyentes, promovidas por la dirección de la nación avocada ahora a consolidar ese propósito, dijo García, quien participa en el seminario Cuba y los pueblos afrodescendientes en América.
En el caso de Cuba, podemos decir que resolvieron los principales problemas de discriminación, y logró incorporar en gran medida a los afrodescendientes a la sociedad, señaló García en la sede del Instituto Cubano de Investigación Cultural Juan Marinello de esta capital.
Juan José Ortiz, representante en Cuba del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia, destacó que de los miles de niños afrodescendientes en la región afectados por la pobreza y todos sus efectos secundarios, ninguno es cubano, gracias a la voluntad política del gobierno.
Subrayó que Cuba y Noruega son los países con más baja mortalidad infantil en el mundo, pero es impresionante, dijo el funcionario, que la mayor de las Antillas logró estos resultados sin contar con el desarrollo y las riquezas de ese país europeo.
La coordinadora residente del Sistema de Naciones Unidas aquí Bárbara Pesce, dijo que Cuba es un ejemplo de lucha en materia de discriminación racial. (PL)

Cuba reitera en la ONU solidaridad con independencia de Puerto Rico
NACIONES UNIDAS, 20 junio.- Cuba reiteró hoy en Naciones Unidas su solidaridad con el pueblo puertorriqueño y la defensa de su derecho legítimo a la libre determinación e independencia.
Los 113 años de dominio colonial sobre ese país no han sido suficientes para arrebatarle a ese pueblo su cultura, identidad y sentimientos nacionales, apuntó el representante permanente de Cuba ante la ONU, Pedro Núñez Mosquera.
Eso demuestra la inclaudicable vocación de independencia arraigada en lo más profundo de esa isla latinoamericana y caribeña. Todos estos años de resistencia y lucha continuada, le dan el derecho a la esperanza, agregó.
El diplomático cubano habló este lunes ante el comité de descolonización de la ONU tras la aprobación de una resolución que reafirmó el derecho inalienable del pueblo de Puerto Rico a su libre determinación e independencia.
El documento, auspiciado también por Bolivia, Ecuador, Nicaragua y Venezuela había sido presentado por el propio Núñez Mosquera en la sesión de la mañana y fue adoptado por consenso.
El embajador recordó que durante más de un siglo, cubanos y puertorriqueños han estado unidos en la lucha por la independencia de Puerto Rico y subrayó las profundas raíces que alimentan esa relación.
Al respecto hizo una amplia exposición de momentos y hechos históricos que vinculan a ambas islas antillanas, desde los tiempos de los aborígenes taínos, y sostuvo que juntos recibimos sangre africana y española, mezcla que forjó nuestra propia raza.
Resaltó las figuras de los puertorriqueños Ramón Emeterio Betances y José María de Hostos y del Héroe Nacional cubano, José Martí, quien luchó y murió por la independencia absoluta de Cuba y por fomentar y auxiliar la de Puerto Rico.
También puntualizó que dos mil puertorriqueños derramaron su sangre por la independencia cubana y que en 1898 nuestras tierras recibieron el ultraje de la invasión y la ocupación militar de Estados Unidos y con ella la amenaza real de anexión de nuestras islas.
Las generaciones actuales de cubanos y puertorriqueños continuamos forjando esta relación que está enraizada en lo más profundo de nuestras identidades, subrayó Núñez Mosquera. (PL).

Cuba: ¿Excepción histórica o vanguardia en la lucha anticolonialista?
(9 de abril de 1961)
La clase obrera es la clase fecunda y creadora, la clase obrera es la que produce cuanta riqueza material existe en un país. Y mientras el poder no esté en sus manos, mientras la clase obrera permita que el poder esté en manos de los patronos que la explotan, en manos de los especuladores, en manos de los terratenientes, en manos de los monopolios, en manos de los intereses extranjeros o nacionales, mientras las armas estén en manos del servicio de esos intereses y no en sus propias manos, la clase obrera estará obligada a una existencia miserable por muchas que sean las migajas que les lancen esos intereses desde la mesa del festín.
—Fidel Castro
Nunca en América Latina se había producido un hecho de tan extraordinarias características, tan profundas raíces y tan trascendentales consecuencias para el destino de los movimientos progresistas del continente como nuestra guerra revolucionaria. A tal extremo, que ha sido calificada por algunos como el acontecimiento cardinal de América Latina y el que sigue en importancia a la trilogía que constituyen la Revolución rusa, el triunfo sobre las armas hitlerianas con las transformaciones sociales siguientes, y la victoria de la Revolución china.
Este movimiento, grandemente heterodoxo en sus formas y manifestaciones, ha seguido, sin embargo —no podía ser de otra manera—, las líneas generales de todos los grandes acontecimientos históricos del siglo, caracterizados por las luchas anticoloniales y el tránsito al socialismo.
Sin embargo, algunos sectores, interesadamente o de buena fe, han pretendido ver en ella una serie de raíces y características excepcionales, cuya importancia relativa frente al profundo fenómeno histórico-social elevan artificialmente, hasta constituirlas en determinantes. Se habla del excepcionalismo de la Revolución cubana al compararla con las líneas de otros partidos progresistas de América Latina, y se establece, en consecuencia, que la forma y caminos de la Revolución cubana son el producto único de la revolución y que en los demás países de América Latina será diferente el tránsito histórico de los pueblos.
Aceptamos que hubo excepciones que le dan sus características peculiares a la Revolución cubana, es un hecho claramente establecido que cada revolución cuenta con ese tipo de factores específicos, pero no está menos establecido que todas ellas seguirán leyes cuya violación no está al alcance de las posibilidades de la sociedad. Analicemos, pues, los factores de este pretendido excepcionalismo.
El primero, quizás, el más importante, el más original, es esa fuerza telúrica llamada Fidel Castro Ruz, nombre que en pocos años ha alcanzado proyecciones históricas. El futuro colocará en su lugar exacto los méritos de nuestro primer ministro, pero a nosotros se nos antojan comparables con los de las más altas figuras históricas de toda Latinoamérica. Y, ¿cuáles son las circunstancias excepcionales que rodean la personalidad de Fidel Castro? Hay varias características en su vida y en su carácter que lo hacen sobresalir ampliamente por sobre todos sus compañeros y seguidores; Fidel es un hombre de tan enorme personalidad que, en cualquier movimiento donde participe, debe llevar la conducción y así lo ha hecho en el curso de su carrera desde la vida estudiantil hasta el premierato de nuestra patria y de los pueblos oprimidos de América Latina. Tiene las características de gran conductor, que sumadas a sus dotes personales de audacia, fuerza y valor, y a su extraordinario afán de auscultar siempre la voluntad del pueblo, lo han llevado al lugar de honor y de sacrificio que hoy ocupa. Pero tiene otras cualidades importantes, como son su capacidad para asimilar los conocimientos y las experiencias, para comprender todo el conjunto de una situación dada sin perder de vista los detalles, su fe inmensa en el futuro, y su amplitud de visión para prevenir los acontecimientos y anticiparse a los hechos, viendo siempre más lejos y mejor que sus compañeros. Con estas grandes cualidades cardinales, con su capacidad de aglutinar, de unir, oponiéndose a la división que debilita; su capacidad de dirigir a la cabeza de todos la acción del pueblo; su amor infinito por él, su fe en el futuro y su capacidad de preverlo, Fidel Castro hizo más que nadie en Cuba para construir de la nada el aparato hoy formidable de la Revolución cubana.
Sin embargo, nadie podría afirmar que en Cuba había condiciones político-sociales totalmente diferentes a las de otros países de América Latina y que, precisamente por esa diferencia, se hizo la Revolución. Tampoco se podría afirmar por el contrario, que, a pesar de esa diferencia Fidel Castro hizo la Revolución. Fidel, grande y hábil conductor, dirigió la Revolución en Cuba, en el momento y en la forma en que lo hizo, interpretando las profundas conmociones políticas que preparaban al pueblo para el gran salto hacia los caminos revolucionarios. También existieron ciertas condiciones, que no eran tampoco específicas de Cuba, pero que difícilmente serán aprovechables de nuevo por otros pueblos, porque el imperialismo, al contrario de algunos grupos progresistas, sí aprende con sus errores.
La condición que pudiéramos calificar de excepción, es que el imperialismo norteamericano estaba desorientado y nunca pudo aquilatar los alcances verdaderos de la Revolución cubana. Hay algo en esto que explica muchas de las aparentes contradicciones del llamado cuarto poder norteamericano. Los monopolios, como es habitual en estos casos, comenzaban a pensar en un sucesor de Batista, precisamente porque sabían que el pueblo no estaba conforme y que también lo buscaba, pero por caminos revolucionarios. ¿Qué golpe más inteligente y más hábil que quitar al dictadorzuelo inservible y poner en su lugar a los nuevos “muchachos” que podrían, en su día, servir altamente a los intereses del imperialismo? Jugó algún tiempo el imperio sobre esta carta su baraja continental y perdió lastimosamente. Antes del triunfo, sospechaban de nosotros, pero no nos temían; más bien apostaban a dos barajas, con la experiencia que tienen para este juego donde habitualmente no se pierde. Emisarios del Departamento de Estado, fueron varias veces, disfrazados de periodistas, a calar la revolución montuna, pero no pudieron extraer de ella el síntoma del peligro inminente. Cuando quiso reaccionar el imperialismo, cuando se dio cuenta que el grupo de jóvenes inexpertos que paseaban en triunfo por las calles de La Habana, tenía una amplia conciencia de su deber político y una férrea decisión de cumplir con ese deber, ya era tarde. Y así, amanecía, en enero de 1959, la primera revolución social de toda esta zona caribeña y la más profunda de las revoluciones americanas.
No creemos que se pueda considerar excepcional el hecho de que la burguesía, o, por lo menos, una buena parte de ella, se mostrara favorable a la guerra revolucionaria contra la tiranía, al mismo tiempo que apoyaba y promovía los movimientos tendientes a buscar soluciones negociadas que les permitieran sustituir el gobierno de Batista por elementos dispuestos a frenar la Revolución.
Teniendo en cuenta las condiciones en que se libró la guerra revolucionaria y la complejidad de las tendencias políticas que se oponían a la tiranía, tampoco resulta excepcional el hecho de que algunos elementos latifundistas adoptaran una actitud neutral o, al menos, no beligerante hacia las fuerzas insurreccionales.
Es comprensible que la burguesía nacional, acogotada por el imperialismo y por la tiranía, cuyas tropas caían a saco sobre la pequeña propiedad y hacían del cohecho un medio diario de vida, viera con cierta simpatía que estos jóvenes rebeldes de las montañas castigaran al brazo armado del imperialismo, que era el ejército mercenario.
Así, fuerzas no revolucionarias ayudaron de hecho a facilitar el camino del advenimiento del poder revolucionario.
Extremando las cosas, podemos agregar un nuevo factor de excepcionalidad, y es que, en la mayoría de los lugares de Cuba, el campesino se había proletarizado por las exigencias del gran cultivo capitalista semimecanizado y había entrado en una etapa organizativa que le daba una mayor conciencia de clase. Podemos admitirlo. Pero debemos apuntar, en honor a la verdad, que sobre el territorio primario de nuestro Ejército Rebelde, constituido por los sobrevivientes de la derrotada columna que hace el viaje del Granma, se asienta precisamente un campesinado de raíces sociales y culturales diferentes a las que pueden encontrarse en los parajes del gran cultivo semimecanizado cubano. En efecto, la Sierra Maestra, escenario de la primera columna revolucionaria, es un lugar donde se refugian todos los campesinos que, luchando a brazo partido contra el latifundio, van allí a buscar un nuevo pedazo de tierra que arrebatan al Estado o a algún voraz propietario latifundista para crear su pequeña riqueza. Deben estar en continua lucha contra las exacciones de los soldados, aliados siempre del poder latifundista, y su horizonte se cierra en el título de propiedad. Concretamente, el soldado que integraba nuestro primer ejército guerrillero de tipo campesino, sale de la parte de esta clase social que demuestra más agresivamente su amor por la tierra y su posesión, es decir, que demuestra más perfectamente lo que puede catalogarse como espíritu pequeñoburgués; el campesino lucha porque quiere tierra; para él, para sus hijos, para manejarla, para venderla y enriquecerse a través del trabajo.
A pesar de su espíritu pequeñoburgués, el campesino aprende pronto que no puede satisfacerse su afán de posesión de la tierra, sin romper el sistema de la propiedad latifundista. La reforma agraria radical, que es la única que puede dar la tierra al campesino, choca con los intereses directos de los imperialistas, latifundistas y de los magnates azucareros y ganaderos. La burguesía teme chocar con esos intereses. El proletariado no teme chocar con ellos. De este modo, la marcha misma de la Revolución une a los obreros y a los campesinos. Los obreros sostienen la reivindicación contra el latifundio. El campesino pobre, beneficiado con la propiedad de la tierra, sostiene lealmente al poder revolucionario y lo defiende frente a los enemigos imperialistas y contrarrevolucionarios.
Creemos que no se puede alegar más factores de excepcionalismo. Hemos sido generosos en extremarlos, veremos ahora, cuáles son las raíces permanentes de todos los fenómenos sociales de América Latina, las contradicciones que, madurando en el seno de las sociedades actuales, provocan cambios que pueden adquirir la magnitud de una revolución como la cubana.
En orden cronológico, aunque no de importancia en estos momentos, figura el latifundio; el latifundio fue la base del poder económico de la clase dominante durante todo el período que sucedió a la gran revolución libertadora del anticolonialismo del siglo pasado. Pero esta clase social latifundista, que existe en todos los países, está por regla general a la zaga de los acontecimientos sociales que conmueven al mundo. En alguna parte, sin embargo, lo más alerta y esclarecido de esa clase latifundista advierte el peligro y va cambiando el tipo de inversión de sus capitales, avanzando a veces para efectuar cultivos mecanizados de tipo agrícola, trasladando una parte de sus intereses a algunas industrias o convirtiéndose en agentes comerciales del monopolio. En todo caso, la primera revolución libertadora no llegó nunca a destruir las bases latifundistas, que actuando siempre en forma reaccionaria, mantienen el principio de servidumbre sobre la tierra. Este es el fenómeno que asoma sin excepciones en todos los países de América Latina y que ha sido substrato de todas las injusticias cometidas, desde la época en que el rey de España concediera a los muy nobles conquistadores las grandes mercedes territoriales, dejando, en el caso cubano, para los nativos, criollos y mestizos, solamente los realengos, es decir, la superficie que separa tres mercedes circulares que se tocan entre sí.
El latifundista comprendió, en la mayoría de los países, que no podía sobrevivir solo, y rápidamente entró en alianza con los monopolios, vale decir con el más fuerte y fiero opresor de los pueblos americanos. Los capitales norteamericanos llegaron a fecundar las tierras vírgenes, para, llevarse después, insensiblemente, todas las divisas que antes, generosamente, habían regalado, más otras partidas que constituyen varias veces la suma originalmente invertida en el país “beneficiado”.
América Latina fue campo de la lucha interimperialista y las “guerras” entre Costa Rica y Nicaragua; la segregación de Panamá; la infamia cometida contra Ecuador en su disputa contra Perú; la lucha entre Paraguay y Bolivia; no son sino expresiones de esta batalla gigantesca entre los grandes consorcios monopolistas del mundo, batalla decidida casi completamente a favor de los monopolios norteamericanos después de la Segunda Guerra Mundial. De ahí en adelante el imperio se ha dedicado a perfeccionar su posesión colonial y a estructurar lo mejor posible todo el andamiaje para evitar que penetren los viejos o nuevos competidores de otros países imperialistas. Todo esto da por resultado una economía monstruosamente distorsionada, que ha sido descrita por los economistas pudorosos del régimen imperial con una frase inocua, demostrativa de la profunda piedad que nos tienen a nosotros, los seres inferiores (llaman “inditos” a nuestros indios explotados miserablemente, vejados y reducidos a la ignominia, llaman “de color” a todos los hombres de raza negra o mulata preteridos, discriminados, instrumentos, como persona y como idea de clase, para dividir a las masas obreras en su lucha por mejores destinos económicos); a nosotros, pueblos de América Latina, se nos llama con otro nombre pudoroso y suave: “subdesarrollados”.
¿Qué es subdesarrollo?
Un enano de cabeza enorme y tórax henchido es “subdesarrollado” en cuanto a sus débiles piernas o sus cortos brazos no articulan con el resto de su anatomía; es el producto de un fenómeno teratológico que ha distorsionado su desarrollo. Eso es lo que en realidad somos nosotros, los suavemente llamados “subdesarrollados”, en verdad países coloniales, semicoloniales o dependientes. Somos países de economía distorsionada por la acción imperial, que ha desarrollado anormalmente las ramas industriales o agrícolas necesarias para complementar su compleja economía. El “subdesarrollo”, o el desarrollo distorsionado, conlleva peligrosas especializaciones en materias primas, que mantienen en la amenaza del hambre a todos nuestros pueblos. Nosotros, los “subdesarrollados”, somos también los del monocultivo, los del monoproducto, los del monomercado. Un producto único cuya incierta venta depende de un mercado único que impone y fija condiciones, he aquí la gran fórmula de la dominación económica imperial, que se agrega a la vieja y eternamente joven divisa romana, divide e impera.
El latifundio, pues, a través de sus conexiones con el imperialismo, plasma, completamente el llamado “subdesarrollo” que da por resultado los bajos salarios y el desempleo. Este fenómeno de bajos salarios y desempleo es un círculo vicioso que da cada vez más bajos salarios y cada vez más desempleo, según se agudizan las grandes contradicciones del sistema y, constantemente a merced de las variaciones cíclicas de su economía, crean lo que es el denominador común de los pueblos de América Latina, desde el río Bravo al Polo Sur. Ese denominador común, que pondremos con mayúscula y que sirve de base de análisis para todos los que piensan en estos fenómenos sociales, se llama Hambre del Pueblo, cansancio de estar oprimido, vejado, explotado al máximo, cansancio de vender día a día miserablemente la fuerza de trabajo (ante el miedo de engrosar la enorme masa de desempleados), para que se exprima de cada cuerpo humano el máximo de utilidades, derrochadas luego en las orgías de los dueños del capital.
Vemos, pues, cómo hay grandes e inesquivables denominadores comunes de América Latina, y cómo no podemos nosotros decir que hemos estado exentos de ninguno de estos entes ligados que desembocan en el más terrible y permanente: Hambre del Pueblo. El latifundio, ya como forma de explotación primitiva, ya como expresión de monopolio capitalista de la tierra, se conforma a las nuevas condiciones y se alía al imperialismo, forma de explotación del capital financiero y monopolista más allá de las fronteras nacionales, para crear el colonialismo económico, eufemísticamente llamado “subdesarrollo”, que da por resultado el bajo salario, el subempleo, el desempleo; el Hambre de los Pueblos. Todo existía en Cuba. Aquí también había hambre, aquí había una de las cifras porcentuales de desempleo más alta de América Latina, aquí el imperialismo era más feroz que en muchos de los países de América Latina y aquí el latifundio existía con tanta fuerza como en cualquier país hermano.
¿Qué hicimos nosotros para liberarnos del gran fenómeno del imperialismo con su secuela de gobernantes títeres en cada país y sus ejércitos mercenarios, dispuestos a defender a ese títere y a todo el complejo sistema social de la explotación del hombre por el hombre? Aplicamos algunas fórmulas que ya otras veces hemos dado como descubrimiento de nuestra medicina empírica para los grandes males de nuestra querida América Latina, medicina empírica que rápidamente se enmarcó dentro de las explicaciones de la verdad científica.
Las condiciones objetivas para la lucha están dadas por el Hambre del Pueblo, la reacción frente a esa hambre, el temor desatado para aplazar la reacción popular y la ola de odio que la represión crea. Faltaron en América Latina condiciones subjetivas de las cuales la más importante es la conciencia de la posibilidad de la victoria por la vía violenta frente a los poderes imperiales y sus aliados internos. Esas condiciones se crean mediante la lucha armada que va haciendo más clara la necesidad del cambio (y permite preverlo) y de la derrota del ejército por las fuerzas populares y su posterior aniquilamiento (como condición imprescindible a toda revolución verdadera).
Apuntando ya que las condiciones se completan mediante el ejercicio de la lucha armada, tenemos que explicar una vez más que el escenario de esa lucha debe ser el campo, y que, desde el campo, con un ejército campesino que persigue los grandes objetivos por los que debe luchar el campesinado (el primero de los cuales es la justa distribución de la tierra), tomará las ciudades. Sobre la base ideológica de la clase obrera, cuyos grandes pensadores descubrieron las leyes sociales que nos rigen, la clase campesina de América Latina dará el gran ejército libertador del futuro, como lo dio ya en Cuba. Ese ejército creado en el campo, en el cual van madurando las condiciones subjetivas para la toma del poder, que va conquistando las ciudades desde afuera, uniéndose a la clase obrera y aumentando el caudal ideológico con esos nuevos aportes, puede y debe derrotar al ejército opresor en escaramuzas, combates, sorpresas, al principio; en grandes batallas al final, cuando haya crecido hasta dejar su minúscula situación de guerrilla para alcanzar la de un gran ejército popular de liberación. Etapa de la consolidación del poder revolucionario será la liquidación del antiguo ejército, como apuntáramos arriba.
Si todas estas condiciones que se han dado en Cuba se pretendieran aplicar en los demás países de América Latina, en otras luchas por conquistar el poder para las clases desposeídas, ¿qué pasaría? ¿sería factible o no? Si es factible, ¿sería más fácil o más difícil que en Cuba? Vamos a exponer las dificultades que a nuestro parecer harán más duras las nuevas luchas revolucionarias de América Latina; hay dificultades generales para todos los países y dificultades más específicas para algunos cuyo grado de desarrollo o peculiaridades nacionales los diferencian de otros. Habíamos apuntado, al principio de este trabajo, que se podían considerar como factores de excepción la actitud del imperialismo, desorientado frente a la Revolución cubana y, hasta cierto punto, la actitud de la misma clase burguesa nacional, también desorientada, incluso mirando con cierta simpatía la acción de los rebeldes debido a la presión del imperio sobre sus intereses (situación esta última que es, por lo demás, general a todos nuestros países). Cuba ha hecho de nuevo la raya en la arena y se vuelve al dilema de Pizarro; de un lado, están los que quieren al pueblo, y del otro están los que lo odian y entre ellos, cada vez más determinada, la raya que divide indefectiblemente a las dos grandes fuerzas sociales: la burguesía y la clase trabajadora, que cada vez están definiendo con más claridad sus respectivas posiciones a medida que avanza el proceso de la Revolución cubana.
Esto quiere decir que el imperialismo ha aprendido a fondo la lección de Cuba, y que no volverá a ser tomado por sorpresa en ninguna de nuestras veinte repúblicas, en ninguna de las colonias que todavía existen, en ninguna parte de América Latina. Quiere decir esto que grandes luchas populares contra poderosos ejércitos de invasión aguardan a los que pretendan ahora violar la paz de los sepulcros, la paz romana. Importante, porque, si dura fue la guerra de liberación cubana con sus dos años de continuo combate, zozobra e inestabilidad, infinitamente más duras serán las nuevas batallas que esperan al pueblo en otros lugares de América Latina.
Los Estados Unidos apresuran la entrega de armas a los gobiernos títeres que ve más amenazados; los hace firmar pactos de dependencia, para hacer jurídicamente más fácil el envío de instrumentos de represión y de matanza y tropas encargadas de ello. Además, aumenta la preparación militar de los cuadros en los ejércitos represivos, con la intención de que sirvan de punta de lanza eficiente contra el pueblo.
¿Y la burguesía? se preguntará. Porque en muchos países de América Latina existen contradicciones objetivas entre las burguesías nacionales que luchan por desarrollarse y el imperialismo que inunda los mercados con sus artículos para derrotar en desigual pelea al industrial nacional, así como otras formas o manifestaciones de lucha por la plusvalía y la riqueza.
No obstante estas contradicciones las burguesías nacionales no son capaces, por lo general, de mantener una actitud consecuente de lucha frente al imperialismo.
Demuestra que temen más a la revolución popular, que a los sufrimientos bajo la opresión y el dominio despótico del imperialismo que aplasta a la nacionalidad, afrenta el sentimiento patriótico y coloniza la economía.
La gran burguesía se enfrenta abiertamente a la revolución y no vacila en aliarse al imperialismo y al latifundismo para combatir al pueblo y cerrarle el camino a la Revolución.
Un imperialismo desesperado e histérico, decidido a emprender toda clase de maniobra y a dar armas y hasta tropas a sus títeres para aniquilar a cualquier pueblo que se levante; un latifundismo feroz, inescrupuloso y experimentado en las formas más brutales de represión y una gran burguesía dispuesta a cerrar, por cualquier medio, los caminos a la revolución popular, son las grandes fuerzas aliadas que se oponen directamente a las nuevas revoluciones populares de la América Latina.
Tales son las dificultades que hay que agregar a todas las provenientes de luchas de este tipo en las nuevas condiciones de América Latina, después de consolidado el fenómeno irreversible de la Revolución cubana.
Hay otras más específicas. Los países que, aún sin poder hablar de una efectiva industrialización, han desarrollado su industria media y ligera o, simplemente, han sufrido procesos de concentración de su población en grandes centros, encuentran más difícil preparar guerrillas. Además la influencia ideológica de los centros poblados inhibe la lucha guerrillera y da vuelo a luchas de masas organizadas pacíficamente.
Esto último da origen a cierta “institucionalidad”, a que en períodos más o menos “normales”, las condiciones sean menos duras que el trato habitual que se da al pueblo.
Llega a concebirse incluso la idea de posibles aumentos cuantitativos en las bancas congresionales de los elementos revolucionarios hasta un extremo que permita un día un cambio cualitativo.
Esta esperanza, según creemos, es muy difícil que llegue a realizarse, en las condiciones actuales, en cualquier país de América Latina. Aunque no esté excluida la posibilidad de que el cambio en cualquier país se inicie por vía electoral, las condiciones prevalecientes en ellos hacen muy remota esa posibilidad.
Los revolucionarios no pueden prever de antemano todas las variantes tácticas que pueden presentarse en el curso de la lucha por su programa liberador. La real capacidad de un revolucionario se mide por el saber encontrar tácticas revolucionarias adecuadas en cada cambio de la situación, en tener presente todas las tácticas y en explotarlas al máximo. Sería error imperdonable desestimar el provecho que puede obtener el programa revolucionario de un proceso electoral dado; del mismo modo que sería imperdonable limitarse tan solo a lo electoral y no ver los otros medios de lucha, incluso la lucha armada, para obtener el poder, que es el instrumento indispensable para aplicar y desarrollar el programa revolucionario, pues si no se alcanza el poder, todas las demás conquistas son inestables, insuficientes, incapaces de dar las soluciones que se necesitan, por más avanzadas que puedan parecer.
Y cuando se habla de poder por vía electoral nuestra pregunta es siempre la misma: si un movimiento popular ocupa el gobierno de un país por amplia votación popular y resuelve, consecuentemente, iniciar las grandes transformaciones sociales que constituyen el programa por el cual triunfó, ¿no entraría en conflicto inmediatamente con las clases reaccionarias de ese país?, ¿no ha sido siempre el ejército el instrumento de opresión de esa clase? Si es así, es lógico razonar que ese ejército tomará partido por su clase y entrará en conflicto con el gobierno constituido. Puede ser derribado ese gobierno mediante un golpe de estado más o menos incruento y volver a empezar el juego de nunca acabar; puede a su vez, el ejército opresor ser derrotado mediante la acción popular armada en apoyo a su gobierno; lo que nos parece difícil es que las fuerzas armadas acepten de buen grado reformas sociales profundas y se resignen mansamente a su liquidación como casta.
En cuanto a lo que antes nos referimos de las grandes concentraciones urbanas, nuestro modesto parecer es que, aun en estos casos, en condiciones de atraso económico, puede resultar aconsejable desarrollar la lucha fuera de los límites de la ciudad, con características de larga duración. Más explícitamente, la presencia de un foco guerrillero en una montaña cualquiera, en un país con populosas ciudades, mantiene perenne el foco de rebelión, pues es muy difícil que los poderes represivos puedan rápidamente, y aun en el curso de años, liquidar guerrillas con bases sociales asentadas en un terreno favorable a la lucha guerrillera donde existan gentes que empleen consecuentemente la táctica y la estrategia de este tipo de guerra.
Es muy diferente lo que ocurriría en las ciudades; puede allí desarrollarse hasta extremos insospechados la lucha armada contra el ejército represivo pero, esa lucha se hará frontal solamente cuando haya un ejército poderoso que lucha contra otro ejército; no se puede entablar una lucha frontal contra un ejército poderoso y bien armado cuando solo se cuenta con un pequeño grupo.
La lucha frontal se haría, entonces con muchas armas y, surge la pregunta: ¿dónde están las armas? Las armas no existen de por sí, hay que tomárselas al enemigo; pero, para tomárselas a ese enemigo hay que luchar, y no se puede luchar de frente. Luego, la lucha en las grandes ciudades debe iniciarse por un procedimiento clandestino para captar los grupos militares o para ir tomando armas, una a una en sucesivos golpes de mano.
En este segundo caso se puede avanzar mucho y no nos atreveríamos a afirmar que estuviera negado el éxito a una rebelión popular con base guerrillera dentro de la ciudad. Nadie puede objetar teóricamente esta idea, por lo menos no es nuestra intención, pero sí debemos anotar lo fácil que sería mediante alguna delación, o, simplemente, por exploraciones sucesivas, eliminar a los jefes de la Revolución. En cambio, aun considerando que efectúen todas las maniobras concebibles en la ciudad, que se recurra al sabotaje organizado y, sobre todo, a una forma particularmente eficaz de la guerrilla que es la guerrilla suburbana, pero manteniendo el núcleo en terrenos favorables para la lucha guerrillera, si el poder opresor derrota a todas las fuerzas populares de la ciudad y las aniquila, el poder político revolucionario permanece incólume, porque está relativamente a salvo de las contingencias de la guerra. Siempre considerando que está relativamente a salvo, pero no fuera de la guerra, ni la dirige desde otro país o desde lugares distantes; está dentro de su pueblo, luchando. Esas son las consideraciones que nos hacen pensar que, aun analizando países en que el predominio urbano es muy grande, el foco central político de la lucha puede desarrollarse en el campo.
Volviendo al caso de contar con células militares que ayuden a dar el golpe y suministren las armas, hay dos problemas que analizar: primero, si esos militares realmente se unen a las fuerzas populares para el golpe, considerándose ellos mismos como núcleo organizado y capaz de autodecisión; en ese caso será un golpe de una parte del ejército contra otra y permanecerá, muy probablemente, incólume la estructura de casta en el ejército. El otro caso, el de que los ejércitos se unieran rápida y espontáneamente a las fuerzas populares, en nuestro concepto, solamente se puede producir después que aquellos hayan sido batidos violentamente por un enemigo poderoso y persistente, es decir, en condiciones de catástrofe para el poder constituido. En condiciones de un ejército derrotado, destruida la moral, puede ocurrir este fenómeno, pero para que ocurra es necesaria la lucha y siempre volvemos al punto primero, ¿cómo realizar esa lucha? La respuesta nos llevará al desarrollo de la lucha guerrillera en terrenos favorables, apoyada por la lucha en las ciudades y contando siempre con la más amplia participación posible de las masas obreras y, naturalmente, guiados por la ideología de esa clase.
Hemos analizado suficientemente las dificultades con que tropezarán los movimientos revolucionarios de América Latina, ahora cabe preguntarse si hay o no algunas facilidades con respecto a la etapa anterior, la de Fidel Castro en la Sierra Maestra.
Creemos que también aquí hay condiciones generales que faciliten el estallido de brotes de rebeldía y condiciones específicas de algunos países que las facilitan aún más. Debemos apuntar dos razones subjetivas como las consecuencias más importantes de la Revolución cubana: la primera es la posibilidad del triunfo, pues ahora se sabe perfectamente la capacidad de coronar con el éxito una empresa como la acometida por aquel grupo de ilusos expedicionarios del Granma en su lucha de dos años en la Sierra Maestra; eso indica inmediatamente que se puede hacer un movimiento revolucionario que actúe desde el campo, que se ligue a las masas campesinas, que crezca de menor a mayor, que destruya al ejército en lucha frontal, que tome las ciudades desde el campo, que vaya incrementando, con su lucha, las condiciones subjetivas necesarias, para tomar el poder.
La importancia que tiene este hecho, se ve por la cantidad de excepcionalistas que han surgido en estos momentos. Los excepcionalistas son los seres especiales que encuentran que la Revolución cubana es un acontecimiento único e inimitable en el mundo, conducido por un hombre que tiene o no fallas, según que el excepcionalista sea de derecha o de izquierda, pero que, evidentemente, ha llevado a la Revolución por unos senderos que se abrieron única y exclusivamente para que por ellos caminara la Revolución cubana. Falso de toda falsedad, decimos nosotros; la posibilidad de triunfo de las masas populares de América Latina está claramente expresada por el camino de la lucha guerrillera, basada en el ejército campesino, en la alianza de los obreros con los campesinos, en la derrota del ejército en lucha frontal, en la toma de la ciudad desde el campo, en la disolución del ejército como primera etapa de la ruptura total de la superestructura del mundo colonialista anterior.
Podemos apuntar, como segundo factor subjetivo, que las masas no solo saben las posibilidades de triunfo; ya conocen su destino. Saben cada vez con mayor certeza que, cualquiera que sean las tribulaciones de la historia durante períodos cortos, el porvenir es del pueblo, porque el porvenir es de la justicia social. Esto ayudará a levantar el fermento revolucionario aún a mayores alturas que las alcanzadas actualmente en Latinoamérica.
Podríamos anotar algunas consideraciones no tan genéricas y que no se dan con la misma intensidad en todos los países. Una de ellas, sumamente importante, es que hay más explotación campesina en general, en todos los países de América Latina, que la que hubo en Cuba. Recuérdese, para los que pretenden ver en el período insurreccional de nuestra lucha el papel de la proletarización del campo, que, en nuestro concepto, la proletarización del campo sirvió para acelerar profundamente la etapa de cooperativización en el paso siguiente a la toma del poder y la Reforma Agraria, pero que, en la lucha primera, el campesino, centro y médula del Ejército Rebelde, es el mismo que está hoy en la Sierra Maestra, orgullosamente dueño de su parcela e intransigentemente individualista. Claro que en América Latina hay particularidades; un campesino argentino no tiene la misma mentalidad que un campesino comunal del Perú, Bolivia o Ecuador, pero el hambre de tierra está permanentemente presente en los campesinos y el campesinado da la tónica general de América Latina, y como, en general, está más explotado aún de lo que lo había sido en Cuba, aumentan las posibilidades de que esta clase se levante en armas.
Además, hay otro hecho. El ejército de Batista, con todos sus enormes defectos, era un ejército estructurado de tal forma que todos eran cómplices desde el último soldado al general más encumbrado, en la explotación del pueblo. Eran ejércitos mercenarios completos, y esto le daba una cierta cohesión al aparato represivo. Los ejércitos de América Latina, en su gran mayoría, cuentan con una oficialidad profesional y con reclutamientos periódicos. Cada año, los jóvenes que abandonan su hogar escuchando los relatos de los sufrimientos diarios de sus padres, viéndolos con sus propios ojos, palpando la miseria y la injusticia social, son reclutados. Si un día son enviados como carne de cañón para luchar contra los defensores de una doctrina que ellos sienten como justa en su carne, su capacidad agresiva estará profundamente afectada y con sistemas de divulgación adecuados, haciendo ver a los reclutas la justicia de la lucha, el porqué de la lucha, se lograrán resultados magníficos.
Podemos decir, después de este somero estudio del hecho revolucionario, que la Revolución cubana ha contado con factores excepcionales que le dan su peculiaridad y factores comunes a todos los pueblos de América Latina que expresan la necesidad interior de esta Revolución. Y vemos también que hay nuevas condiciones que harán más fácil el estallido de los movimientos revolucionarios, al dar a las masas la conciencia de su destino; la conciencia de la necesidad y la certeza de la posibilidad; y que, al mismo tiempo, hay condiciones que dificultarán el que las masas en armas puedan rápidamente lograr su objetivo de tomar el poder. Tales son la alianza estrecha del imperialismo con todas las burguesías americanas, para luchar a brazo partido contra la fuerza popular. Días negros esperan a América Latina y las últimas declaraciones de los gobernantes de los Estados Unidos, parecen indicar que días negros esperan al mundo: Lumumba, salvajemente asesinado, en la grandeza de su martirio muestra la enseñanza de los trágicos errores que no se deben cometer. Una vez iniciada la lucha antiimperialista, es indispensable ser consecuente y se debe dar duro, donde duela, constantemente y nunca dar un paso atrás; siempre adelante, siempre contragolpeando, siempre respondiendo a cada agresión con una más fuerte presión de las masas populares. Es la forma de triunfar. Analizaremos en otra oportunidad, si la Revolución cubana después de la toma del poder, caminó por estas nuevas vías revolucionarias con factores de excepcionalidad o si también aquí, aun respetando ciertas características especiales, hubo fundamentalmente un camino lógico derivado de leyes inmanentes a los procesos sociales.
*Che Guevara Presente: Una antología mínima

Maestro Guevara
El aniversario número 83 del nacimiento de Ernesto Guevara de la Serna, en Rosario, Argentina, el 14 de junio de 1928 constituye una oportunidad para acudir a sus enseñanzas.
Y un buen referente es su pequeño-magistral escrito titulado “El cuadro, columna vertebral de la revolución”, publicado en la Revista Cuba Socialista, en septiembre de 1962. Allí, el Che Guevara se pregunta: “¿qué es un cuadro?”, es decir un dirigente revolucionario, sea político o administrativo, y responde: “Debemos decir que un cuadro es un individuo que ha alcanzado el suficiente desarrollo político como para poder interpretar las grandes directivas emanadas del poder central, hacerlas suyas y transmitirlas como orientación a la masa, percibiendo además las manifestaciones que ésta haga de sus deseos y sus motivaciones más íntimas”.
Acto seguido, el Che acota: “[Un cuadro] Es un individuo de disciplina ideológica y administrativa, que conoce y practica el centralismo democrático y sabe valorar las contradicciones existentes en el método para aprovechar al máximo sus múltiples facetas; que sabe practicar en la producción el principio de la discusión colectiva y decisión y responsabilidad únicas, cuya fidelidad está probada […]”.
Casi de inmediato, el Che subraya que el cuadro “está dispuesto siempre a afrontar cualquier debate y a responder hasta con su vida de la buena marcha de la Revolución. Es, además, un individuo con capacidad de análisis propio, lo que le permite tomar las decisiones necesarias y practicar la iniciativa creadora de modo que no choque con la disciplina”.
Tal vez más natural resulte que en la concepción guevariana el cuadro, aparentemente rodeado de virtudes difíciles de alcanzar, esté sin embargo presente en el pueblo —sea de Cuba o de cualquier latitud— y se encuentre día a día. Lo esencial es aprovechar todas las oportunidades que hay para desarrollarlo al máximo, para educarlo, para sacar de cada personalidad el mayor provecho y convertirla en el valor más útil para la nación.
Nunca debemos olvidar que el propio Guevara en el título en cuestión recordaba cómo al triunfo de la Revolución Cubana, a partir de 1959, se cometieron muchos errores en la parte administrativa del Ejecutivo, enormes fallas de los nuevos administradores de empresas, que tenían responsabilidades demasiado grandes en sus manos, sin que de ello escapara el escenario político.
También en su carta devenida ensayo con el título “El socialismo y el hombre en Cuba”, publicada en el semanario Marcha, Montevideo, el 12 de marzo de 1965, en un texto, originalmente dirigido a Carlos Quijano (abogado, político, ensayista y periodista uruguayo, fundador y director del mencionado semanario), el Che señala: “El Estado se equivoca a veces. Cuando una de esas equivocaciones se produce, se nota una disminución del entusiasmo colectivo por efectos de una disminución cuantitativa de cada uno de los elementos que la forman, y el trabajo se paraliza hasta quedar reducido a magnitudes insignificantes; es el instante de rectificar […]”.
La Revolución Cubana exhibe su histórica capacidad de corregir el rumbo cuando las condiciones así lo han demandado, algo comprobable si se examina —por ejemplo— lo que a mediados de los ochentas del pasado siglo fue denominado como “Proceso de rectificación de errores y tendencias negativas” y las medidas que actualmente tienen lugar con la realización del VI congreso del PCC.
Asimismo, resulta de marcada actualidad la definición que nos proporciona el Che acerca del individuo como actor del extraño y apasionante drama que es la construcción del socialismo, en su doble existencia de ser único y miembro de la comunidad, en su cualidad de no hecho, de producto no acabado. Ello explica su alerta en el sentido de la necesidad que tiene la sociedad en formación de competir muy duro con el pasado.
Igualmente resulta actual su advertencia sobre el carácter joven del socialismo y la consiguiente posibilidad de cometer errores. “Los revolucionarios carecemos, muchas veces —dice—, de los conocimientos y la audacia intelectual necesarias para encarar la tarea del desarrollo de un hombre nuevo por métodos distintos a los convencionales y los métodos convencionales sufren de la influencia de la sociedad que los creó [...]”.
De aquí que él subraye el trascendental papel de la Juventud Comunista y su Partido en la edificación de la sociedad socialista. “Particularmente importante es la primera —apunta—, por ser la arcilla maleable con que se puede construir al hombre nuevo sin ninguna de las taras anteriores” —algo válido para cualquiera sociedad inspirada en similares principios.
Con el Che Guevara es comprensible que desarrollar cuadros sea una tarea inaplazable; al tiempo que íntimamente ligado a ello se revele la capacidad de sacrificio, de demostrar con el propio ejemplo las verdades y consignas de la Revolución. Así, es comprensible que el Che sea paradigma de un legítimo cuadro.

Cuba develó estatura revolucionaria del Che, afirma Harry Villegas
La decisión de luchar y ofrendar su vida por Cuba puso tempranamente de manifiesto la estatura revolucionaria de Ernesto Guevara, afirmó aquí el General de Brigada Harry Villegas, entrañable compañero de luchas del Che.
Pombo, sobrenombre que empleara el Héroe de la República de Cuba en las guerrillas del Congo y Bolivia formuló la apreciación en un conversatorio ofrecido en el marco de la celebración de la Semana de Che en esta ciudad, donde el luchador cubano-argentino pasó parte de su infancia.
Villegas recordó que durante sus viajes por Latinoamérica el Che había manifestado su intención de convertirse en un médico revolucionario, por lo cual no dudó en sumarse al grupo de jóvenes que, liderados por Fidel Castro, se alistaban para la gesta del desembarco del Granma.
Cuando Fidel Castro y el Che se encontraron en México, este último era ya un revolucionario formado y un futuro combatiente de condiciones humanas excepcionales, destacó.
En el encuentro, celebrado la víspera y que dio inicio a la Octava Semana del Che en Altagracia, también intervino el comandante Víctor Dreke, compañero de armas en el Congo, quien rememoró cómo había sido su primer encuentro con el guerrillero, en octubre de 1958.
Como moderador de la mesa actuó Carlos Calica Ferrer, compañero de viaje de Guevara en su segundo periplo latinoamericano, quien aseveró que a medida que se disipa la bruma de miedo dejada por la última dictadura militar, la admiración por el Che crece en su tierra natal.
Por su parte, el embajador de Cuba en Argentina, Jorge Lamadrid, destacó que en su país al Che se le recuerda todos los días, cuando antes de iniciar sus clases los pioneros (alumnos de enseñanza primaria) expresan su compromiso de ser como él.
Mencionó, además, como dos ejemplos concretos de la vigencia del pensamiento del Che y de la realización de sus ideales en su Argentina natal, la aplicación de los programas cubanos de alfabetización Yo, sí puedo, y de salud visual, Operación Milagro.
Coincidiendo con el 83 aniversario del natalicio del Guerrillero Heroico, la localidad de Caraguataí, en la selva misionera, fue declarada Libre de analfabetismo gracias a la aplicación del método cubano de lecto-escritura, dijo.
El viernes último, durante una visita al Centro Oftalmológico Doctor Ernesto Guevara de la ciudad de Córdoba, se anunció que esa institución había operado ya gratuitamente de cataratas y pterigium a mil 530 pacientes argentinos de escasos recursos desde su puesta en funcionamiento en octubre de 2009, puntualizó.